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Leucosis Felina: Causas, Síntomas y Tratamiento

En Francia, del 5 al 10 % de los gatos son seropositivos a causa de una infección por el virus de la leucemia felina. Esta enfermedad infecciosa se transmite únicamente entre felinos a través de los fluidos corporales. Incurable, solo podrás aliviar los síntomas de la leucosis felina que padece tu animal. ¿La mejor prevención? La vacunación. Descubre las especificidades del virus leucemógeno para cuidar a tu gato.

Leucosis Felina: Causas, Síntomas y Tratamiento

¿Qué es la leucosis felina?

Definición de la leucosis felina

La leucosis felina, también conocida como leucemia felina, es una enfermedad infecciosa grave que afecta a los felinos. Se da en gatos, pero también pueden contraerla felinos salvajes como el tigre, el león y el lince.

La leucosis felina se debe a un virus, más específicamente a un retrovirus que se encuentra a nivel mundial, el virus leucemógeno felino o FeLV. En su funcionamiento, el FeLV se asemeja al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el SIDA.

No obstante, la leucosis felina no se transmite al ser humano. Los gatos adultos de más de 3 o 5 años son las principales víctimas del FeLV.

Expectativa de vida de un gato seropositivo

La estimación de la expectativa de vida de un gato afectado por la leucosis felina depende del avance de la enfermedad y de la respuesta del sistema inmunitario de tu animal.

Generalmente, un gato contaminado puede evolucionar sin síntomas aparentes durante 5 años. En el caso del desarrollo de un linfoma asociado al FeLV, la expectativa de vida se reduce drásticamente y puede no superar algunas semanas.

Ante la leucosis felina, la prevención sigue siendo la mejor solución.

¿Cuáles son las causas de la leucosis felina?

Transmisión del virus leucemógeno

El virus de la leucosis se transmite de un gato a otro por contacto con fluidos corporales como la sangre, la saliva, las lágrimas, el esperma y la orina.

Los gatos que salen al exterior están más expuestos al virus FeLV que los gatos de apartamento, a través de diferentes situaciones comunes:

  • contacto directo con la saliva y la orina de otros gatos, especialmente en caso de lamidos;
  • ataque con mordidas o lamido de una herida;
  • compartir la misma comida.

A tener en cuenta: en ausencia de detección previa, el virus de la leucosis felina también puede ser transmitido durante una transfusión sanguínea.

Las hembras en gestación pueden transmitir el virus in utero por vía transplacentaria y durante la lactancia. Un gatito contaminado al nacer deberá ser vacunado inmediatamente para apoyar su sistema inmunitario.

¡Buenas noticias! No teman llevar a su gato al veterinario, porque aunque el FeLV de la leucosis felina es virulento por contacto directo entre fluidos, resiste mal al aire libre. Así que, asegurando la limpieza del material médico entre dos consultas, su experto en salud animal le protege de cualquier riesgo de contagio.

Contaminación del organismo

Cuando el virus FeLV contamina las glándulas salivales, es excretado en gran cantidad a través de la saliva.

El virus no se queda confinado en las secreciones del gato contaminado, sino que se mueve hacia los tejidos linfoides locorregionales antes de atacar a todo el organismo. En los casos más graves, el virus de la leucosis felina alcanza la médula ósea.

La leucosis felina es una enfermedad insidiosa. Después del contagio, la multiplicación del virus en el organismo se denomina fase silenciosa, es decir, que tu gato no desarrolla ningún síntoma mientras su cuerpo está siendo invadido.

Así, su felino puede ser positivo a la leucosis felina durante meses, incluso años, sin que usted se dé cuenta. Como con el VIH, se dice que es seropositivo al FeLV. Durante esta fase, su animal es contagioso y puede transmitir el virus a todos los otros gatos que encuentre.

¿Cuáles son los síntomas de la leucosis en los gatos?

Síntomas de la leucosis felina

Al contaminar todo el organismo, el virus FeLV vuelve al gato inmunodeficiente, es decir, que su sistema inmunológico funciona menos bien que el de un animal sano.

Así, es más susceptible a infecciones que sus congéneres sanos. Estas enfermedades, llamadas oportunistas, junto con los daños causados por el virus, llevan a una anemia del animal. Las siguientes patologías afectan frecuentemente a los gatos seropositivos e inmunodeprimidos:

  • infecciones respiratorias;
  • problemas dermatológicos;
  • enfermedades de los ojos y los oídos;
  • trastornos del aparato urinario y cáncer renal;
  • parasitismo a nivel de las células sanguíneas;
  • trastornos articulares y óseos como la artrosis;
  • linfomas y leucemias.

