La higiene en los roedores

Los roedores se asean varias veces al día, aproximadamente entre 6 y 8 veces. A contrariodelos prejuicios, son animales muy limpios y en la mayoría de los casos (9 de cada 10) no es necesario bañarlos porque saben muy bien cómo hacerlo por sí mismos, y cuándo hacerlo. Si, sin embargo, se notara falta de higiene, entonces sería una señal de enfermedad o un signo de vejez o... falta de atención por parte del dueño.
Es por esto que, cuando se compran roedores en una tienda de mascotas, por ejemplo, es muy útil aprender a conocer su comportamiento y saber cuáles son sus necesidades y expectativas.
Hay que saber que los roedores afilan sus dientes naturalmente en ramas cuando están en estado salvaje y que liman sus pequeñas garras excavando madrigueras y otros agujeros. Cuando estos animales están en cautividad, no siempre es posible para ellos a menos que se les haya dejado a disposición algo para excavar y algo para roer. Es importante, al elegir tener roedores, pensar también en estas etapas de acondicionamiento de su jaula para asegurarles un bienestar y una higiene todos los días.
Además, los roedores son muy sensibles al estrés y a cualquier cambio en su entorno: por eso es primordial dar importancia a su hábitat y elegir un lugar ideal para ellos, es decir, si es posible en altura, lejos de una ventana o de una fuente de calor para no molestarlos.

Índice:

Sus gestos de higiene
El cuidado del pelo y las garras
La higiene de la jaula

Sus gestos de higiene

- El cobayo es un animal frágil a pesar de las apariencias. Es importante pensar en tener siempre 2 cobayos para evitarle cualquier problema. En términos de salud y nutrición, necesita vitamina C y heno para poder roer a diario.
- Para el hámster, siempre es arriesgado porque este animal puede ser tan tranquilo como puede volverse agresivo. También necesita una pequeña jaula práctica para que tenga su propio espacio.
- El ratón ama vivir en el mismo lugar que su dueño: aunque es dinámico, sigue siendo frágil y puede morder si se siente asustado. Su jaula no ocupa mucho espacio pero es necesario limpiarla muy a menudo, especialmente por los olores.
- La rata es un animal inteligente que requiere atención única y no le gusta sentirse descuidado, le gustan las caricias.
- El chinchilla es un animal dócil y limpio, sin embargo frágil porque pueden perder mechones de pelo tan pronto como sienten una emoción fuerte. Es importante pensar en encontrarle un hábitat adecuado a su tamaño y a sus saltos (hasta 1 m de altura a veces).
- La jerbilla es un animal muy limpio que produce poca orina y excrementos, por lo que la tarea de limpieza de su jaula no lo es tanto.

Acabamos de ver que la mayoría de los roedores pueden ser limpios pero aún es necesario que cuenten con un entorno adecuado y que respetemos su naturaleza y sus condiciones de vida.

Como acabamos de ver, los roedores realizan por sí mismos su aseo pero según la especie del roedor, puede ser necesario ayudarlos un poco. El roedor, pase lo que pase, y muchas veces al día, se lava, se rasca, se lame, limpia su pelaje, lava su cola, etc.

El dueño interviene para arreglar su pelo, aunque la belleza de este depende enormemente de la calidad del alimento y de la limpieza de la piel del animal. Con un simple cepillo, se acostumbra al roedor a ser limpiado, teniendo cuidado de no herirlo ni irritarlo.

Lo mismo para las uñas donde hay que saber ser prudente y no cortarlas ni crear una herida. En caso de dudas, el veterinario es el profesional a contactar.

