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¡Quiero una tortuga de agua!

Existen aproximadamente cincuenta variedades de tortugas de agua.
Entre las reptiles más comunes, podemos mencionar la tortuga de Florida, la tortuga pintada pero también la Chelodina de Siebenrock, la Chinemys de Reeves, la Emys occidentalis, la Emydura subglobosa, la Pelomedusa subrufa, la Pelusios seychellensis y la Tortuga caja de Malasia.



Índice:




 

 

Legislación

De hecho, la tortuga de agua está sujeta a una legislación estricta. Mientras que hace 30 o 40 años, tener una tortuga de agua era fácil porque se vendían en gran cantidad en tiendas de mascotas y otras ferias, hoy en día, su tenencia y comercio están extremadamente vigilados y regulados.
La mayoría de las tortugas, especialmente las terrestres, están protegidas por un decreto de noviembre de 2007 que establece la lista de anfibios y reptiles protegidos en todo el territorio francés y las diferentes modalidades de protección.
Durante años, las tiendas de mascotas han vendido miles de tortugas de agua porque se compraban a bajo precio y estos profesionales han asesorado muy mal a los compradores, lo que lleva a un desconocimiento total de sus necesidades, su hábitat, su alimentación al pensar que tenían las mismas necesidades que una tortuga terrestre u otro reptil. Como resultado, las tortugas de agua fueron liberadas masivamente en cursos de agua causando graves catástrofes para la fauna y la flora. Por ejemplo, la tortuga de agua de Florida es ahora una amenaza para el ecosistema ya que es muy voraz y resistente, un verdadero depredador que no conoce enemigos.
Ante el peligro potencial que representan las tortugas de agua en particular, las diferentes Direcciones de Servicios Sanitarios (DSV) han decidido regularizar la tenencia de estos animales. Para saber de qué se trata, es imprescindible contactar a la DSV de su región que sabrá aconsejar y orientar al futuro adquiriente de tortuga acuática.

 

Las diferentes necesidades de la tortuga de agua

La tortuga de agua necesita poder salir completamente del agua para calentarse, necesita en este sentido calor y rayos UV. La temperatura de su agua debe estar alrededor de los 24 a 26 grados. Cuando la tortuga sale del agua, es importante que el medio seco, llamado "playa", tenga una temperatura superior en 5 grados respecto a la del agua. Es importante saber que una joven tortuga de agua de 4-5 cm puede alcanzar cerca de 30 cm en la edad adulta.
En el nivel comportamental, la tortuga acuática es solitaria y territorial: por lo tanto, se recomienda poner solo un individuo por acuario, sin ningún otro animal.

 

Su hábitat

El hábitat de la tortuga de agua se llama un acuaterrario y como su nombre indica, combina a la vez la función de un acuario y la de un terrario. Generalmente estará fabricado en plástico transparente o en vidrio y se estima que una tortuga necesita 45 litros de agua con un nivel de agua correspondiente a al menos 2 veces el tamaño de su caparazón.
- El recipiente, el acuaterrario puede estar compuesto de una playa de arena o de grava con corcho.
- Las dimensiones ideales son fáciles de calcular ya que la longitud y la anchura del hábitat deben ser cada una 7 veces el total de la longitud del plastrón de una tortuga adulta.
- El recipiente ideal es 80 cm de largo x 40 cm de ancho x 50 cm de altura y nunca inferior a eso. La altura del agua debe ser de 30 cm como mínimo.
- La distancia entre la superficie del agua y la cima del acuario nunca será inferior a 10 cm para juveniles y nunca inferior a 20 cm para un adulto.
- La temperatura del agua oscila entre 24 y 26 grados.
- Un filtro compuesto de grava y paja así como una bomba pueden ser añadidos para aspirar y bombear adecuadamente el agua.
- Se aconseja realizar o instalar adecuadamente el hábitat 2 semanas antes de la adquisición de la tortuga de agua para permitir al filtro ser operativo y que las bacterias contenidas en la paja puedan desarrollarse.
- El conjunto del hábitat debe ser colocado en una zona a salvo de corrientes de aire.
 

Hábitat en exterior

Es importante saber que la mayoría de las tortugas de agua les gusta pasar una parte del año en exterior: en efecto, la mayoría de las especies pueden aclimatarse. Las piscinas infantiles hacen, para ello, de excelentes estanques para un mantenimiento exterior. Solo hay que instalar luego una isla en el centro, así las tortugas podrán ir a calentarse y secarse.

