Welsh Corgi: Todo sobre el perro favorito de Isabel II

La reina Isabel II hizo famosa esta raza de perro: unos treinta Welsh Corgi han acompañado su vida cotidiana durante muchos años. La soberana tenía una preferencia por el Welsh Corgi Pembroke, pero también existe el Welsh Corgi Cardigan. Ambos son perros pequeños y bajos de patas, con hocico largo y orejas erguidas.
El Welsh Corgi Pembroke es el más conocido y se diferencia del Cardigan por sus orejas y su cola más pequeñas. Es un perro juguetón, inteligente, que disfruta de la compañía, jugar con los niños y puede ser muy tierno con las personas mayores. Pero también es un perro que necesita desahogarse lo suficiente cada día para mantenerse saludable. Aquí está lo esencial que debes saber sobre el Welsh Corgi, real o no, ¡que muestra una amplia y divertida sonrisa!

Originario del Pais de Gales, el Welsh Corgi era anteriormente usado como perro de rebaño y perros de guardia. De hecho, la palabra "corgi" viene del antiguo galés y significa "perro de trabajo". Es el más pequeño de los perros pastores. 

Aparece en la civilización de los Celtas, que lo habrían llevado a Gran Bretaña. Sus orígenes son inciertos. Se cree que tiene ancestros Spitz, podría descender del Valhund sueco o de los actuales Schipperkes y Spitz enanos. También se dice que sería descendiente de los perros de los tejedores flamencos que se detuvieron en Gales. No ha sufrido ninguna modificación por parte de los criadores y su estándar fue codificado y reconocido en 1934 por el Kennel Club inglés, y en 1963 por la Federación Cinológica Internacional (FCI).

Los corgis eran los perros favoritos de la reina Isabel II. Ella ha tenido siempre desde su 18º cumpleaños y la llegada de Susan en 1944. Vimos que hay dos variedades de Corgis: el Cardigan y el Pembroke. Ambos tienen expresiones de zorro, pero el Cardigan es más alto y más "rústico" que el Pembroke.

El Cardigan es más grande, más pesado, con orejas más grandes y redondeadas.

El Welsh Corgi Pembroke es el compañero ideal para los niños y las personas mayores. Es un perro activo, juguetón, cariñoso, inteligente, astuto y apto para el adiestramiento. Acepta bastante fácilmente la presencia de personas ajenas. Es un pastor incansable y energético. Está lleno de audacia y muestra una gran capacidad para el trabajo. Aunque puede ser desconfiado con los extraños, sigue siendo un perro sociable, amable, nunca temeroso o agresivo. Siempre curioso, sabe ser dulce y se adapta muy bien.

Puede tener tendencia a mordisquear, pero es un comportamiento fácilmente corregible. Esta costumbre viene de su trabajo como perro pastor, donde pellizcaba al ganado en el corvejón para guiarlo. Este atavismo a veces ha permanecido a menos que se suprima con una buena educación.

El Welsh Corgi ladra poco por naturaleza, de hecho, si lo hace es a menudo debido al aburrimiento, la falta de compañía o de actividad. Asimismo, como a menudo lo pica la curiosidad y no tiene miedo a nada, tiende a hacer "travesuras" para entretenerse. Largos paseos y sesiones de juego pueden evitar este comportamiento. No le gusta la soledad. Necesita atención y un dueño firme, paciente y dulce.

Se recomienda alimentar al Welsh Corgi con piensos de alta calidad y una ración dividida en dos comidas diarias. Es un perro naturalmente goloso que gana peso fácilmente. Como es corto de patas, para evitar el sobrepeso, es necesario controlar la cantidad de comida consumida. Por ser muy goloso, es fácil premiarle durante la educación, sin embargo, hay que darle cantidades muy pequeñas de golosinas para evitar el aumento de peso.

El Corgi puede alimentarse con una ración casera, con comida casera o con alimentación BARF. Aquí también, las raciones deberán ser equilibradas y las cantidades cuidadosamente dosificadas.

El Welsh Corgi tiende a ganar peso. Por lo tanto, su dieta debe ser vigilada y debe poder ejercitarse físicamente de manera diaria. Es un perro bastante robusto que resiste bien al frío y a las inclemencias del tiempo gracias a su doble capa de pelo.

La raza es propensa a ciertas enfermedades como la atrofia retiniana generalizada, la hernia discal o la enfermedad de Von Willebrand, un trastorno de la coagulación de la sangre y la displasia de cadera.

Su cuidado no es laborioso. Debe ser cepillado regularmente, especialmente durante el período de muda, para preservar la belleza de su pelo. Las orejas deben revisarse cada semana. Es un perro fácil de llevar, que no requiere cuidados especiales, solo vigilancia de sentido común. Su esperanza de vida es de unos 13 años.

El Welsh Corgi es un perro de tamaño mediano que ocupa poco espacio y se adapta a la vida urbana si sale de forma muy regular. Por lo tanto, puede vivir en un apartamento si se ejercita lo suficiente todos los días. Sin embargo, su lugar ideal es una casa con jardín cerrado donde pueda correr a voluntad. El Corgi sigue siendo un perro de trabajo que necesita estar activo y estimulado.

Muy inteligente y ágil, sobresale en los circuitos de agilidad. Sin embargo, algunos ejercicios no deben realizarse demasiado a menudo. No es recomendable que suba escaleras con frecuencia. Su espalda y sus caderas pueden sufrir a largo plazo por ello. Un paseo diario suficientemente largo, complementado con una sesión de juego, es suficiente para su equilibrio y buena salud.

Es un perro muy apegado a su dueño, que necesita gran estimulación. Es demostrativo y leal a su familia. Es amable, muy dulce con las personas mayores y le encanta jugar con los más jóvenes. Se aburre rápidamente si está solo o desarrolla trastornos de conducta. Es agradable de educar, ya que aprende rápido y bien. Sin embargo, necesita una educación firme para imponerle límites y mostrarle su lugar en la jerarquía.

Con dulzura y respeto, no se debe dejar que su carácter dominante tome la delantera. Le gusta el trabajo, es un perro obediente que debe ser socializado lo más pronto posible. El Welsh Corgi es muy curioso y si el jardín no está bien cerrado, puede tener tendencia a escaparse. Una buena educación le permite adquirir el llamado de regreso. El Corgi puede dormir perfectamente en el exterior si tiene una caseta de calidad en la que esté perfectamente protegido. Es un perro que no teme a las inclemencias del tiempo, pero preferirá vivir en compañía de la familia.

La madurez sexual se alcanza alrededor de los seis meses, pero es preferible esperar al menos un año antes de que la hembra tenga su primera camada. Las hembras están en celo dos veces al año. La duración de la gestación es de aproximadamente 63 días para camadas que varían de dos a 10 cachorros.

Los Corgis seleccionados para la reproducción deben ser examinados en busca de displasia de cadera y enfermedades oculares hereditarias. A partir de los 12 meses, el perro puede beneficiarse de una radiografía de cadera.

¡Consejos para recordar! El Welsh Corgi es un buen primer perro para una familia: es sonriente, dinámico, sociable, dulce e inteligente. Es un perro cariñoso que lleva mal la soledad.