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Perro diabético: Causas, Síntomas y Tratamiento

Como los humanos, el perro puede sufrir de diabetes! Y como en los seres humanos, el perro diabético lo será durante toda su vida: una vez establecido el diagnóstico, un seguimiento regular y un tratamiento adaptado son necesarios. ¿Cómo se reconocen los síntomas de la diabetes canina? ¿Cuáles son las causas de esta enfermedad crónica y cómo se trata? El equipo de Zoomalia les explica todo lo que necesitan saber sobre la diabetes en perros.

Perro diabético: Causas, Síntomas y Tratamiento

Perro diabético: ¿cuáles son las causas de la diabetes canina?

Los diferentes tipos de diabetes en perros

Se distinguen dos grandes "familias" de diabetes:

  • la diabetes insípida, bastante rara, que proviene de un desajuste hormonal ;
  • y la diabetes mellitus, mucho más común, debido a una secreción anormal de insulina por el páncreas, y que conlleva una desregulación del nivel de glucosa en la sangre del perro (hipoglucemia o hiperglucemia).

La diabetes mellitus se subdivide a su vez en tres "categorías".

  • La diabetes juvenil, o diabetes tipo I: como su nombre indica, esta afecta principalmente a los cachorros y suele tener un origen genético.
  • La diabetes relacionada con la obesidad, o diabetes tipo II: más rara, corresponde a un aumento de  la insulina en la sangre del perro. 
  • La diabetes delgada, o diabetes tipo III: generalmente es una evolución de  la diabetes tipo II. Agotadas, las células que secretan insulina dejan de funcionar y el nivel de insulina disminuye.

Los factores y predisposiciones de la diabetes en perros

En muchos casos, la diabetes mellitus aparece en perros como resultado de:

  • un fallo del sistema inmune ;
  • una inflamación del páncreas (pancreatitis) ;
  •  un desajuste o una destrucción de las células pancreáticas.

Ciertos perros son más propensos a desarrollar esta patología. Primero, se observa que la diabetes mellitus es más frecuente en hembras — aproximadamente 2 a 3 veces más que en machos. En particular, las hembras no castradas son más sensibles a los desajustes hormonales, que pueden causar la aparición de diabetes. Lo mismo ocurre con las hembras gestantes, por las mismas razones.

La edad también es un factor determinante: los perros diabéticos suelen tener entre 6 y 10 años cuando aparecen los primeros síntomas. Lo mismo se aplica al grado de actividad física: los perros sedentarios, que carecen de ejercicio o sufren de sobrepeso, están más expuestos a la diabetes.

Finalmente, algunas razas tienen una predisposición: este es particularmente el caso del Beagle, Cairn terrier, Caniche, Keeshond, Pinscher miniatura, Dachshund o Terrier australiano.

¿Cuáles son los síntomas de un perro con diabetes?

¡Los signos a vigilar de cerca!

Los primeros síntomas de la diabetes son difíciles de detectar, ya que generalmente el perro no parece estar enfermo. En esta etapa, los cuatro signos típicos de la enfermedad son:

  • un aumento de la sed ;
  • un aumento de la necesidad de orinar;
  • un aumento de la necesidad de orinar;
  • un mayor apetito;
  • una pérdida de peso significativa.

Si la patología está más avanzada, otros síntomas pueden alertar a los dueños:

  • una postración y pérdida de energía;
  • hipertensión;
  • infecciones de la piel;
  • infecciones urinarias y problemas renales;
  • problemas oculares (cataratas);
  • orina pegajosa, indicativa de un alto nivel de azúcar.

Cuando se habla de diabetes "complicada", se refiere a que ha alcanzado una fase muy avanzada, pudiendo llevar a un coma o incluso poner en peligro la vida del perro. Los siguientes síntomas requieren una intervención urgente:

  • estado depresivo;
  • deshidratación;
  • dificultades para respirar;
  • pérdida de apetito;
  •  vómitos.

Por sí solos, estos síntomas no son específicos a la diabetes: podrían ser de cualquier otra enfermedad. Sin embargo, es mejor consultar al veterinario desde los primeros signos de alerta.

El diagnóstico de la diabetes en perros

Solo un médico veterinario podrá realizar un diagnóstico seguro. Para confirmar la presencia de diabetes mellitus en un perro, él prescribirá diferentes exámenes, como:

  • un análisis de orina, para estimar la cantidad de glucosa y detectar una posible infección urinaria;
  • una ecografía abdominal, para evaluar el estado de salud del páncreas;
  • una medición de enzimas pancreáticas, para descubrir una posible pancreatitis;
  • un análisis de sangre, para conocer el nivel de glucosa en la sangre.

¿Cómo tratar la diabetes en perros?

