Alimentar a mi reptil
- Sumario :
- ¿Qué tipos de alimentos distribuir?
- ¿Cuál debe ser el tamaño de la presa? ¿Qué cantidad dar?
- ¿Qué alimento para qué animal?
- Los nutrientes
Para los reptiles, comer es tan indispensable como para cualquier animal. Debido a esta importancia, es conveniente saber ofrecerles una categoría@alimentación;13@category adecuada a su especie pero también en función de sus necesidades nutricionales, para que su organismo no sea afectado por esta dieta.
De hecho, cada especie tiene su propio metabolismo, y se debe aprender a diferenciar las necesidades específicas de cada una.
Además, las condiciones en las que los reptiles se alimentarán también deben ser tomadas en consideración, ya que la variación de la temperatura exterior juega un rol importante sobre su funcionamiento metabólico.
Desde ya, si se desea tener reptiles en casa, es importante informarse sobre la especie deseada, su modo de nutrición, sus hábitos alimenticios y también sobre su estilo de vida.
¿Qué tipos de alimentos distribuir?
Los reptiles, especialmente las serpientes, están naturalmente acostumbrados a comer presas enteras, no son de ningún modo vegetarianos y siguen siendo carnívoros estrictos.
Es un aspecto muy importante a conocer y respetar cuando se decide elegir una serpiente, porque hay que poder darle esas presas. En caso de dificultades sobre este tema, es mejor optar por una solución alternativa, como por ejemplo lagartos vegetarianos, o tortugas que puedan alimentarse de otras cosas.
La mayoría de los reptiles se contentan con pequeños roedores, aunque algunos pueden preferir aves, e incluso peces.
Para alimentar a un reptil como una serpiente, es preferible dar el animal muerto en vez de vivo: primero, por razones de almacenamiento de la comida en casa, es más sencillo encontrar un espacio en el congelador dedicado a este efecto, por ejemplo.
Además, porque siempre hay un factor de riesgo al alimentar a una serpiente con un animal vivo, ya que algunos no podrán defenderse adecuadamente frente a su presa, y pueden entonces terminar con heridas graves, o infligir heridas a su dueño si este intenta intervenir.
También se ha notado que es más fácil hacer aceptar una presa muerta a una serpiente, sobre todo si el dueño la ha acostumbrado desde su más temprana edad.
Por el contrario, hay que tener en cuenta que algunas de las especies salvajes capturadas en la naturaleza (lo que no se aconseja) serán incapaces de acostumbrarse a comer presas descongeladas.
¿Cuál debe ser el tamaño de la presa? ¿Qué cantidad dar?
En respuesta a esta pregunta, depende de la especie y la edad del reptil: por ejemplo, las culebras digieren más rápidamente que los boas, y los reptiles jóvenes digieren más rápido que los adultos...
En general, se estima que se debe dar una presa de tamaño equivalente al doble de la parte más grande del reptil. Eso es un máximo. Algunas especies de reptiles también pueden tragar varias presas en una sola comida, por lo que la cantidad varía según la especie y la edad pero también en función de factores como el período de muda, la reproducción, o el crecimiento.
Las especies como los boas de arena prefieren las presas pequeñas porque su boca es demasiado estrecha para tragar otra cosa.
Además, otros reptiles son frágiles y por lo tanto necesitan presas de menor calibre para digerir bien: se aconseja darles una presa que nunca exceda la parte más grande de su cuerpo.
Sobre la cantidad y la frecuencia, el calendario de nutrición varía también de una especie a otra: las culebras pueden comer cada 3 o 4 días mientras que los boas comen solamente cada 6 días.
Es importante saber que, a medida que la serpiente crece, tanto el tamaño de las presas como la cantidad de la comida deben ser proporcionados, por lo tanto importantes, pero también que la frecuencia disminuye.
Lo ideal es tener una balanza y seguir el aumento de peso del reptil para ajustar lo mejor posible la cantidad, el tamaño de las presas y la frecuencia de las comidas.
La mayoría de los reptiles tienen una verdadera actividad diurna y se alimentan de día. Pero algunos, como el pitón, también tienen actividad nocturna. Es importante respetar este ritmo día/noche; para ello, basta con observar la ranura de su pupila que sabrá dar indicaciones sobre la adaptación nocturna del reptil.
¿Qué alimento para qué animal?
. Los agámidos
Los agámidos son principalmente insectívoros y carnívoros, por lo que se les puede alimentar con saltamontes, grillos, cucarachas, jóvenes lagartos, pero también con libélulas, pequeños escorpiones y arañas.
