La zooterapia: ¿qué es la mediación por el animal?
La zooterapia o terapia asistida por el animal se basa en un programa terapéutico supervisado por un profesional que busca proporcionar cuidados a un paciente gracias a la presencia de un animal de compañía: perro, gato, NAC y muchos otros. Estos métodos innovadores mejoran considerablemente el estado de salud de personas que sufren: trastornos psicológicos o sensoriales, dolores físicos, dificultades sociales…
No debe confundirse con las actividades asistidas por el animal (AAA) que tienen como objetivo estimular personas, educar a los niños o entretenerlos. Estas se introducen en el ámbito escolar, las prisiones o posiblemente en un contexto terapéutico, pero no requieren una cualificación particular, a diferencia de la zooterapia. En Francia, los EHPAD ya están probando y aprobando la zooterapia que aporta mucha alegría a sus residentes.
Los principios fundamentales de la zooterapia
Tenga en cuenta que la cura de una enfermedad no está prometida. Sin embargo, la zooterapia garantiza mejoras considerables frente a un problema dado. Se basa en la relación Hombre-Animal y al reforzar sus intercambios, mejora la salud mental, física y psicológica de la persona afectada. Aquí hay algunos beneficios notables de la zooterapia que realmente ayudan a los pacientes a ganar confianza, a reconstruirse, a seguir adelante o a envejecer de la manera más tranquila posible.
- tender hacia el optimismo: ayuda a ver la vida desde el lado positivo;
- corregir comportamientos: ciertas actitudes buscan cambiar o evolucionar de manera positiva;
- digerir un choque emocional: ayuda a superar momentos difíciles en la vida (muerte, aceptación de una enfermedad, accidente, separación…);
- relajarse: verdadero antiestrés, a menudo enseña a relajarse y a reducir la ansiedad;
- disminuir la tensión arterial: vinculada a una situación de estrés, contribuye a reducir la hipertensión;
- revalorizar la autoestima: con ella, te sientes útil y reconoces tus cualidades (y defectos, y los aceptas);
- llenar un vacío: la ausencia de un ser querido o una necesidad emocional pueden ser compensados eficazmente gracias a la zooterapia;
- abrirse a los demás: favorece la comunicación con el exterior y lucha contra el aislamiento o el repliegue sobre uno mismo;
- conectar con la naturaleza: recupera un vínculo esencial con su entorno natural;
- aceptarse y amarse: soltar prejuicios sobre la mirada ajena y saber apreciarse a uno mismo sin la aprobación de su entorno.
Los animales solicitados para la zooterapia
Fuente de bienestar y mejoría, la zooterapia “utiliza” varios animales domésticos en el marco de una terapia asistida por el animal.
El caballo
Reconocido por reconciliar fácilmente a su huésped con la naturaleza, la empatía del caballo es fuente de sosiego para quien sufre: personas mayores, niños o adultos de todas las edades, su salud mejora y sus emociones fuertes se alivian. Esta terapia se denomina equinoterapia y el profesional de la salud que la supervisa debe ser un equinista diplomado.
El perro
Este mediador canino sabe trabajar fácilmente con personas con discapacidad en particular. Se lo encuentra más en las AAA (Actividades Asistidas por el Animal), pero también está presente en zooterapia para aquellos que buscan bienestar físico y mental. No es casualidad que se diga del perro que es el mejor amigo del Hombre.
El gato
El felino posee virtudes notables: la compañía de un gato aporta muchos beneficios a la salud. Mejora los problemas cardíacos, reduce la tensión arterial, disminuye el estrés, transmite energías positivas, anticipa las crisis de epilepsia, favorece el sueño. Para sesiones colectivas o individuales, la presencia de un gato calma inmediatamente al paciente y lo estimula progresivamente.
El delfín
Esto se refiere a delfinoterapia : los intercambios sensoriales entre la persona y el delfín pueden resolver muchas dificultades mayores o problemas de salud (autismo, fobias, síndrome de Down, depresión, sordera, anorexia, cáncer). Las sesiones terapéuticas se realizan en el mar o en piscinas, en el medio acuático natural o artificial del animal.
Los Nuevos Animales de Compañía
Los pequeños roedores como los conejos, las gerbillas, los hámsters o los hurones están predispuestos para ayudar a los humanos a desarrollar algunas de sus capacidades cognitivas. Las personas mayores que tienen dificultades para exteriorizar sus emociones recurren a pequeños animales, lo que da resultados sorprendentes, especialmente en materia de discapacidad.
Los beneficios de la zooterapia en la salud
La participación de un animal en un grupo instala un gran consuelo en sus interacciones sociales. Los intercambios verbales se incrementan voluntariamente, las barreras se desvanecen y los beneficios comienzan desde ese momento. Estar en contacto con un animal alivia el estrés y promueve la relajación. Sus efectos calmantes y reconfortantes mejoran la salud física y mental del paciente.
Varios estudios científicos han demostrado que criar un animal doméstico es bueno para la salud desde todo punto de vista. El buen humor está asegurado, la tensión disminuye, los lazos familiares se estrechan y la capacidad de concentración aumenta. Para romper la soledad, estar en compañía de un animal es ideal para sentirse menos solo y para interactuar con su entorno exterior.
La vida de las personas con esquizofrenia mejora notablemente y recuperan su sociabilidad. Los pacientes hospitalizados se vuelven menos nerviosos y renuevan su esperanza de vivir gracias a visitas regulares de sus animales. Los pacientes con Alzheimer están menos inquietos en presencia de un animal. Su estado de salud se deteriora más lentamente porque mantienen un peso forma constante. Finalmente, los niños enfermos u hospitalizados se sienten felices en presencia de un animal, olvidan sus patologías, a veces dolorosas, y preservan algo de su inocencia.
En ningún caso, el animal será forzado y presionado para participar en los cuidados del paciente e interactuar. Está claro que la práctica terapéutica se lleva a cabo de manera segura y respetuosa con el animal. De hecho, para obtener efectos beneficiosos sobre los seres humanos, es necesaria su total colaboración y su bienestar. El zooterapeuta debe estar bien formado y poseer conocimientos profundos sobre el animal en cuestión.
