¿Cómo proteger a mis gallinas en invierno?
El invierno es una estación dura, especialmente para los animales que viven al aire libre, como las gallinas. Sin embargo, puedes ofrecer más comodidad a tus aves durante los días fríos mediante trucos simples!
1/ Un gallinero bien aislado
Se trata de un lugar de elección que debe cumplir con tres condiciones: ser estanco, aislado del frío y protegido de la humedad. Aunque las gallinas no temen al fresco, son sensibles a las corrientes de aire y a la humedad. Por lo tanto, es fundamental que la estructura del gallinero esté bien protegida, sin dejar de lado una buena ventilación. Finalmente, la cama dispuesta en el suelo siempre debe permanecer seca, lo contrario indicaría un aislamiento deficiente.
2/ Un rincón de descanso muy acogedor
En invierno, las gallinas disfrutan poder poner huevos o descansar en un lugar cálido. ¡Así que sé generoso con la cantidad y calidad de la paja que compone sus nidos!
Para más comodidad, en caso de temperaturas negativas durante varios días, puedes instalar una lámpara de calor en el gallinero: esto permite que las aves se calienten y aumenten un poco su producción de huevos, que es notablemente menor en invierno.
3/ Una alimentación enriquecida
Ayuda a tus pequeñas protegidas a enfrentar mejor el invierno enriqueciendo su alimentación diaria con vitaminas y proteínas. Para ello, puedes ofrecerles pan seco rehidratado en agua, gusanos secos, o incluso, tus restos de mesa del tipo féculas, legumbres, carnes o pescados.
4/ Agua siempre accesible
En invierno, el principal riesgo es que el agua que se encuentra al aire libre se congele. Así que sé muy vigilante con este parámetro para poder ofrecer constantemente a tus gallinas agua limpia, frecuentemente renovada.
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