Si su gato es reproductor, pueden ocurrir anomalías durante la gestación.

Bueno saber: un gato en perfecto estado de salud también puede ser el objetivo de enfermedades oportunistas, pero su sistema inmunológico las combatirá rápidamente o sufrirá de una forma benigna. Las enfermedades oportunistas presentan graves consecuencias solo en un animal debilitado.

Diagnóstico de la leucosis felina

Si nota un cambio de comportamiento en su gato, debilidad o un aumento de patologías con recurrencias, su veterinario podrá proponerle realizar una prueba de detección de la leucosis felina, llamada prueba de FeLV.

Ciertos análisis rápidos le proporcionan un resultado en unos minutos. Para una evaluación más profunda del estado de su felino, una extracción de sangre permitirá probar diferentes parámetros en laboratorio y saber si su gato sufre de leucosis felina u otras patologías.

A veces, se imponen varias pruebas para establecer con certeza el diagnóstico. También puede realizar una detección mientras su animal está en perfecto estado de salud, si acaba de adoptarlo por ejemplo. Sea vigilante, especialmente si ya tiene un gato en casa.

¿Sabía usted? La prueba de FeLV siempre se realiza en los refugios antes de una adopción. Si piensa acoger a un gato, exija que los resultados del FeLV sean adjuntados a su expediente.

¿Cómo curar la leucosis felina?

Tratamiento de la leucosis felina

Lamentablemente, la leucosis felina no se puede curar. No hay ningún tratamiento antiviral disponible hoy en día, aunque el mundo veterinario ve en los interferones un método prometedor para tratar esta patología. 

Las enfermedades oportunistas que afectan a los gatos seropositivos deben ser tratadas caso por caso según sus síntomas y gravedad.

Para recordar:
piense en tratar regularmente a su animal contra lombrices, pulgas, sarna y garrapatas para hacerlo menos vulnerable a estos parásitos.

Prevención del FeLV

¡Mejor prevenir que curar! Este proverbio tiene todo su sentido con la leucosis felina. Un vacuna muy eficaz contra la leucosis felina es de hecho recomendada por todos los veterinarios para proteger a su animal.

Según el consejo de su veterinario, le aconsejamos vacunar a su animal mientras todavía es un gatito, desde la edad de dos meses, especialmente si pasa mucho tiempo al exterior. Para garantizar que no esté contaminado, pida una prueba previa que le permitirá estar tranquilo sobre su estado de salud.

El refuerzo se realiza anualmente o cada tres años según el tipo de vacuna seleccionado y el riesgo de contaminación.

Remedios naturales

Un gato seropositivo deberá dejar de salir al exterior para reducir los riesgos de contaminación de otros felinos, pero también para no contraer enfermedades oportunistas. Su sistema inmunológico estando deficiente, deberá cuidarlo lo máximo posible.

Ningún remedio natural puede tratar la leucosis felina, pero algunos pueden ayudar a atenuar los síntomas, como las flores de Bach o la homeopatía que poseen propiedades calmantes.

De todas formas, usted puede actuar sobre el entorno de su animal ofreciéndole un hogar tranquilo, reconfortante y poco estresante. Un animal seropositivo apreciará un ambiente cálido y acogedor. Multiplique los lugares de descanso y mantenga a su compañero cerca de usted. También ofrezca a su gato una alimentación de excelente calidad para facilitar su digestión. Además, mantenga los juguetes de su gato, su arenero y sus comederos bien limpios para reducir aún más los riesgos de contaminación.

Finalmente, no ponga un gato enfermo en contacto con otros para evitar un contagio. Deberá hacer examinar a su gato por su veterinario aproximadamente cada seis meses para seguir la evolución de la enfermedad. Manténgase atento a cualquier deterioro de su estado para informar a este experto en salud animal.


¡En resumen! Ahora sabe más sobre la leucosis felina. Esta enfermedad viral no se puede curar y solo podrá atenuar los síntomas protegiendo a su animal de una infección por enfermedades oportunistas. Para evitar cualquier problema, vacune a su gato contra la leucosis felina y no dude en realizar una detección previa en caso de duda. Si es el dueño de un animal seropositivo, manténgalo en interior para mejorar su comodidad de vida y reducir las interacciones con otros sujetos. Con mucho amor y precaución, su gato vivirá mucho tiempo.

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