A la edad adulta, se puede complementar su alimentación con roedores muy pequeños y polluelos.
Cuando están en cautiverio, los agámidos pueden ser alimentados con presas vivas alternando si es posible 3 tipos de insectos como los grillos, las cucarachas y por qué no, los gusanos de la harina.
La comida también puede ser espolvoreada con calcio de 2 a 3 veces por semana así como con vitamina D para ayudar a desarrollar su metabolismo y compensar posibles deficiencias.
. Las tortugas de agua
Las tortugas acuáticas no son difíciles de alimentar ya que, como sus congéneres terrestres, son muy oportunistas y se alimentan de lo que encuentran.
Sin embargo, las tortugas se dividen en 3 categorías, es decir, carnívoras, omnívoras y herbívoras y es necesario conocer el régimen alimenticio de su animal.
De hecho, para las tortugas acuáticas llamadas carnívoras, se deberá proveer principalmente de peces pequeños, roedores, crustáceos, insectos (larvas, caracoles y lombrices) y también algunos anfibios o serpientes jóvenes.
Para las tortugas llamadas herbívoras, la alimentación estará compuesta por plantas semi-acuáticas como el berro, la lechuga de agua, las jacintos de agua, pero también algas, plantas y hierbas como el diente de león, las endivias, las acelgas, la lechuga y finalmente algunas frutas como el melón, las naranjas, los higos.
Para las tortugas omnívoras, como su nombre indica, pueden alimentarse de una dieta que combine la de las tortugas carnívoras y las herbívoras.
. Las tortugas terrestres
Las tortugas terrestres, al contrario de sus congéneres acuáticas, son muy dinámicas y muy activas, pasan su tiempo en la naturaleza buscando comida.
Es por eso que generalmente comen todo lo que encuentran y es también por eso que su alimentación es bastante variada. Esta se compone tanto de vegetales, plantas, frutas e insectos.
En general, la tortuga terrestre se alimenta en un 90% de vegetales y en un 10% de frutas.
Para que la formación de su caparazón sea perfecta, las tortugas terrestres no comen carne. Con este fin, también es importante proporcionarles un aporte de calcio bastante importante.
La dieta de una tortuga terrestre debe ser lo más cercana posible a la que tendría en su entorno natural manteniendo cuidado de no sobrealimentarla.
La verdadera dificultad, por lo tanto, reside en la frecuencia y la cantidad de la alimentación: naturalmente, el reptil sabe regularse pero ocurre (demasiado) a menudo que su dueño le alimenta más de lo que debería. La cantidad de comida recomendada varía con la temperatura, la edad de los reptiles, su actividad y su sexo.
Los individuos jóvenes absorben más comida que los adultos porque su organismo lo demanda más para desarrollar el metabolismo y responder a todas las necesidades vitales y nutricionales: por ejemplo, un bebé cocodrilo absorbe entre el 5 y el 10% de su peso cada semana. Los cocodrilos adultos, por su parte, solo comen "que" el 10% de su peso. Una serpiente de aproximadamente 2 metros devora de 2 a 3 ratones por semana y un camaleón puede ingerir 6 grillos por día.
Concretamente, un reptil puede alimentarse solo a voluntad, él mismo se regulará.
Los nutrientes
En términos de nutrientes, es importante asegurarse de que los reptiles consuman todo o gran parte de lo que se les da, para diversificar su alimentación y limitar las posibles deficiencias de vitaminas.
Por tanto, es necesario prestar atención al olor pero también al color de la presa y a su temperatura corporal que despertarán (o no) el apetito de los reptiles.
En general, incluso si el consumo de presas enteras no presenta o tiene pocas deficiencias vitamínicas; puede ser útil administrar al reptil, con una pipeta o con unas pinzas largas y planas de metal de 20 cm, vitaminas A, D, C con un agregado de aceite de hígado de bacalao, una yema de huevo o incluso a través de un hidrosol polivitamínico.
Una última indicación: no hay que olvidar de dar agua a los reptiles porque sus necesidades varían mucho según el estado de hidratación de las presas.
Los reptiles eliminan sus residuos urinarios en un 98% bajo la forma de ácido y han desarrollado mecanismos muy efectivos de recuperación de agua en todas sus formas.
Muchos reptiles no saben beber en un recipiente y entonces se hidratan bebiendo gotas de rocío. En este caso, es necesario prever un pulverizador.
Para las tortugas, es bastante diferente ya que pueden sumergir la cabeza en el agua.
En cualquier caso, es necesario utilizar solo agua limpia para el abrevamiento de los reptiles, un agua mineral suele ser más sana que el agua del grifo.
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