Pez enfermo: ¿qué hacer?

Un mismo acuario puede servir tanto de acuario hospital para los peces enfermos como de acuario de cuarentena para los nuevos integrantes. Las reglas para ponerlo en marcha y su mantenimiento son las mismas.

Si bien tiene ventajas evidentes en caso de enfermedad contagiosa, la instalación de este acuario tiene un costo. De hecho, requiere un equipo específico, que está destinado exclusivamente para él (plantas artificiales, termómetro, red...). Este no podrá ser empleado para otro uso como la reproducción o el mantenimiento de otros peces. De hecho, cualquier objeto inerte puede servir de vehículo para las enfermedades. Por lo tanto, la decoración del acuario debe ser muy básica, y todo debe poder ser limpiado muy fácilmente (por ejemplo, no coloque sustrato, arena o grava en el fondo del acuario). Sin embargo, algunas "escondites" serán apreciados, como algunas plantas de plástico o macetas volteadas, por ejemplo. Se debe evitar las plantas reales, que de todos modos no sobrevivirían a los posibles tratamientos y a la oscuridad.

En resumen, este acuario solo debe contener lo estrictamente necesario, se debe evitar colocar cualquier elemento superfluo en el cual los agentes patógenos puedan refugiarse. Al final del período de aislamiento, el acuario y todo el equipo deben limpiarse con un desinfectante, como lejía.

Respetar las normas de higiene es fundamental. Recuerde lavarse bien las manos antes y después de mantener sus acuarios.

El acuario de aislamiento debe ser lo suficientemente amplio y tener una tapa. El tamaño deberá adaptarse, por supuesto, a la especie en cuestión. Se debe evitar cualquier fuente de estrés que pueda retrasar la recuperación. Lo ideal es colocarlo en un lugar tranquilo y poco iluminado. Para el pez enfermo, debe ser un lugar cómodo y relajante.

Para permitir la maduración biológica del agua, una posibilidad es utilizar un cartucho de filtro previamente utilizado en el acuario comunitario, y mantener el acuario de cuarentena en funcionamiento constantemente, incluso en ausencia de peces. Para el acuario hospital, el agua se puede tomar del acuario comunitario. En todos los casos, los parámetros químicos del agua (amoníaco, nitritos, pH y temperatura) deben adaptarse a la especie. Es preferible controlarlos con kits de prueba disponibles comercialmente, diariamente o, al menos, con cada cambio de agua.

Si se trata de una cuarentena para un pez que acaba de adquirir, conviene mantener la temperatura en los valores altos tolerados por la especie. Así, si su nuevo pez "incuba" una enfermedad, esta se desarrollará más rápidamente y podrá detectarla antes. Por el contrario, las enfermedades tardarán más en manifestarse en un agua más fría y, por lo tanto, será necesario prolongar la duración de la cuarentena.

Si se trata de un pez ya enfermo, es preferible mantener la misma temperatura que en el acuario de origen, excepto para la enfermedad del punto blanco, que puede requerir un aumento temporal ligero de la temperatura.

Para los peces tropicales, se recomienda el uso de un calentador; una temperatura de 22 a 25 grados es adecuada. Para los peces de agua fría, generalmente 12 a 15 grados son suficientes. También puede colocar una piedra porosa para garantizar un nivel de oxígeno suficiente.

La filtración aquí es de vital importancia: el agua debe ser de la mejor calidad posible. Solo se instalará un filtro mecánico, de espuma. El carbón activado debe evitarse porque puede obstaculizar la acción de los posibles tratamientos. En cuanto a los filtros biológicos, su funcionamiento puede verse afectado por los medicamentos.

En general, los cambios de agua se pueden realizar dos veces por semana, renovando cada vez del 25 al 50% del volumen de agua. Sin embargo, deben ser diarios si su pez sufre de la enfermedad del punto blanco.

Distribuya la comida en pequeñas cantidades.