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La cólica en el caballo

Se trata en realidad de un síntoma: se denomina « cólica » a cualquier dolor abdominal. Las causas pueden ser muy diversas... Algunas son benignas, otras, más graves, pueden comprometer el pronóstico vital de tu animal de ferme. Por consiguiente, la cólica en el caballo siempre debe tomarse en serio y considerarse como una emergencia vital. Aquí te ofrecemos algunas pistas para entender mejor de qué se trata y cómo reaccionar de la mejor manera ante el problema.

La cólica en el caballo

Cólica en el caballo: ¿Cuáles son?

La clasificación de la cólica en el caballo se realiza usualmente según dos criterios: el órgano o la región afectada, y el tipo de lesión. En primer lugar, las cólicas pueden deberse a un disfuncionamiento digestivo. Entonces afectan al estómago, al intestino delgado, al ciego o al colon: estas son las cólicas digestivas. En ocasiones, pueden afectar a otros órganos de la cavidad abdominal, como los riñones, el hígado o el aparato genital; en ese caso se califican de cólicas extradigestivas.

Dolores gástricos del caballo

¿Cuáles son las lesiones?

  • un timpanismo: el órgano (estómago o intestinos más a menudo) está distendido por gases (generalmente resultado de la fermentación de los alimentos);
  • una obstrucción: por alimentos, arena, parásitos, una torsión, un tumor... El tránsito se interrumpe, y los alimentos se acumulan en la parte superior, provocando una dilatación y por lo tanto dolor. Si la circulación sanguínea también está interrumpida a nivel de la obstrucción, se trata de una "obstrucción estrangulada", lo cual es una urgencia absoluta debido al riesgo de necrosis de los tejidos;
  • un problema de circulación: trombos, lesión de los vasos por parásitos;
  • otras causas muy generales: úlceras, peritonitis, afecciones extradigestivas...

¿Por qué los caballos tienen cólicas?

El origen de una cólica no es siempre fácil de determinar. Lo que está claro es que el caballo es una especie naturalmente predispuesta a sufrir cólicas digestivas.

En primer lugar, la masticación es una etapa muy importante en el proceso de digestión. Requiere tener unos dientes regulares y una buena salivación. Sin embargo, los dientes del caballo crecen continuamente, pero no siempre se desgastan de manera uniforme. Además, la salivación depende del tipo de alimentación, que por lo tanto debe ser de buena calidad.

Por otro lado, el estómago tiene un volumen muy pequeño en proporción al tamaño del caballo. Por lo tanto, se distiende fácilmente, más aún teniendo en cuenta que el caballo no puede vomitar. El alimiento se acumula rápidamente en exceso en caso de obstrucción, o en el caso de los caballos tragones, que ingieren una cantidad muy grande de comida rápidamente.

La segunda causa frecuente de cólicas es el parasitismo. Sería responsable del 10 al 20 % de las cólicas mortales, en particular entre los caballos jóvenes. Los principales parásitos involucrados son los estróngilos, los áscaris, los céstodos y los gasterófilos. A esto se suman el estrés (relacionado con el transporte o con condiciones meteorológicas), la actividad del caballo, el tipo de cama (que podría tentarle a ingerirla) o los antecedentes médicos.

Anatomía del caballo

¿Cómo saber si mi caballo tiene cólica?

Por definición, un caballo con cólica es un caballo que sufre dolor. Puede ser un dolor leve o muy intenso. La apreciación que se pueda tener es muy relativa, especialmente porque algunos caballos más "sensibles" tienden a exagerar el dolor, mientras que otros manifiestan solamente de manera muy discreta un dolor intenso...

Generalmente, cuanto más dolor tiene el caballo, más graves son las cólicas. Así, si su caballo mira su vientre, rasca el suelo, o se queda a menudo echado, se puede suponer que el dolor es leve. Si se revuelca en el suelo, se posiciona como si fuera a orinar o se golpea el vientre con los posteriores, el dolor es más intenso. Finalmente, si suda o se tumba en el suelo de golpe, es probable que el dolor sea muy agudo. Algunos caballos manifiestan el dolor solo con temblores o un ligero rechinar de dientes. El dueño es quien mejor puede saber si su caballo no está como de costumbre.

En algunos casos, el caballo está estreñido o produce excrementos de aspecto modificado. Generalmente rechaza comer. Puede estar muy ansioso y agitado, o, al contrario, abatido y echado.

Mi caballo tiene cólicas, ¿qué hago?

Antes de nada, no se alarme. Si sospecha de cólicas, notifique a su veterinario lo antes posible. Descríbale calmadamente la situación por teléfono.

