Hibernación de mi tortuga: ¿Cómo prepararse bien?

Contrariamente a las ideas preconcebidas, las tortugas terrestres y tortugas acuáticas no son animales de sangre fría. De hecho, las reptiles son ectotermos y poiquilotermos, ya que su temperatura corporal varía y se armoniza con la de su entorno. Así, cuando el termómetro desciende al acercarse el invierno, el metabolismo de la tortuga se ralentiza. Para mantener el equilibrio de sus funciones fisiológicas, entonces entra en un estado de letargo: la hibernación.
Como habrán entendido, el calendario no influye en la hibernación de una tortuga. Es el clima el que rige este proceso. Cuando el mercurio cae por debajo de los 8° Celsius, el mecanismo natural se activa por un período de unos 4 meses. Sin embargo, algunas tortugas no hibernan. Este es el caso, por ejemplo, de las especies tropicales o ecuatoriales cuyo clima de origen no ha favorecido el desarrollo de esta habilidad. Además, no se recomienda hacer hibernar a las tortugas juveniles, a los animales en mal estado de salud y a las hembras gestantes.

En principio, los reptiles originarios de climas templados hibernan. Este es el caso de las tortugas almizcleras comunes o las tortugas pintadas. Cuando las temperaturas se vuelven invernales, estos animales se entierran bajo el lodo y su respiración se modifica. Entonces utilizan su cloaca, un órgano vascularizado que cierra su esfínter anal, para absorber oxígeno como lo haría una branquia. Sin embargo, algunas especies acuáticas prefieren la tierra firme. Se esconden bajo las hojas muertas en los bordes de los cuerpos de agua.

¿Se preguntan cuáles son las señales que marcan la llegada de la hibernación? Es simple: el animal está casi inactivo, come menos y se oculta en un rincón oscuro. Cuando su reptil muestra un comportamiento similar, deben disminuir progresivamente la alimentación durante un periodo de 7 días antes de interrumpirla. También bajen la calefacción de su terrario 3° cada mañana y apaguen la luz gradualmente (el agua debe descender a unos 18 ° Celsius). Luego, pesen al animal y colóquenlo en un contenedor de hibernación.

Durante la hibernación, deben mantener el agua de este recipiente entre 10° y 12° Celsius y renovarla tan pronto como se enturbie. Después de aproximadamente 4 meses, coloquen el recipiente en una habitación más cálida para sacar lentamente a la tortuga de su letargo.

Una vez que el animal esté despierto, pésele nuevamente para controlar su peso: no debe haber perdido más del 10 % de su masa. Si todo está correcto, podrá volver a su acuario habitual. De lo contrario, busquen consejo de un veterinario.

¿Tienes una especie terrestre? Ya sea una tortuga de Hermann, una tortuga griega o una tortuga de las estepas, existen 2 técnicas diferentes para hibernar a tu mascota: puedes elegir ofrecerle un refugio al aire libre o instalarla cómodamente en el interior.

¿Crías una tortuga terrestre en terrario? En este caso, opta por la hibernación controlada.

Para facilitar el confort de tu compañero, debes preparar un refugio que reúna todas las condiciones necesarias: toma una caja de madera y vierte allí 20 cm de tierra vegetal, paja y hojas secas.

Luego, disminuye la alimentación, el aporte de UV y la temperatura progresivamente cada 3 días para iniciar el proceso de hibernación de tu tortuga. Cuando el reptil se vuelva menos activo, apaga la lámpara y la calefacción y detén la alimentación.

Es hora de ayudar a tu mascota a purgar su tubo digestivo. Para ello, dale baños diarios a 25° Celsius durante algunos días, y luego pésala antes de colocarla en su caja de hibernación. Solo te queda escoger la habitación más fresca de tu hogar para colocar la tortuga durante 3 días. Finalmente, instálala en un lugar oscuro, entre 5° y 10° Celsius, a salvo de roedores y mascotas.

