Poney Shetland: ¡Todo lo que debes saber sobre él!

Es conocido por su pequeño tamaño, su constitución robusta y su aspecto pícaro que atrae a los niños en las granjas educativas… El poney Shetland es una fuerza de la naturaleza y un equino particularmente encantador y atractivo. Pequeña guía para criar este poney pequeño pero poderoso!

Como su nombre indica, esta raza de poney es originaria de las islas Shetland situadas al norte de Escocia. Según la leyenda, este animal habría sobrevivido en este archipiélago desde la era glacial. Este poney también podría haber migrado desde Escandinavia hacia las islas Shetland hace 8000 años. Es la razón por la cual presenta un aspecto muy rústico y un pelaje espeso capaz de resistir a condiciones climáticas extremas. Es el caballo más poderoso y resistente del mundo.

Ciertos descubrimientos fósiles sugieren que su origen data del Holoceno, un período geológico interglacial. Por lo tanto, el poney Shetland tendría como ancestrales a los poneys nórdicos de la tundra del norte de Europa. Por último, podría ser descendiente de los caballos náufragos de la Armada Invencible durante la guerra anglo-española de 1585. Actualmente, no se puede confirmar ninguna de estas hipótesis.

Lo cierto es que se comienza a hablar realmente de este poney en 1850 cuando el gobierno británico prohíbe a los niños trabajar en las minas. La rusticidad y el pequeño tamaño del poney Shetland lo convierten en el candidato ideal para reemplazarlos. Por lo tanto, se utilizaba este poney para transportar carbón hasta 1950, fecha en la cual se empieza a abandonar las primeras minas y se decide proteger esta raza.

Posteriormente, la democratización de la equitación y el carácter dócil de estos animales han hecho del poney Shetland un compañero de aprendizaje ecuestre ideal para los niños. La creación y el auge de los clubes de poney en los años 70 en Francia fomentaron la llegada de estos equinos a nuestro territorio. En cuanto a la notoriedad, el poney Shetland conoció una verdadera fama a mediados de los años 60 en la serie televisiva "Poly" basada en la novela de Cécile Aubry.

¡Pequeño, robusto pero poderoso! Así se puede describir brevemente el aspecto físico de este equino. Su centro de gravedad muy bajo, su sólida estructura ósea y su bien desarrollada musculatura le han permitido desarrollar una fuerza notable.

Es capaz de arrastrar cargas equivalentes al 43% de su peso mientras que para la mayoría de los poneys, como el caballo de tiro belga, esta capacidad no supera el 30%.

El Shetland, debido a su fuerza y resistencia al esfuerzo, participa a menudo en competiciones de enganche.

El carácter de este equino rustico y robusto se resume en 2 adjetivos: amable, pero a veces terco.

¡De hecho, este animal no carece de carácter! Para no dejarlo libre de hacer lo que quiera cuando quiera, es conveniente educarlo desde su más tierna infancia. El poni Shetland es vivo, a veces turbulento, pero siempre alegre. 

Imbuído de picardia, es más bien travieso, pero nunca malo. Es justamente su amabilidad natural combinada con un buen adiestramiento lo que lo convierte en el equino ideal para los jóvenes niños. Es un poni de ocio perfecto para aprender a montar o para dar paseos ecuestres. El crecimiento bastante lento del poni Shetland desaconseja montarlo antes de los 4 años.

A pesar de su construcción robusta, este equino correría entonces el riesgo de desarrollar patologías óseas y musculares. Cuando está en libertad, en estado semi-salvaje, el poni Shetland es un animal gregario que se agrupa en pequeñas manadas.

Verdadera cortadora de césped, el poni Shetland tiene la reputación de ser muy goloso. Esta es la razón por la cual es importante vigilar su alimentación. Los pastos demasiado grasos al principio del verano favorecen el riesgo de laminitis y de manera general la obesidad. Si su principal fuente de alimentación se encuentra en los pastos, el poni Shetland también necesita de un aporte alimentario diversificado que le proporcionará los nutrientes que necesita. 

