El Chow-Chow: ¡Todo lo que necesitas saber sobre él!

Elegir una raza de perro como compañero de vida no es tan fácil como parece. Específicamente en el caso de razas con comportamientos marcados o atípicos. Entre estas se encuentra el Chow-Chow. Detrás de su aspecto de peluche dócil se esconde una actitud sutil y un temperamento absolutamente único. Es bueno conocer todo sobre este tipo de perro antes de comprometerse a convivir con él. Revisemos sus orígenes, su carácter, su físico y su vida cotidiana.

En la China de la Edad Media, el Chow-Chow era conocido como perro oso. Las creencias populares de hecho indican que la forma robusta y peluda de este perro evocaba un cruce entre estos dos animales. Esta podría ser una razón por la cual el pueblo chino lo adoptó como perro de guerra durante los conflictos entre clanes.

Lastimosamente, en el pasado fue criado por su espeso y abundante pelaje o simplemente por su carne. Más tarde, fue ampliamente utilizado como perro de trabajo porteador y como perro de trineo.

Desde su patria de origen, China, el Chow-Chow llegó primero a Inglaterra en el siglo XIX. Todavía es muy valorado en este país. Desde ahí, conquistó cada vez a más familias por toda Europa, principalmente a partir del período conocido como los años locos.

Es un perro orgulloso y estoico, porque es muy independiente. Puede parecer que no es muy cariñoso, pero esto es solo apariencia. Es un agradable perro de compañía, no un can exuberante con el que se pueda pasar horas jugando. Raramente es agresivo, incluso en caso de intrusión en la propiedad.

Es tranquilo y pacífico. No es el tipo de perro que va a estar constantemente llamando la atención para que se ocupen de él. Buscará las caricias de sus dueños y se alejará de los invitados, especialmente si son ruidosos. No pasa sus días ladrando a los transeúntes para delimitar su territorio.

Le gusta estar solo y se comporta perfectamente bien cuando sus dueños están fuera, siempre que ha sido bien educado. Entonces aprovecha la tranquilidad del lugar para descansar. El Chow-Chow está lejos de ser un perro destructor. Se siente igual de cómodo en un apartamento que en una casa, en la ciudad o en el campo. Por eso, se le puede considerar "poco exigente".

Es indispensable adiestrar bien a un Chow-Chow, ya que es una raza robusta que no obedece de manera espontánea a las indicaciones y órdenes que se le dan. Su deseo de independencia refuerza su marcado carácter. Con una buena educación y un reforzamiento positivo, se convierte en un compañero dócil.

Es un perro sutil y refinado que no es adecuado para familias principiantes. Adquirir un Chow-Chow requiere un conocimiento previo importante de su comportamiento, so pena de verse superado por su conducta.

Es un perro robusto, con una cabeza voluminosa, pero con ojos proporcionalmente reducidos. Sus orejas también son cortas. Evoca el morfotipo de los animales polares, adaptados a las condiciones climáticas severas. Su hocico es corto, y sus mandíbulas fuertes. Se reconoce al Chow-Chow por su lengua azul-negra.

Su otra característica es su andar particular. Puede dar la impresión de que camina en la punta de los pies o sobre un suelo ardiente. Su pelaje es uniforme, con numerosos matices resultantes de intensas selecciones genéticas. Varía así desde el blanco crema hasta el negro, pasando por colores marrón leonado.

El Chow-chow se clasifica dentro de los perros de tamaño mediano. Es el grosor de su pelaje el que engaña y da la impresión de un tamaño más grande. En promedio, es un perro que alcanza los 20 a 30 kilos de peso con una altura de 46 a 51 cm.

No es una raza de perro deportivo, aunque históricamente, fue utilizado en la guerra para arrastrar cargas pesadas. Es preferible evitar largos paseos o correr con él, ya que no es un perro resistente. 

Su espeso pelaje de hecho lo hace relativamente vulnerable a las altas temperaturas. Por otro lado, soporta bien las bajas temperaturas y los ambientes húmedos. La esperanza de vida promedio del Chow-Chow es de 10 años.

Es un perro poco glotón, ya que economiza energía. Sus días no están llenos de juegos o actividades excesivas, utiliza pocas reservas de energía.

Por lo tanto, es importante no sobrealimentarlo, al riesgo de que se vuelva obeso. En general, prefiere los alimentos de pequeño tamaño y no duda en hacerlo saber.

Los cuidados que se deben proporcionar a su pelaje son muy importantes, ya que este es espeso y largo. Sin mantenimiento, se volverá poco estético y poco saludable para el animal. Es conveniente cepillar regularmente al Chow-chow, especialmente cuando muda dos veces al año: en primavera y en otoño.

Es importante mencionar que existen variedades de Chow-Chow con pelaje corto. Estos requieren menos atención en el cepillado, pero su aspecto no es tan redondeado como el de aquellos con pelo largo.

Es totalmente compatible con niños siempre que se hayan establecido normas de buena conducta recíprocas, ya que no busca la afectividad de los más jóvenes y puede incluso sentirse molestado por un exceso de ruido o actividades. No se puede decir que no sea sociable, pero su deseo de calma e independencia lo convierte en un animal que gusta aislarse del bullicio.

¡PARA RECORDAR! El Chow-chow es un perro de tamaño mediano originario de China, con apariencia de gran peluche. Pero tras esa apariencia dócil se esconde un verdadero carácter independiente, casi solitario, y que aprecia especialmente la tranquilidad. Es ante todo un animal de compañía que puede pasar horas sin hacer nada y que no solicita en exceso la atención de sus dueños. Como todos los perros con pelo abundante, requiere cuidados regulares de cepillado, especialmente en épocas de muda. Es un perro atípico que se debe conocer bien antes de su adopción.

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