Algunos profesionales, sin embargo, aconsejan bañar al roedor pero esto debe permanecer excepcional como cuando vuelve de un paseo "fangoso", por ejemplo, o cuando está expuesto a un público (exposición, feria profesional).
En cuanto al crecimiento constante de los dientes, se recomienda proporcionar a su roedor algo para masticar, roer y desgastar a diario. Igualmente, si los dientes parecen demasiado largos y tememos cortárselos, el veterinario puede encargarse y incluso aconsejar al dueño sobre cómo proceder.
Después de haber observado estos casos particulares, solo queda observar regularmente al roedor e inspeccionar sus orejas, su pelaje, su trasero, su hocico e incluso sus deposiciones ocasionalmente.
Su comportamiento obviamente debe vigilarse porque si el roedor está enfermo, si rechaza su comida, si pierde pelo, corre el riesgo de debilitarse y su estado de salud puede deteriorarse. Una higiene dudosa esporádica también puede ser fuente de contaminación entre los otros animales de su jaula o en el exterior.

El cuidado del pelo y las garras

Aunque los roedores se limpian por sí mismos y no requieren baños, el dueño puede necesitar lavar a su roedor: para ello, debe cepillarlo regularmente desde una edad temprana para que se acostumbre. Luego se vierte un poco de agua tibia en el lavabo asegurándose de que el roedor tenga agua hasta encima de las patas. No se debe verter agua en su cabeza o sus orejas. Después de ser lavado, el roedor puede ser secado con una toalla. Es crucial que solo se le devuelva a su jaula cuando esté completamente seco.

En cuanto a las garras que crecen continuamente en los roedores, estas se desgastan naturalmente ya que al roedor le gusta rascar, excavar, hurgar. Pero cuando las garras se vuelven demasiado largas, puede ser útil cortarlas con un cortaúñas pequeño o una tijera de garras que están diseñadas para ello y que se encuentran fácilmente en las tiendas de mascotas. Este episodio puede ser estresante para el roedor y es importante reconfortarlo antes, durante y después de la delicada operación.

En caso de dudas o vacilaciones, es necesario ir a un veterinario que se ocupará fácilmente con conocimiento profesional.

Para el pelaje, finalmente, el roedor puede perder fácilmente mechones enteros de pelo bajo el efecto de un impacto emocional como un miedo repentino. Aunque el roedor sea naturalmente limpio, es recomendable cepillarlo y peinarlo una vez por semana para que se acostumbre al contacto del accesorio, pero también para eliminar todas las impurezas y el polvo que no haya podido eliminar por sí mismo. Retirarle los pelos muertos puede evitar la formación de un bloqueo en el estómago del roedor.

La higiene de la jaula

En cuanto a su hábitat, su jaula, el roedor necesita una cama vegetal ligera y bastante absorbente: utilizará este "tapiz vegetal" por innumerables razones, ya sea para proteger sus patas, absorber su orina, hacerse un nido, para rascar y excavar, etc.

La jaula debe limpiarse muy regularmente, si es posible todos los días debido a la aparición de malos olores y la maceración de alimentos y excrementos. La jaula también puede lavarse con agua tibia y desinfectarse con lejía.

La higiene de su hábitat debe mantenerse impecable, sea cual sea la estación. Los roedores llevan una vida muy organizada, hecha de pequeños hábitos como comer, dormir, hacer sus necesidades y es así como nos damos cuenta de que el lugar donde hace sus necesidades está ubicado al extremo opuesto del lugar donde duerme y come. Una vez que se ha observado esto, el dueño puede organizar libremente la jaula del o de los roedores y llenar los lugares estratégicos con heno o virutas de madera para que la jaula se pueda limpiar más fácilmente.

Así que la higiene de un roedor debe tomarse muy en serio, tanto por la salud del animal como por la de sus congéneres y también por las posibles consecuencias para el ser humano.
Adoptando un ritmo regular en los cuidados, la atención, la limpieza, esto se convertirá en un ritual para el animal como cualquier otro de sus hábitos.
El roedor, un animal muy sensible a los cambios de entorno, sabrá agradecer ampliamente al dueño las precauciones que haya tomado con él, para una complicidad siempre mayor, para que siga siendo una mascota muy agradable.