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Hernia Umbilical en Cachorros: Causas, Síntomas y Tratamiento

La hernia umbilical del cachorro es relativamente común entre los jóvenes perros, e incluso puede afectar especialmente a ciertas razas debido a su carácter hereditario. La gravedad de las hernias umbilicales varía según su tamaño y naturaleza. Las más pequeñas pueden reabsorberse por sí solas, y las más grandes pueden causar complicaciones médicas que a veces requieren atención quirúrgica.
En este artículo, explicamos cuáles son las razas de perros más susceptibles, cómo diagnosticar una hernia umbilical y en qué casos es importante, o incluso vital, recurrir a un veterinario.

Hernia Umbilical en Cachorros: Causas, Síntomas y Tratamiento

¿Qué es la hernia umbilical de un cachorro?

La hernia umbilical es una malformación natural del ombligo que se hace visible cuando el cordón umbilical se corta o cae naturalmente. La pared umbilical del abdomen queda abierta y parte de su contenido sobresale, formando una bola bajo la piel.

En la mayoría de los casos, la hernia umbilical es de origen congénito. Puede haber hernias causadas por un trauma o como resultado de una operación quirúrgica, pero esto es bastante raro. Normalmente, la hernia es visible desde el nacimiento del perro o en los días siguientes. En algunas razas, puede aparecer unas semanas después del nacimiento, y parece que hay especies especialmente propensas.

A continuación se presenta una lista de razas cuyos cachorros están predispuestos a la hernia umbilical hereditaria:

  • el Pointer ;
  • el Braco de Weimar ;
  • el Airedale terrier ;
  • el Boston terrier ;
  • el Lhassa Apso ;
  • el Beagle ;
  • el Basenji ;
  • el Pequinés.

En los criaderos profesionales, a los cachorros que presentan una hernia umbilical al nacer generalmente no se les elige para la reproducción. Como este trastorno suele ser hereditario, es un principio de precaución importante a respetar. 

Cuando la hernia umbilical es resultado de un movimiento incorrecto durante el parto, tanto la madre como la persona que cortó el cordón pueden ser responsables. Si la hernia es hereditaria, puede ocurrir después de la caída natural del cordón umbilical, provocando un defecto en el cierre de la pared abdominal.

¿Cuáles son los síntomas de la hernia umbilical del cachorro?

Al principio, la hernia puede pasar desapercibida. Si tienes un cachorro, debes verificar mediante palpación que no haya ninguna masa anormal cerca de su ombligo. El primer diagnóstico consiste en localizar e identificar esta bola, que suele ser blanda y que se puede rodar con los dedos. Puede ocurrir que una hernia se vuelva dura, especialmente cuando presenta una fuerte adherencia. En este caso, los tejidos que contiene tienden a pegarse a las paredes subcutáneas y se endurecen al tacto.

El diagnóstico del veterinario es primero clínico, y si lo considera necesario, procederá a realizar una radiografía abdominal o una ecografía. El objetivo de estos exámenes es identificar las hernias estranguladas, que son también las que presentan más riesgos. El especialista también podrá evaluar la presencia de asas intestinales o fragmentos del intestino en el corazón de la hernia.

En el caso de una hernia estrangulada, los síntomas serán más alarmantes:

  • dolor abdominal importante ;
  • pérdida de apetito y de vitalidad ;
  • fiebre.

¿Cuáles son los riesgos para el cachorro que sufre de una hernia umbilical?

Los riesgos dependen primero del tamaño de la hernia.

  • Hernia menor a 1 cm de diámetro: estas son las hernias llamadas pequeñas, son en la mayoría de los casos benignas, no afectan la salud del animal y pueden incluso cerrarse naturalmente antes de los 6 meses del cachorro. El veterinario pedirá a su dueño que observe su evolución. Si persiste, puede reducirse al mismo tiempo que un acto quirúrgico que requiera anestesia, como una esterilización.
  • Hernia mayor a 2 o 3 cm: más voluminosa, la masa puede contener asas intestinales, membranas que recubren las vísceras (epiplón) además de la grasa presente en las pequeñas hernias. En los casos más preocupantes, puede albergar una parte del bazo o del hígado. Precisamente es un peligro desarrollar una hernia estrangulada, cuando una parte del intestino queda atrapada en el anillo herniario y privada de flujo sanguíneo.

