Cabrita enana: ¿Cómo cuidarla correctamente?

Así, después de los animales de la granja, las gallinas, los cerdos enanos y los ponis, podemos criar una cabrita enana en nuestros jardines. Es evidente que no todos pueden adoptar una y que hay ciertas precauciones que tomar, y no debemos emprender esta empresa sin un perfecto conocimiento de las consecuencias, a largo plazo, relacionadas con la introducción de una pequeña cabra en un jardín. Es primordial, antes que nada, entender su comportamiento, para poder determinar sus necesidades y especialmente los errores a no cometer con ella. Por lo tanto, debemos considerar la preparación del espacio antes de la llegada de su nuevo animal de exterior.

Por lo tanto, hay que notar que dicha cabrita no es el animal más exigente por su comportamiento, el cual permite una gran flexibilidad, coexistiendo muy fácilmente con otras especies de animales. Es sobre todo un animal muy dinámico que está a menudo en movimiento y descansa poco.

En cuanto a su terreno, este debe contar con ciertas características que permitirán a su pequeña cabra vivir adecuadamente. Para unas condiciones de vida óptimas, debe tener un espacio de al menos 80 m², incluso 120 m². Se refiere aquí al espacio de su terreno plantado con césped.

Al ser un rumiante, no tendría uso del concreto para su uso personal y esto no se toma en cuenta cuando mida su superficie disponible. Cuanto más espacio plantado pueda ofrecerle, más feliz estará.

Las cabritas enanas en total libertad pueden ser una verdadera plaga para su jardín. De hecho, estas no hacen distinción entre lo que se come y lo que no se debería comer: rosales, árboles, arbustos, plantaciones...

Rápidamente usted podría constatar que su jardín ha cambiado de aspecto, lo cual podría desagradarle. En solo un par de semanas, podría cambiar por completo la cara de su jardín, devastándolo.
Para evitar estos inconvenientes, lo más sencillo es cercar el espacio reservado para este pequeño animal. Para ello, nada más sencillo que vallar - con malla de cuadro - toda el área que le está dedicada.

Para más seguridad y evitar que su cabra intente colarse más allá de esta valla, puede instalar una pequeña cerca eléctrica, similar a las hechas para perros, que le permitirá mantener a su animal a distancia de la cerca.

La cabra sigue siendo un animal relativamente temeroso ante cosas desconocidas y podría entrar en pánico sin motivo aparente. En esos casos, preferirá refugiarse. Por lo tanto, es necesario que disponga de un espacio oculto reservado para ella, en el cual pueda refugiarse fácilmente, pero también pasar la noche y encontrar alimento.

Este refugio puede ser comprado directamente en tiendas de animales. De tamaño suficiente, medirá 2,50 metros de alto, por 3,50 de ancho y 2 de profundidad. Así, su animal podrá descansar y deambular sin estar apretado. Piense en poner una puerta para la noche, si desea que duerman encerradas. El refugio debe tener un rincón para dormir, donde deberá poner paja para permitirle pasar noches cálidas. También debe tener a su disposición heno, que colocará en un comedero con un bebedero de agua. Aunque las cabras beben poco y generalmente se conforman con el agua contenida en las hierbas que comen, pueden tener sed cuando se alimentan de heno.

Una vez creado este pequeño refugio, su animal de compañía se sentirá como en casa y tendrá sus puntos de referencia a salvo de miradas indiscretas. Recuerde cambiar la paja al menos una vez al mes por higiene.

Las cabras tienen muy pocas necesidades diarias, lo que las convierte en animales relativamente simples de cuidar. Lo mínimo que deben tener es hierba, la cual deberían encontrar por todo su jardín ; heno que deberán encontrar necesariamente en su refugio, fácilmente accesible para permitirles alimentarse por la noche o cuando la hierba ya no es suficiente.

La paja también es necesaria, pues además de usarla para dormir, la cabrita enana puede disfrutarla. Entre los indispensables, está también el agua limpia y abundante. Es necesaria, ya que su cabra no podría vivir sin agua.

Sobre lo adicional, hay que saber que las cabras son bastante golosas y que agradecen recibir de vez en cuando alguna golosina. Al respecto, hay que notar los frutos frescos, cortados y deshuesados, pero también las plantas y arbustos que, por ejemplo, podrá podar al llegar la temporada de poda. No dude en dar los restos de su huerto, si no están tratados. Los cereales como la alfalfa se pueden dar, pero en cantidades muy pequeñas.

No todo es bueno para su favorita y por lo tanto debe tomar precauciones con ciertos alimentos.

Las cabritas enanas necesitan menos aportes energéticos que sus hermanas mayores, que están más preparadas para el esfuerzo y, por tanto, para los aportes energéticos. Por ello, algunos alimentos son desaconsejables, e incluso prohibidos, pues pueden ser potencialmente tóxicos.

El trigo, por ejemplo, en cantidad suficiente, puede presentar un nivel de toxicidad importante para su cabra. Deberá asegurarse de no dárselo y evitar que tenga acceso al comedero de otros animales que puedan consumirlo. Del mismo modo, todos los productos procesados que contengan trigo están prohibidos, por lo que también lo están el pan que podría causar enfermedades a su animal.

El tuya, que presenta un nivel de toxicidad relativamente alto, es un alimento prohibido para la cabra. No debe tener acceso al tuya y no debe darle trozos frescos cortados tras una poda, con riesgo de encontrar a su animal muerto por intoxicación.

Estas precauciones deben generalizarse y cuando tenga dudas sobre un alimento, es mejor no dárselo que envenenarla. De hecho, sería una lástima perder a su animal por un simple capricho que fácilmente podría haberse evitado.

Recuerde siempre estar muy atento a la comida que sus hijos o vecinos puedan dar y no dude en advertirles. El pan que se da para alimentar a la cabrita enana también puede ser peligroso, tenga esto en cuenta.