La hibernación de la tortuga se prepara con cuidado. Debes estar seguro de la buena salud de tu reptil antes de acompañarlo hacia este sueño prolongado. También debes asegurarte de su buen estado de salud y desparasitarlo. Generalmente, no se debe dejar hibernar a un animal cuyo peso sea inferior en un 10% o más a su peso teórico. Asimismo, está contraindicado hacer hibernar a una tortuga enferma o infectada.

Controla el estado de la caparazón, las narinas y la cloaca. ¿Notas secreciones anormales? ¿Los ojos están vidriosos? Visita a tu veterinario para obtener su opinión profesional. Si este te desaconseja la hibernación, no te preocupes: la ausencia de este descanso invernal en la tortuga no presenta ningún peligro si es algo excepcional. Tu reptil pasará entonces el invierno en su terrario habitual, el tiempo de recuperar la salud. 

¿Tu animal está en buena salud y su peso es adecuado? Aliméntalo abundantemente durante 6 semanas antes de la hibernación, y luego reduce las porciones poco a poco para llevarlo al ayuno. Su tubo digestivo debe estar totalmente vacío, ya que los residuos orgánicos residuales provocan el desarrollo de bacterias y hongos y favorecen las infecciones.

Durante este período de inactividad, tu tortuga no se alimenta. Duerme profundamente y su respiración es lenta y superficial. Sin embargo, se mueve de vez en cuando. Debes monitorear estos movimientos, ya que la inmovilidad completa es prueba de complicaciones, al igual que una respiración irregular o signos de deshidratación.

¿Te preocupa la salud de tu tortuga? Ten presente que nunca debes interrumpir la hibernación de una tortuga. Acude a tu veterinario si esta presenta síntomas alarmantes o si su peso disminuye más de un 1% por mes.

Varios meses han pasado. Es hora de acompañar el despertar de tu tortuga. Aumenta la luminosidad de su lugar de hibernación cada día así como la temperatura ambiental. Cuando esta alcance los 10° a 15° Celsius, la tortuga se volverá a animar. Pésala y monitorea su actividad: no debe haber perdido más del 10% de su peso inicial. Después de algunos días, la tortuga podrá volver a su entorno de vida habitual.

¿Tu animal hiberna al aire libre? No necesitas intervenir: se despertará naturalmente de acuerdo con el clima y la exposición al sol. Su temperatura corporal aumentará entonces gradualmente durante 2 a 3 semanas.

La alimentación de la tortuga es fundamental en las semanas previas a la hibernación, ya que debe acumular reservas para pasar los períodos más fríos. Por lo tanto, debes proporcionarle una comida abundante y enriquecida durante esta fase preparatoria.

Luego viene el tiempo de la hibernación y el despertar, un momento delicado para la salud del animal. Hay 2 puntos de control: la hidratación y la alimentación.

Al despertar, la tortuga no ha recibido ningún aporte hídrico durante casi 4 meses. Vas a ofrecerle agua, pero también bañarla cada día durante 30 minutos en agua tibia con vitaminas líquidas añadidas.

Recordemos que tu tortuga tuvo que bajar su metabolismo para entrar en hibernación. Por tanto, no puedes reanudar la alimentación inmediatamente después del despertar. Debe estar suficientemente rehidratada y calentada antes de tomar su primer bocado. Si lo deseas, puedes espolvorear sus primeras raciones con un complemento vitamínico adaptado a sus necesidades. ¿Tu reptil rechaza la comida? No te preocupes, este comportamiento es normal y transitorio.

Ahora conoces los puntos esenciales para preparar la hibernación de tu tortuga y acompañar su despertar. No dudes en llamar a tu veterinario NAC si tu animal muestra signos inusuales o si su estado de salud y su peso te preocupan. Esta consulta te permitirá entender todas las necesidades de tu reptil.

Artículos relacionados:
Taller DIY: Un recinto exterior para mi tortuga terrestre
¿Qué alimentación para mi tortuga terrestre?
¿Cómo manejar mi tortuga?