El estrés en conejos y cobayas
El estrés no es un simple malestar, se traduce en alteraciones fisiológicas como la liberación incrementada de hormonas o neurotransmisores (cortisol, catecolaminas), o incluso en pérdida de peso. Todo esto tiene consecuencias importantes en la salud de nuestros animales. Sin embargo, los conejos y las cobayas son muy susceptibles a él por su temperamento naturalmente ansioso.
Índice:
- ¿Cuáles son las principales causas de estrés?
- ¿Cómo reconocer un animal estresado?
- ¿Cuáles son las consecuencias del estrés?
- ¿Cómo reducir el nivel de estrés?
¿Cuáles son las principales causas de estrés?
1) En el conejo
Hay que saber que el confinamiento, es decir, la vida en jaula, representa por sí mismo un estrés para el conejo. Esto ha sido un poco atenuado por la domesticación, que ha seleccionado progresivamente conejos que toleran mejor vivir en un espacio restringido. No obstante, las salidas siguen siendo esenciales para la salud mental de su conejo.
Por otro lado, se trata de un animal territorial. Por eso generalmente tolera mal las intrusiones en su jaula, que a menudo sanciona con gruñidos o golpes de pata. También por esta razón, la introducción de un nuevo individuo en el territorio puede ser una fuente de estrés. Esto debe hacerse muy progresivamente. En el ideal, los primeros contactos deberán tener lugar en una zona "neutra", es decir, un lugar que su conejo no considere como su territorio.
Todo entorno extraño estresa al conejo: cuidado por un amigo durante sus vacaciones, hospitalización, transporte, olor inusual. De la misma manera, manipulaciones demasiado largas o frecuentes, o incluso ruidos súbitos o inusuales incrementarán la ansiedad de su animal. Esto ha llevado a los criadores de conejos a difundir música permanentemente, o tener encendida la radio, para crear un "ruido de fondo" continuo y habituar a los conejos a un entorno sonoro rico. Esto les evita entrar en pánico por el menor ruido (puerta que se cierra, objeto que cae al suelo).
Finalmente, hay que recordar que el conejo es por naturaleza una presa. Así, incluso si muchos de ellos disfrutan mucho de los juegos de persecución, estos deben ser evitados ya que simulan una situación de predación. El conejo que busca iniciar un juego de persecución para divertirse se encuentra rápidamente "sobrepasado" y afectado por el estrés.
2) En la cobaya
Aún más que el conejo, la cobaya es un animal extremadamente social que tiene una verdadera necesidad de contacto con sus congéneres. Todo lo que pueda perturbar las interacciones sociales induce estrés. Es la noción de "estrés social" (separación de sus congéneres, presencia de una cobaya extraña, separación temprana de la madre con sus crías). Por el contrario, son menos sensibles al estrés cuando están rodeados de sus congéneres.
Al igual que el conejo, la cobaya no debe ser perseguida y debe ser manejada con delicadeza. Algunos individuos muy tímidos deben ser abordados progresivamente.
Finalmente, su oído muy fino también los hace muy sensibles al ruido.
¿Cómo reconocer un animal estresado?
En situación de estrés, el conejo adopta una posición particular: se queda inmóvil, con las patas debajo de él, las orejas pegadas a su cuerpo y los ojos exorbitados. Permanece así postrado y respira anormalmente rápido. La cobaya tiende a endurecerse, e incluso a hacerse el muerto. Si entra en pánico, también puede comenzar a correr en todas direcciones, hasta el riesgo de lastimarse. En caso de estrés, el ritmo cardíaco de estos animales, ya de por sí muy rápido, aumenta considerablemente.
Tanto en conejos como en cobayas, el estrés puede inducir la liberación de pigmentos llamados "porfirinas" en la orina, que adoptan entonces un tono anaranjado a parduzco. Sin embargo, esta coloración también puede ser debida al consumo de ciertos vegetales. No es raro que la cobaya orine debido al efecto del miedo.
