Taller DIY: el aseo del gato limpio en 7 gestos naturales

El gato dedica un tercio de su vida a acicalarse. Un gato limpio es un gato realizado y feliz de vivir. Nuestros expertos en belleza felina han consultado sus preciosos espejos, ¡oh preciosos espejos! para hacer de tu gato el más hermoso de todos. Simplemente sigue nuestros consejos de belleza y nuestras técnicas naturales, eligiendo productos sin aditivos químicos, ni impacto en la salud animal o el planeta. A través de gestos sencillos de realizar, preservas la forma y la higiene de tu felino manteniéndote en armonía con tu entorno. Desde el lamido hasta el cepillado, pasando por una manicura perfecta de las garras y cuidados faciales, sin olvidar una arena vegetal y ecológica, aquí tienes un arreglo natural para tu amado gato.

El gato se lame frecuentemente el cuerpo, su pelaje, sus patas; de hecho, recoge la vitamina D presente en todo su cuerpo. Elimina el olor que una persona o un animal pueden dejarle al tocarlo o acariciarlo.

El aseo del gato al natural: De la cabeza a la cola, empezando siempre primero por la cabeza, se deshace de sus parásitos externos. Esto también le permite refrescarse en verano. El acto de tirar de sus pelos libera una sustancia de sus glándulas que impermeabiliza su pelaje. La naturaleza está realmente bien hecha, ¿no es así?

¡Atención! Un gato que deja de acicalarse es una mala señal. Puedes sospechar un problema de salud, especialmente si pierde su pelo abundantemente o si su manto se opaca con el paso de los días. Consulta a tu veterinario rápidamente en estos casos. Un cambio alimenticio beneficioso o un tratamiento específico podrían resolver estos trastornos.

El gato necesita purgarse regularmente ya que se lame y se traga sus numerosos pelos al acicalarse. Para ayudarlo a eliminar las bolas de pelo en su organismo, puedes optar por productos naturales sin riesgo para el animal como el ajo, el tomillo, la arcilla, la hierba gatera y la famosa y popular tierra de diatomeas.

Instrucciones de uso: Desparasita a tu gato de interior al menos dos veces al año o a tu gato de exterior cada trimestre. Verdadero antiparasitario detestado por las pulgas, las garrapatas, los piojos, los ácaros o los gusanos, la tierra de diatomeas es un excelente tratamiento para el pelaje de tu gato. Para beneficiarse de ella, este último no debe presentar problemas de salud particulares como dificultades respiratorias o picores atípicos.

Además, el polvo de diatomeas puede administrarse en agua o en comida fresca (hecha en casa o enlatada) para erradicar por completo los parásitos internos, a realizar una vez al día durante una semana y a repetir si es necesario. Este complemento alimenticio asegura a tu gato una buena vitalidad, defensas inmunitarias al máximo, huesos fuertes y el brillo de su pelaje.

Para finalizar, una alimentación completa y equilibrada enriquecida en fibras contribuye a limpiar fácilmente sus paredes intestinales. Piensa en ello cuando le prepares sus deliciosas comidas. Así, limitas sus vómitos y evitas muchos inconvenientes como dolores de estómago o una digestión difícil.

El cuidado del pelaje de tu gato es necesario sobre todo para evitar la formación de nudos o bolas de pelo que puede ingerir al lamerse todos los días, lo que causará problemas digestivos y vómitos como acabamos de ver. Un felino no necesita realmente un champú, sin embargo, puede que necesites recurrir a ello excepcionalmente.

Modo de empleo: Peina a tu gato en el sentido del pelo (¡realmente!). Utiliza un cepillo suave para zonas frágiles como la parte superior de las patas, el vientre, las orejas o la barbilla. Procede luego al cepillado en sentido contrario al crecimiento del pelo para eliminar las pieles muertas o los pelos que se caen.

Después del cuerpo y el pelaje, hay que fijarse en las patas, en particular las garras y las almohadillas sensibles del gato.

