Diamante Mandarín: ¡Todo lo que debes saber sobre él!

¿Adoras los pájaros y has elegido al Diamante Mandarín? ¡Excelente elección! No te arrepentirás de cuidar a este pequeño y afectuoso pájaro social. Encontrarás en este artículo toda la información necesaria que te permitirá adoptarlo con tranquilidad. Origen, carácter, físico, alimentación, reproducción, salud y acondicionamiento de su jaula: el Mandarín no tendrá más secretos para ti.

Este pequeño pájaro, cuyo nombre latino es «Taeniopygia Guttata», es parte de la familia de los Estrildidae, y más precisamente de los Paseriformes. Originario de Australia, se ha adaptado a otras partes del mundo, en particular a América y al oeste de Europa.

Prefiere las estepas y se refugia principalmente en los árboles y arbustos. Acostumbrado poco a poco a la presencia del hombre en su hábitat natural, no es raro encontrarlos cerca de las ciudades australianas.

El Mandarín es vivo, dinámico, juguetón y alegre: perfecto para una mascota. Sin embargo, detesta la soledad y adopta naturalmente un comportamiento gregario. Debe vivir en grupo, o al menos en pareja, para ser feliz. Es importante para su salud respetar este rasgo de carácter, muy marcado en este pequeño paseriforme. La proximidad con otros animales de su especie le permite comunicarse libremente, ya que este ave es tremendamente habladora. Le gusta cantar e intercambiar con sus congéneres, pero también con usted. Si le mostrará atención, él naturalmente le corresponderá, dejando ver una complicidad evidente entre ave/amo.

Cabe señalar que solo los machos cantan, mientras que las hembras gorjean levemente. Si deseas adoptar más de dos, recuerda que los machos se verán como rivales si su número es inferior al de las hembras. Por lo tanto, es preferible tener una población femenina dentro de la misma jaula. La convivencia será más cordial y las hembras serán menos solicitadas por los machos, lo que preservará su vivacidad.

El Mandarín mide aproximadamente 10 centímetros y tiene un peso cercano a los 15 gramos. Luce un pico rojo anaranjado y se caracteriza por un plumaje marrón con manchas en las alas, con plumas grises y blancas debajo del abdomen. Sin embargo, esta descripción es relativa, ya que existen muchas especies derivadas, resultantes de cruces o mutaciones. Por lo tanto, sus colores pueden variar.

Algunos son blancos o grises, mientras que otros tienen mejillas negras o naranjas. Diferentes patrones pueden formarse sobre el plumaje: puntos, rayas... La lista puede ser larga. Simplemente recuerda que el macho siempre es más colorido que la hembra. ¡Tiene que destacarse ante las damas! En estado salvaje, el Mandarín vive aproximadamente 5 años. En cautiverio, por otro lado, su esperanza de vida se extiende hasta 8 o 10 años.

Este pequeño pájaro colorido se alimenta de una mezcla muy equilibrada de semillas, frutas y verduras frescas. Así, el mijo, las espinacas, las endibias, las manzanas, las peras, los brotes de soja, las hojas de repollo, el pepino y la rúcula son especialmente adecuados para su dieta. No olvides colocar en la jaula un hueso de sepia para proporcionarle todo el calcio y los oligoelementos esenciales para su salud y desarrollo.

El Mandarín también es aficionado a las larvas de insectos o termitas, especialmente durante la época de reproducción. Por supuesto, cada miembro presente en la jaula debe tener libre acceso a agua limpia y fresca, renovada diariamente.

La temporada de apareamiento para el Mandarín se sitúa entre finales de marzo y principios de junio . Sin embargo, una pareja puede tener crías en cualquier momento del año, especialmente después de fuertes lluvias. Como nido, los futuros padres pueden elegir un hueco en un árbol, una madriguera deshabitada, una grieta en la pared... Estos pájaros se adaptan a su entorno con una facilidad desconcertante.

En cautividad, instáles un nido en lo alto en un rincón íntimo de su jaula. De hecho, a estos pájaros no les gusta ser molestados durante el período de apareamiento y puesta. Si se sienten amenazados o perturbados, la fecundación no tendrá lugar o los huevos puestos serán abandonados a su suerte. Es importante no interferir.

Después de la fecundación, durante varios días, la hembra pone hasta seis huevos. Es raro que haya más, pero no imposible. Siga esta etapa de puesta con el mayor cuidado, ya que si el vientre de la hembra se hincha y ningún huevo ha salido durante 24 horas, no es una buena señal. Se enfrenta al síndrome del huevo atascado y la madre puede sucumbir a él. Si esto sucede, lleve rápidamente su ave al veterinario o masajee su vientre para facilitar la expulsión.

El período de incubación lo aseguran tanto el macho como la hembra y dura aproximadamente dos semanas. Cuando los polluelos asoman el pico, padre y madre se turnan para alimentarlos. La pareja solo se separa para ir a buscar comida mientras el otro cuida de los pequeños. Tres semanas después, los polluelos ya están listos para dejar el nido.

Las aves de compañía tienen patologías recurrentes que es necesario vigilar. Desafortunadamente, el Mandarín no es una excepción. Además del síndrome del huevo atascado mencionado anteriormente, estos paseriformes son propensos al estreñimiento y a la anemia. Sin embargo, estos problemas pueden corregirse rápidamente modificando su dieta.

El Mandarín también es objetivo de parásitos: ácaros, gusanos intestinales, piojos... Para evitar este problema, se recomienda encarecidamente administrarles un antiparasitario regularmente y asegurarse de que su jaula esté limpia, así como su alimentación. No dude en añadir suplementos de vitaminas a su comida si es necesario.

La conjuntivitis también afecta a las aves de compañía. En este caso, solo una visita al veterinario podrá curarla. En cuanto al estrés, puede proporcionar un entorno tranquilo manteniéndolo lo más alejado posible de cualquier ruido que pueda generar ansiedad.

Como ya hemos señalado, adopte al menos dos aves, ya que tienen una necesidad vital de compañía. En cuanto a la jaula, no es necesario invertir en un aviario. Una jaula de cría estándar es suficiente. Lo que más cuenta es su disposición interior. Además de los tradicionales comederos y bebederos, añada perchas de madera natural o de plástico para recrear su hábitat.

Disperse aquí y allá juguetes estimulantes para satisfacer el carácter juguetón del Mandarín: espejos, un cascabel, campanillas, una bola de plástico... También piense en introducir un nido cerrado y una bañera, ya que estos pájaros adoran tomar baños.

Ahora que ha descubierto el universo del Diamante Mandarín, probablemente esté impaciente por darle la bienvenida en su hogar. Su plumaje colorido, su actitud alegre, sociable y juguetona, su canto alegre y su apego hacia su dueño son sólo una pequeña parte de sus cualidades. ¡Créanos, le va a encantar!