¿Cómo tratar los parásitos en gallinas?

Enhorabuena, has decidido criar algunas gallinas. Sin embargo, hay que tener cuidado de no idealizar: cualquier cría, incluyendo la de gallinas, conlleva una serie de precauciones y peligros. El problema más común, que puede preocupar rápidamente al criador aficionado, radica en los parásitos de las gallinas.
Si no les prestas suficiente atención, tu gallinero y tus gallinas pueden ser infestados por varios parásitos como pulgas, piojos, ácaros, gusanos y sarna. Luchar contra los parásitos de tus gallinas merece algunas explicaciones detalladas.

Primero, la principal causa de su presencia es la falta de higiene. Por lo tanto, se debe mantener constantemente la limpieza de tus gallinas y su espacio de vida. De hecho, una cantidad de parásitos se propagarán a través de las heces. Cuanto más cubiertas de excrementos estén el suelo y los accesorios, mayor será el riesgo de infección parasitaria. Las consecuencias, más o menos graves, son múltiples.

En los casos más benignos, es la apariencia de tus gallinas la que será menos agraciada: plumaje disperso, patas dañadas, animales menos robustos. Piensa en el bienestar de tus aves, incluso si están incapacitadas para expresar su sufrimiento. En el peor de los casos, la presencia de ciertos parásitos puede incluso llevar a la muerte de tus gallinas. Para citar solo dos ejemplos, el pulgu roja, que es un pequeño ácaro, se esconde en las grietas del suelo y de los rincones y aprovecha la noche para chupar la sangre de las aves dormidas. Estos diminutos vampiros son capaces de matar una gallina en pocos días.

Igualmente peligroso, este otro ácaro Cnemidocoptes Mutans es el responsable de la sarna de las patas. Al principio, se puede observar solo un levantamiento de las escamas y una inflamación de las patas, lo que puede parecer insignificante. Sin embargo, en ausencia de tratamiento, esta enfermedad puede causar una gangrena y finalmente la muerte del animal parasitado. Afortunadamente, existen tratamientos adaptados y naturales que logran evitar lo irreparable.

Como las primeras víctimas de estos indeseables huéspedes son necesariamente tus gallinas, es principalmente observando su comportamiento que podrás detectar una anomalía. Los síntomas de la presencia parasitaria son casi siempre visibles en tus animales y dependen del tipo de parásitos. Por lo tanto, debes estar atento a signos notorios como la disminución de la actividad de tus aves, así como la disminución de su apetito o una cantidad anormalmente decreciente de puesta de huevos.

Ciertos parásitos, sin embargo, pueden ser más difíciles de detectar. Este es particularmente el caso de la sarna desplumante. Esta enfermedad es causada por un ácaro y presenta síntomas que pueden pasar desapercibidos, ya que el picoteo entre gallinas o la muda estacional producen efectos comparables. Pero, si el desplumado es más importante que lo usual o si la gallina se rasca mucho, esos son signos adicionales de esta enfermedad muy contagiosa.

Algunos síntomas no son visibles en las gallinas, solo en el gallinero. Por lo tanto, presta atención regularmente a las deyecciones: heces diarreicas, espumosas y amarillentas pueden significar la presencia de gusanos intestinales. En este caso, también notarás un adelgazamiento de las aves contaminadas y una disminución de la puesta. Sin duda, deberás intervenir rápidamente utilizando antiparasitarios.

Para la desinfección total, tendrás que operar un vacío sanitario, es decir, trasladar todas tus gallinas fuera del gallinero. Utilizarás un desinfectante bactericida y fungicida especial para madera. Para el tratamiento de la madera, opta por una capa de aceite de linaza. Los tratamientos curativos se elegirán en función de la naturaleza de los parásitos. Se obtienen muy buenos resultados con la tierra de diatomeas y el aceite de enebro.

¡RECUERDA! La buena salud es ante todo una cuestión de higiene impecable, pero si aparecen parásitos, existen muchas soluciones efectivas fácilmente accesibles y respetuosas con tus gallinas.