Mi conejo es miedoso: ¿qué hacer?
El conejo es uno de los animales de compañía preferidos de los franceses. Dulce, sociable y juguetón, sin embargo, puede suceder que su compañero sea miedoso. Y es completamente normal: en la naturaleza, el conejo es una presa, por lo que su pequeño animal ha conservado su instinto primario y lo expresa a través del miedo. Entonces, ¿cómo ayudar a su mejor amigo a no tener más miedo de usted y así establecer una relación armoniosa y de confianza entre ambos? Descubra cuáles son las razones por las que el conejo es miedoso, y qué soluciones considerar para mejorar la situación.
Mi conejo es miedoso: ¿por qué?
¿Su pequeño compañero se esconde ante el menor ruido, tiene miedo en cuanto lo ve hacer un movimiento o huye de los niños? Existen varias razones por las cuales puede comportarse de esta manera. En primer lugar, no debemos olvidar la naturaleza del conejo, que en estado salvaje es una presa. Por lo tanto, es su naturaleza ser así. Pero también es un animal aventurero, juguetón y muy sociable. Entonces, si su animal muestra miedo, hay una razón. Esto puede provenir de su entorno de vida anterior: los conejos de tiendas de mascotas, por ejemplo, a menudo han vivido hacinados y pueden haber sido empujados por sus congéneres, especialmente durante la comida, lo que posteriormente puede causar estrés, temor y miedo.
Otro caso es si el animal ha sido abandonado por su anterior dueño o incluso maltratado para los más desafortunados, es entonces normal que el animal tenga miedo del ser humano. Afortunadamente, existen soluciones para domesticar a su pequeño compañero y vincularse con él en una verdadera relación de confianza dentro del hogar.
¿Qué soluciones?
Antes que nada, es importante recordar que al adoptar un nuevo compañero en su hogar, es indispensable prever un espacio solo para él. Si su conejo es miedoso, es aún más importante para él disponer de su territorio, para sentirse mejor en su casa. El conejo debe disponer de una jaula, grande y alta, amueblada como una madriguera, donde se sentirá seguro. En su jaula, no dude en proporcionarle un escondite o una pequeña cabaña donde refugiarse si lo necesita, como en una madriguera. Se sentirá entonces seguro para observar el mundo que lo rodea y los habitantes del hogar y poco a poco acostumbrarse a su presencia.
Si su conejo es miedoso, es importante no forzarlo, dejar que se acostumbre a usted: háblele suavemente, con voz tranquila, sin hacer movimientos bruscos. Explíquele con voz suave que no tiene nada que temer y no dude en acariciarle la cabeza y ofrecerle un dulce. Lo más importante es no apresurarlo si no quiere salir de su jaula, si no desea que lo acaricien y si retrocede ante usted. El secreto: darle tiempo para que se acostumbre a todos los miembros del hogar, a todos los ruidos circundantes como la aspiradora, la lavadora o incluso las puertas que se cierran. ¡Algunos animales se acostumbran en unos días, otros en unas semanas y otros aún necesitan más tiempo!
En resumen, prevea un espacio solo para su conejo, instálelo en un lugar donde pueda verlo pero que al mismo tiempo sea tranquilo para permitirle tomar sus siestas en paz, háblele suavemente tranquilizándolo, ofrézcale dulces sin excederse y déselo mucho amor!
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