Este equino se alimenta también de manzanas, zanahorias y nabos que le encantan. Estos vegetales representan buenos complementos, pero no deben sin embargo darse en demasiada cantidad. El poni Shetland aprecia también la avena y los cereales. Se cuidará de que su alimentación sea pobre en proteínas, pero suficientemente rica en vitaminas, minerales y oligoelementos, especialmente durante la mala temporada.

El Shetland vive fácilmente 20 años, pero un buen número de individuos sobrepasan los 30 años, e incluso a veces los 40 años. Su glotonería lo predispone a ciertas enfermedades como la obesidad, pero también la laminitis, una patología frecuente que afecta el pie y el casco. Se trata de una congestión inflamatoria, a la vez dolorosa y peligrosa para el poni. La laminitis es la segunda causa de mortalidad en los Shetlands y más generalmente en los equinos. Un consumo excesivo de pastos demasiado ricos en primavera representa la causa principal de laminitis. Se detecta rápidamente una laminitis por la andadura rígida del animal, sus dificultades para girar corto y un calor en la zona de los pies.

La diarrea figura entre las enfermedades más frecuentes y graves en el poni Shetland. Su aparato digestivo complejo y frágil es pequeño en relación con el tamaño del animal y a diferencia del hombre, el equino no puede vomitar. Los síntomas son principalmente la pérdida de apetito, la irritabilidad del animal, la ausencia de excremento. Frecuentemente el animal se acuesta y se revuelca cuando los dolores se hacen más intensos.

El poni Shetland es también susceptible a la dermatitis estival causada por picadas de insectos o moscas. Esta afección provoca intensos picores y la pérdida de pelo.

También se debe vigilar la aparición del síndrome de Cushing debido a una producción de cortisol en exceso. Este trastorno endocrino ocurre generalmente en los ponis de más de 15 años. Se diagnostica por la aparición de un pelo lanoso y hirsuto. Es una enfermedad que puede ser mortal. Sin embargo, la implementación de un tratamiento medicamentoso ayuda a controlar la evolución de la enfermedad, e incluso a hacerla retroceder.

Prevea una hectárea de superficie para criar un poni Shetland. Multiplique la superficie por el número de ponis si tiene varios. Cuando se le mantiene en un establo, el poni debe disponer de acceso diario al corral. 

En este recinto para caballos, podrá encontrarse con ponis de la misma especie o con otros equinos y así no se aburrirá. Aunque el Shetland sigue siendo un animal rústico, agradecerá en invierno estar bien resguardado y protegido del frío. Un refugio acogedor y un lecho con paja serán bienvenidos y le ayudarán a conservar su calor corporal! 

Cuide de mantener su pelaje cepillándolo regularmente incluso en invierno. Esta precaución permitirá eliminar los depósitos de barro que le impedirían calentarse de manera natural. Las pezuñas y las patas también están a vigilar de cerca, especialmente si el animal se mueve regularmente sobre un suelo húmedo. Un cepillo bastará para quitar la suciedad y los residuos depositados bajo las pezuñas.

El poni Shetland alcanza su madurez sexual alrededor de los 3 años. Se aparean hacia finales de la primavera. La gestación dura 11 meses. La cría se compone de un solo potrillo. El pequeño nace al inicio de la primavera siguiente. La hembra amamanta hasta la siguiente gestación o cuando el poni le es retirado a la edad de 8 meses.

Si no tiene la intención de hacer reproducir a su poni Shetland macho, no hay ningún interés en molestarlo con sus hormonas. La castración facilita el pastoreo con las yeguas y el animal es mucho más tranquilo y amable una vez castrado.

¡Consejos para recordar! El Poni Shetland es un adorable equino que te proporcionará muchas alegrías. Sin embargo, este animal encantador adora la compañía. Si no está rodeado de otros congéneres o animales diversos, necesitará de tu presencia regular, al menos una hora al día si es posible.