Salida de vacaciones: ¡Mi perro se marea en el coche!

La salida para las vacaciones de verano se acerca y toda la familia les acompaña en esta aventura, incluido su perro. Sin embargo, es común que su fiel compañero se maree en el coche y no es el único, ya que el mal de transporte afecta a cerca de uno de cada seis perros. Afortunadamente, existen soluciones para que el camino de las vacaciones vuelva a ser sinónimo de un momento agradable para todos.

Índice:

¿Cuáles son los síntomas del mal de transporte?
¿Cuáles son sus causas?
¿Qué soluciones existen para viajes más agradables?

¿Cuáles son los síntomas del mal de transporte?

El perro que padece mal de transporte puede presentar diversos síntomas, pero los más comunes son nauseas, diarrea, vómitos o una excesiva salivación.

A esto pueden sumarse síntomas directamente relacionados con el estrés: ladridos, quejidos, inquietud o por el contrario apatía, bostezos, temblores. La ansiedad extrema puede incluso llevar a algunos perros a orinar o defecar dentro del coche.

Estos dos tipos de síntomas pueden coexistir, pero algunos animales solo van a vomitar o estar simplemente estresados.

¿Cuáles son sus causas?

Puede haber dos causas distintas:

- Una parte del oído interno podría estar implicada, lo que explica la sensibilidad particular de los perros jóvenes cuyo oído interno no está completamente desarrollado.
- Si su fiel compañero muestra signos de estrés, podría ser que haya tenido una mala experiencia. Esto es especialmente cierto si el viaje en coche es sinónimo para él de momentos desagradables, por ejemplo, si solo usa el coche para ir al veterinario. El confinamiento, el ruido, la imposibilidad de hacer sus necesidades son elementos que pueden perturbarlo aún más.

Independientemente de la causa de su malestar, es importante tratar el problema rápidamente para evitar la creación de un círculo vicioso que pueda generar una verdadera fobia al transporte.

¿Qué soluciones existen para viajes más agradables?

1/ Condiciones cómodas y tranquilizadoras

Por ejemplo, puede dejar a su disposición juguetes, así como una manta que le resulte familiar. Permítale la posibilidad de mirar por la ventana, no fume en el habitáculo y ventile regularmente abriendo levemente las ventanas. Por último, no olvide parar con frecuencia para que pueda relajarse, beber y hacer sus necesidades de ser necesario.

Es importante saber que las vibraciones del coche no son sentidas con la misma intensidad por su perro según el lugar donde esté. Así, parece que los animales se marean menos cuando viajan cerca del suelo. Un perro pequeño, por ejemplo, podría ser colocado a los pies del pasajero en una jaula de transporte si está acostumbrado.

Finalmente, siempre piense en su seguridad: si su perro está muy inquieto, es mejor instalar una rejilla o una red que lo separe del conductor. También existen grandes jaulas de transporte o arneses que pueden permitir atarlo en el asiento trasero.

2/ Una cuestión de hábito

Se ha demostrado que los perros acostumbrados a viajar desde una edad temprana tienen menos posibilidades de desarrollar signos de ansiedad durante el transporte.

Para limitar la ansiedad en el coche, se puede implementar una terapia de comportamiento para acostumbrar progresivamente a su perro.
En un primer momento, siéntese en el coche con él sin arrancarlo, y permanezca parado durante unos 15 minutos. Repita esta experiencia varias veces durante 1 semana.
Luego, realice con él viajes cortos (ir a buscar el pan, dar una vuelta por la manzana...), y poco a poco aumente la duración del viaje.
Trate de asociar estos viajes a una experiencia positiva: use el coche para ir a jugar o pasear.

3/ Productos antiestrés o medicamentosos para ayudarlo

Si su perro está más bien estresado, también existen diferentes tratamientos:
- Productos a base de feromonas calmantes, como el Adaptil, que poseen propiedades relajantes.
- Productos homeopáticos
- Suplementos alimenticios antiestrés, como el Zylkène

En el caso del mal de transporte, su veterinario podrá prescribir medicamentos en pastillas, para administrar unas horas a media hora antes del viaje. Puede tratarse de antieméticos puros o de antihistamínicos, que combinan un efecto sedante y un efecto antiemético.
Por otro lado, para evitar las molestias relacionadas con los vómitos, es prudente no alimentar demasiado a su perro en las horas previas al viaje. Sin embargo, siempre debe tener agua a su disposición.