Para aquellos que tienen un rincón de agua como un pequeño estanque, eso es aún mejor: la profundidad del biotopo debe ser al menos de 80 centímetros para evitar la congelación para las tortugas que hibernan. Se deben agregar algunas piedras, grandes raíces para actuar como solariums.

En resumen, el acuaterrario debe estar compuesto con los siguientes elementos, a saber, un sistema de calefacción para la parte acuática (1 Vatio por 2L de agua), una playa para salir del agua fácilmente, una iluminación UV-B que la ayudará a desarrollar su metabolismo, una bombilla de calefacción eventualmente si la temperatura exterior es demasiado baja y un sistema de filtración eficaz ya que las tortugas de agua son grandes contaminadoras.

Para la buena salud de la tortuga acuática, se recomienda llevarla una vez al año a un veterinario: este profesional sabrá aconsejar sobre su reproducción, su hibernación, la detección de parásitos.

 

Alimentación

Es importante saber que las tortugas acuáticas son mayormente omnívoras, e incluso carnívoras. Entonces, se recomienda encarecidamente darles pescado crudo entero, camarones con caparazón, moluscos, lentejas de agua, plantas acuáticas e incluso lechuga muy bien lavada.

Se pueden otorgar huesos de sepia si están triturados y espolvoreados sobre la comida para un aporte de calcio indispensable.
Para completar la dieta de la tortuga de agua, se pueden añadir gránulos específicos.

Toda la debe ser distribuida en pequeñas cantidades y sobre la parte emergida del recipiente para evitar ensuciar el agua.

Esta alimentación puede evidentemente ser completada ocasionalmente con pequeños peces dejando las espinas, pequeños caracoles, carne blanca pero también hígado para un aporte de vitamina A.

La digestión de las tortugas es un proceso largo y es por eso que la presencia de una fuente de calor le da a la tortuga la oportunidad de descansar y digerir adecuadamente. Para que su organismo digiera en buenas condiciones, las tortugas acuáticas deben tener la posibilidad de permanecer en un lugar cálido, seco y luminoso.

La comida debe ser dada una sola vez al día con una cantidad tan importante como el volumen de la cabeza de la tortuga.
Si la tortuga tiene un poco de sobrepeso, se puede prescribir unos días de ayuno.

 

Hibernación

La duración de hibernación es de 2 meses el primer año, de 4 a 6 meses el año siguiente. Se recomienda encarecidamente hibernar a las tortugas a partir de un tamaño de 8 a 10 cm aproximadamente.
Sin embargo, se debe vigilar muy bien el estado de salud de las tortugas durante este período: de hecho, ante el menor signo de enfermedad como ojos hinchados, una secreción nasal, etc, es imperativo aumentar la temperatura progresivamente durante 3 semanas.

 

El material

Tener una tortuga de agua requiere una instalación base.

Como se mencionó anteriormente, un recipiente es obligatorio. Se aconseja comprarlo suficientemente grande para evitar tener que comprar otro en los años siguientes. Además, la tortuga se sentirá menos estresada si no tiene que cambiar de entorno.
Luego, se necesita una playa, si es posible flotante, lo que permite a la tortuga beneficiarse de más espacio para nadar y sus movimientos.
Una iluminación adecuada también es necesaria: con una lámpara UVB (índice entre 8 y 10) y una lámpara calentadora, el crecimiento y el desarrollo del metabolismo de la tortuga se harán en buenas condiciones.

Además, hay que pensar en calentar la playa con 5 grados adicionales en comparación con la temperatura del agua.
Un filtro externo puede ser útil con un flujo por hora de mínimo 4 a 5 veces el volumen de agua contenido en el recipiente. Un termocalefactor (o calefacción de acuario) es útil para regular la temperatura del agua y otro termómetro para el aire.

 

Observación para la salud

Ciertos síntomas pueden alertar sobre el estado de salud de la tortuga de agua y así anticipar para enfrentarlos.
Entre los síntomas más comunes, podemos mencionar la falta de dinamismo, la pérdida de apetito, una marcha desincronizada, una respiración ruidosa o silbante, diarreas, estreñimiento, el hundimiento de los globos oculares así como los párpados hinchados o llorosos, la presencia de manchas rojas bajo las escamas.



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