Una hospitalización de estabilización

Si su perro ya sufre de diabetes avanzada en el momento del diagnóstico, su veterinario puede prescribir una hospitalización de algunos días. Esto permitirá estabilizar la glucemia de su mascota y asegurar un retorno a la normalidad de su apetito, su hidratación y su estado de salud en general.

En esta ocasión, también se podría realizar una curva de glucemia para determinar la dosis más adecuada para el tratamiento futuro.

Un tratamiento adaptado al perro diabético

El tratamiento prescrito para la gran mayoría de los perros diabéticos consiste en injecciones de insulina, a administrar cada día. Estas buscan regular lo mejor posible el nivel de glucosa en sangre, y mejorar los síntomas de la enfermedad previniendo posibles complicaciones.

El médico veterinario determinará el tipo y la cantidad de insulina a inyectar. Estas indicaciones deben seguirse al pie de la letra por el bienestar de su amigo canino. Las dosis deben administrarse cada día a la misma hora, siempre antes de las comidas.

¿Cómo vivir con un perro diabético?

Controlar la glucemia de su perro

En algunos casos, el veterinario le pedirá que controle la glucemia de su perro diabético. Para ello, deberá utilizar un lector llamado glucómetro. Este depende de una toma de sangre, a realizar en el pabellón de la oreja. Siga estos pequeños consejos para que la operación transcurra lo mejor posible:

  • caliente la oreja de su perro con sus manos;
  • exponga el interior de la oreja revelando la vena que corre a lo largo de su borde;
  • pinche la vena con el aparato hasta que aparezca una pequeña gota de sangre;
  •  coloque el lugar del glucómetro dedicado al análisis en la gota de sangre (normalmente una señal sonora le avisará en el momento en que pueda retirar el aparato);
  •  tape la oreja con una compresa estéril para detener el sangrado.

Administrar las dosis de insulina a su perro

Las dosis de insulina se presentan en forma de agujas de un solo uso. Estas deben conservarse necesariamente en el refrigerador y luego deben ser inyectadas debajo de la piel: esto puede parecer aterrador al principio, ¡pero tranquilícese! Es una inyección totalmente indolora para su perro. Siga estos consejos si tiene dudas sobre cómo proceder:

  • mezcle delicadamente la insulina girando el frasco varias veces;
  •  inserte la aguja y tire del émbolo de la jeringa para extraer la dosis adecuada;
  • con un toque suave, expulse la burbuja de aire en la punta de la jeringa;
  • con su pulgar e índice, pellizque ligeramente la piel del tórax de su perro;
  • inserte la aguja en la base del "bulto" así formado y empuje el émbolo hasta el  final; 
  • asegúrese de inyectar cada nueva jeringa en una parte diferente del tórax.

El tratamiento insulínico es relativamente bien tolerado por los perros — aunque siempre es necesario un control, como con cualquier tratamiento. Varios efectos secundarios pueden manifestarse con el tiempo. Avise a su veterinario si su perro muestra los siguientes síntomas después de las inyecciones:

  • un estado de depresión o fatiga anormal;
  • mareos o una marcha tambaleante;
  • rigidez o convulsiones.

Supervisar el peso y la actividad de su perro diabético

Como hemos mencionado antes: el sobrepeso y la falta de actividad son factores agravantes de la diabetes en perros — al igual que el peso insuficiente en perros demasiado delgados. Además de asegurar un tratamiento asiduo y regular a su animal, tendrá que ajustar su régimen alimenticio.

Su veterinario generalmente le aconsejará piensos adecuados para perros diabéticos, diseñados para mantener el peso y la glucemia a un nivel razonable. Deberá seguir escrupulosamente este nuevo régimen, limitando al máximo los premios y ofreciendo comidas a horas regulares.

Un aumento de la actividad física también será bienvenido: ayudará a reducir el nivel de azúcar en sangre, además de mantener a su perro en su peso ideal. Propóngale paseos más largos y regulares, así como juegos estimulantes (en su presencia o en ausencia: pelotas, juguetes para roer, alfombras de juego...).


¡Recuerde! Recordemos que la diabetes en perros es una enfermedad crónica, que requerirá tratamiento de por vida. Si al principio puede parecer una tarea ardua, rápidamente se convierte en una rutina para el perro y su dueño, y asegura a su mascota una vida cotidiana completamente normal, así como una esperanza de vida similar a la de sus pares. Lo esencial es diagnosticar la enfermedad lo antes posible, para tratarla de la manera más adecuada: ante cualquier cambio en el estado de salud de su animal, ¡consulte siempre a su veterinario! ¿Quiere saber más sobre las enfermedades que puede sufrir su perro? También lea nuestro artículo sobre la artritis en perros.

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