Mientras espera su llegada, si su caballo permanece tranquilo, puede hacer que camine en primer lugar. Esto ayuda a aliviar el dolor y puede ser suficiente para superar algunas cólicas.

Si está demasiado inquieto, es mejor dejarlo en el box para evitar accidentes. Si todavía tiene apetito, retire su comida y póngale un bozal para evitar que coma. Inicialmente, puede dejarle un poco de agua a su disposición. El veterinario le indicará más tarde si hay que retirarla o no.

¡Atención! Si tiene medicamentos contra el dolor, informe a su veterinario y siempre solicite su consejo antes de administrarlos. De hecho, al disimular el dolor, estos tratamientos pueden dificultar el diagnóstico del veterinario.

A su llegada, el veterinario llevará a cabo un examen clínico del caballo, si es posible en un box espacioso y bien iluminado. El objetivo es tratar de localizar con precisión el origen del dolor. Si es necesario, administrará un sedante para que el caballo no se lastime mientras se agita o se revuelca.

Reúna cierta información que será valiosa, como el momento de aparición del dolor, de la última comida, de las últimas fecas, la actividad y las condiciones de vida del caballo, así como el protocolo de desparasitación que aplica. También especifique tratamientos o cambios recientes en la alimentación.

Si se trata de una yegua gestante o que posiblemente lo está, es importante señalarlo. Por otro lado, si tiene la impresión de que su caballo se siente mejor, que caminar le alivia o, al contrario, si ve que el dolor empeora, háblelo con el veterinario.

Si el tamaño de su caballo lo permite, probablemente se realizará una palpación transrectal. Es el examen de elección para diagnosticar el origen de las cólicas. Permite palpar diferentes órganos a través de la pared del recto y detectar ciertas anomalías en el aspecto del colon, del intestino delgado, del bazo, del riñón...

Además, recuerde que los caballos tienen la particularidad de no poder vomitar. Por lo tanto, la colocación de una sonda nasogástrica, al permitir el vaciado y el examen del contenido del estómago, puede aliviar al caballo y proporcionar información útil para el diagnóstico. Puede preparar cubos de agua tibia y un torcedor de narices, si el caballo lo tolera, a disposición del veterinario. Es importante que el caballo no se mueva durante este acto. Es apreciable la presencia de algunas personas cualificadas para asegurar una contención correcta.

No intente realizar estos gestos usted mismo, ya que si se realizan incorrectamente, pueden ocasionar graves complicaciones, como laceraciones rectales o neumonías.

Al final de estos exámenes, el veterinario puede prescribir un tratamiento médico o, si lo considera necesario, sugerirle hospitalización o incluso una operación quirúrgica. Entonces debe estar preparado para tomar una decisión muy rápido, siendo consciente del alto costo de una cirugía por cólicas y de las posibilidades relativas de curación. Es preferible haber reflexionado con calma previamente sobre la posibilidad de una intervención quirúrgica y saber si es una opción viable para usted. Piense también en la necesidad de transportar rápidamente a su caballo, lo que puede ser problemático si no dispone de una camioneta.

¿Cómo prevenir la aparición de cólicas?

Porque siempre es mejor prevenir que curar, aquí tienes algunos consejos para prevenir la aparición de cólicas.

Alimentación del caballo
Alimentos del caballo contra la cólica

Para limitar al máximo los factores de riesgo relacionados con la alimentación:

  • Distribuya los forrajes antes de los concentrados, idealmente 45 minutos antes. El consumo de forraje favorece la salivación y prepara el estómago para recibir los concentrados, para digerirlos mejor.
  • La ración siempre debe estar bien adaptada a la actividad física del caballo.
  • Distribuya las comidas a una hora regular, fraccionándolas lo máximo posible.
  • Los cambios en la alimentación se deben evitar, ya que modifican la flora y son, por tanto, fuente de gastritis o de fermentaciones excesivas. Si son inevitables, respete una transición larga y progresiva entre los dos regímenes.
  • El caballo debe tener acceso permanente a agua de buena calidad.
  • Haga revisar la dentadura cada año.


Para evitar las molestias del parasitismo relacionado con la cólica en el caballo, desparasite regularmente a su caballo. Revise posiblemente el esquema de desparasitación con su veterinario, para asegurar una protección eficaz contra todos los parásitos a los que su caballo podría estar expuesto. Además, asegúrese de que su caballo haga suficiente ejercicio de forma regular, ya que esto contribuye al correcto funcionamiento de su tránsito. Limite también las fuentes de estrés, asegurando un entorno tranquilo y un transporte calmado, estableciendo una cierta rutina en las actividades y la distribución de las comidas.

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