Hernia umbilical simple, los casos benignos

El cachorro no sufre y el único síntoma que puede alertar es la presencia de una pequeña bola bajo la piel del abdomen del animal. Corresponde simplemente al contenido graso que se abre camino hasta la pared subcutánea, estando la pared muscular perforada. Los veterinarios, como los criadores de animales profesionales, tienen la costumbre de controlar este aspecto al nacer y están obligados a mencionar su presencia a los posibles compradores. Este tipo de hernia raramente se somete a una operación, pero es importante saber que sigue siendo un punto débil de su animal que podría lesionarse en ese lugar y sufrir complicaciones.

Hernia umbilical estrangulada, los casos preocupantes

Es la forma complicada de la hernia umbilical del cachorro. Cuando el agujero que atraviesa la pared muscular es grande, una asa abdominal se abrirá camino y se instalará. El riesgo se vuelve muy presente si un pequeño fragmento de intestino queda atrapado y privado de irrigación. En este caso, el peristaltismo abdominal que consiste en contraer los músculos para avanzar los alimentos en el tubo digestivo no puede efectuarse de manera normal y esto puede detener todo el trabajo de digestión.

¿Cómo tratar la hernia umbilical en un cachorro?

Las pequeñas hernias umbilicales no van a requerir un tratamiento quirúrgico, al menos inicialmente. Se aconseja verificar que el agujero no se agrande y que el perro no parezca sufrir por esta malformación. 

Cuando reciben un cachorro con una hernia umbilical, los veterinarios adaptan el tratamiento según la naturaleza de la hernia:

  • Hernia umbilical reducible: Tras evaluar la consistencia y el tamaño de la hernia, el especialista intentará empujarla manualmente hacia dentro del abdomen. El procedimiento es delicado, ya que consiste en empujar el saco herniario a través del anillo. En algunos casos, esto basta para reducir la hernia y no se considera necesario planificar una intervención quirúrgica.
  • Hernia umbilical irreducible: Cuando la hernia no puede reducirse de forma manual, el veterinario no toma riesgos. De hecho, algunos órganos o tejidos atrapados podrían desgarrarse durante la manipulación. Esto sucede cuando hay adhesión de asas intestinales o de un fragmento de hígado o bazo. Después de inyectar un producto de contraste en el perro, se realiza una radiografía abdominal y determina con precisión cuáles son los órganos que se han deslizado en el saco herniario. Si el riesgo de estrangulamiento es alto, se puede iniciar una operación quirúrgica rápida.

¿Cuándo operar una hernia umbilical?

Cuando hay riesgo de estrangulamiento y según el contenido de la hernia, la operación puede programarse en días o semanas, o incluso realizarse de urgencia. Las complicaciones pueden ser significativas cuando la digestión se interrumpe o cuando algunas partes de órganos no están vascularizadas. También pueden ocurrir una oclusión intestinal o una insuficiencia respiratoria cuando la hernia umbilical está estrangulada.

Precauciones postoperatorias y convalecencia

El cirujano procederá a la reducción o al cierre de la hernia umbilical y administrará a su perro un tratamiento antiinflamatorio. Es muy importante respetar el número de días prescritos para que los tejidos y órganos internos cicatricen completamente.

Se puede agregar un antibiótico, luego se establecerá un control regular para verificar la buena salud del animal y su cicatrización. Puede haber cuidados a realizar (cambio de vendajes) a la espera de la absorción completa de los hilos.

Cuando la operación concierne a una hernia delicada, el veterinario retira él mismo los hilos quirúrgicos.

Para que la convalecencia del perro transcurra de la mejor manera, depende de usted, su dueño, asegurarse de que no se mueva demasiado. Olvide durante un tiempo los juegos y deje para más adelante las actividades estimulantes. También debe prestar atención a lo que come en los días posteriores a la operación y controlar que sus excrementos sean normales. Puede continuar con los paseos tranquilos y ofrecer algo de ejercicio a su mascota para que gaste su energía.


Nuestros consejos sobre la hernia umbilical a recordar! Si su perra acaba de parir, verifique que los cordones umbilicales no presenten nada anormal. Palpe el abdomen de los bebés para comprobar que no haya una bola bajo la piel que podría alertarle. Si adopta un cachorro, pida al criador que le confirme que su animal no presenta signos de hernia umbilical. Si detecta una protuberancia fluctuante o fija, aproveche una visita rutinaria para pedir consejo a su veterinario. Finalmente, si su animal muestra signos de debilidad, desinterés o pérdida de apetito, verifique que haga bien sus necesidades. Una hernia umbilical con estrangulamiento puede ser muy peligrosa para la salud de su cachorro y no debe quedarse sin consulta médica.

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