El acto de arrancarse el pelo, y para las cobayas de mordisquear las orejas de su/s congéneres es una señal de estrés crónico, al igual que la desaparición de comportamientos normales: los animales pueden dejar de asearse o de comer. No es raro que un conejo estresado deje de comer sus cecotrofos.
Las cobayas tienden a buscar consuelo en su amo cuando están en un ambiente extraño que les estresa.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés?
Hay que tener en cuenta que un estrés muy agudo puede llevar a un paro cardíaco en el conejo, que puede "morir de miedo". Además, en su pánico, corren el riesgo de lastimarse. Los conejos en particular tienden a debatirse y, si no se sostienen correctamente, pueden sufrir graves lesiones en la columna vertebral.
Los conejos y las cobayas son presas. Cuando están estresados, naturalmente tienden a ocultar signos de dolor o enfermedad que los harían más vulnerables a los depredadores. Por lo tanto, es más difícil descubrir problemas de salud en estos animales cuando están estresados.
Por otro lado, el estrés disminuye el umbral de percepción del dolor. Los animales son entonces más sensibles al dolor. Después de una operación, los animales estresados por lo tanto sienten más dolor, se recuperan más lentamente y cicatrizan peor. Del mismo modo, el estrés provoca una disminución de las defensas inmunitarias y puede favorecer la aparición de enfermedades.
El funcionamiento del aparato digestivo está muy afectado por el estrés. Si un conejo o una cobaya están ansiosos, esto ralentizará la motilidad de sus intestinos y eventualmente puede conducir a la estasis digestiva, que siempre es grave. Por lo tanto, en caso de anorexia o ausencia de defecación es importante consultar a su veterinario lo antes posible. Los desequilibrios de la flora digestiva relacionados con el estrés también pueden dar origen a diarreas. Estas son frecuentes en los conejos jóvenes estresados por el destete y por el transporte a las tiendas de animales.
En la hembra gestante, el estrés puede ser la causa de problemas graves, especialmente si induce anorexia. De hecho, si una coneja un poco gorda deja de comer de repente poco antes del parto, corre el riesgo de toxemia de la gestación. Si cesa de alimentarse, la coneja debe utilizar masivamente sus reservas de grasa para producir energía, lo que puede llevar a graves problemas hepáticos. Entonces se vuelve letárgica y puede presentar trastornos locomotores. Además, después del nacimiento de las crías, el estrés también puede empujar a la madre al canibalismo.
¿Cómo disminuir el nivel de estrés?
Las consecuencias potenciales del estrés son, por lo tanto, numerosas. No obstante, todo esto puede evitarse respetando reglas simples a diario.
Para disminuir su sensibilidad al estrés, los conejos y las cobayas deben ser manipulados desde su temprana edad. Es importante que se enfrenten suavemente antes del destete al hombre, a los niños, a los ruidos domésticos o a animales de otras especies. Así, en la edad adulta esto será menos ansiógeno para ellos. Se observa regularmente que los animales nacidos en hogares son más sociables y menos ansiosos que aquellos provenientes de tiendas de animales.
La jaula constituye un refugio, esto debe ser respetado. Los niños deben entender que necesitan dejar tranquilo al conejo o a la cobaya cuando están en su jaula y no venir a molestarlos. Esta debe estar ubicada en un lugar tranquilo y contener una caja o casita donde pueda esconderse si siente la necesidad.
Si su conejo está acostumbrado a la presencia de un compañero (otro conejo, cobaya) o de un peluche, es preferible que lo acompañe durante los viajes o traslados. En cuanto a las cobayas, deben vivir imperativamente en grupo de dos o tres. Sin embargo, se debe evitar poner dos machos enteros juntos, ya que podrían pelearse. La jaula debe ser de tamaño suficiente para evitar la superpoblación.
Finalmente, si debe manipular a su conejo o tomarlo en sus brazos y se debate, el hecho de cubrirle los ojos puede ayudarlo a relajarse. Recuerde siempre sostener su parte trasera para que no se rompa la columna vertebral si se debate violentamente.
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