Cuidado de la almohadilla: Curtir las patas del animal con un ácido tánico permite evitar infecciones cutáneas. Es importante fortalecer las almohadillas que son constantemente solícitadas y expuestas a agresiones externas (superficies ásperas o suelo ardiente, por ejemplo). Además, el dueño puede secar bien las patas de su compañero entre los dedos después de un paseo o una salida bajo la lluvia.

Cuidado de las garras: está lejos de ser un placer, ni para el dueño ni para el gato, pero es necesario para su bienestar. Corta las garras del animal con un cortaúñas adecuado. Si encuentras demasiadas dificultades, pide a tu veterinario que lo haga. Primero, inmoviliza a tu gato y tranquilízalo a tu manera. Haz salir la punta de sus garras una a una. Asegúrate de no cortar la parte rosada que contiene pequeños vasos sanguíneos. Corta únicamente las puntas demasiado largas o puntiagudas. Piensa en invertir en un rascador, un árbol para gatos o un raspador, accesorios perfectos para limar y desgastar naturalmente sus garras.

Subimos suavemente hasta la bonita carita de tu gato. Es hora de limpiar con cuidado las impurezas pegadas alrededor de los ojos o en su interior para evitar un posible drenaje, enrojecimiento o conjuntivitis. Si vive con otros animales de compañía dentro de tu hogar, es posible que cada uno se limpie los ojos mutuamente.

Cuidado de los ojos: Siendo el ojo un órgano bastante frágil, es mejor proceder sin insistir y utilizar una compresa estéril impregnada de agua tibia o de un suero fisiológico, como para un bebé. Aplica un gesto simple desde el interior hacia el exterior de los ojos para limpiarlos bien, eliminar las bacterias y dejar la esquina del ojo limpia.

La higiene de las orejas y de los dientes de un gato es primordial, sobre todo porque el descuido en este nivel puede llevar a complicaciones o una intervención veterinaria. El sarro se instala y la acumulación del cerumen afecta la audición. Se aconseja examinar la dentición de tu gato y el estado de sus orejas y luego limpiarlos solo ocasionalmente.

Cuidado de los dientes: Debes saber que la consumición de piensos o alimentos secos ayuda a combatir la placa dental y a mantener encías sanas. En caso de colmillos amarillos o mal aliento, recurre al cepillo dental para gato, al dedal y a la pasta de dientes. Consulta a tu veterinario si observas manchas sospechosas o una infección gingival.

Cuidado de las orejas: Conviene no limpiarlas sistemáticamente para no debilitar su barrera natural protectora, con el riesgo de provocar otitis crónicas. Olvídate del bastoncillo de algodón que solo empeorará la situación al llevar la suciedad al fondo del canal auditivo. Fabrica mejor una mecha de algodón para humedecer ligeramente en vinagre de sidra y agua tibia. Limpia suavemente y con calma el interior de su oreja sin torcer el algodón por dentro. También puedes elegir productos auriculares orgánicos aconsejados por tu farmacéutico o veterinario.

Por naturaleza, el gato es limpio y le gusta mantenerse así. Te darás cuenta de que no ha sido complicado enseñarle a ser limpio y a hacer sus necesidades en una arena. Entonces, es adecuado limpiar regularmente su caja de arena para evitar que marque su territorio en otras partes de la casa. La elección de tu arena es determinante para tu comodidad y la higiene de tu gato. Zoomalia te propone entonces un producto ecológico que absorbe la orina y los olores, sin proyección de polvo, no tóxico y fácil de limpiar además. ¡Descúbrela ahora mismo aquí!

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En resumen: Después de este recorrido sobre el aseo del gato limpio, puedes estar seguro de que tu felino causará envidia o tendrá éxito entre sus congéneres. No cuesta mucho mantener un gato, con buenos gestos, algunos productos naturales y una arena vegetal aglomerante, estás informado para muchos años para cuidar de tu animal de compañía.

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