Mi perro ladra a menudo: collar antiladridos o alternativas
Cuando un perro ladra, te está expresando sus emociones y esto refleja su forma de comunicarse. Aunque no entiendas por qué tu perro reacciona de esta manera, es importante descifrar su lenguaje frente a los diferentes casos que puedan presentarse.
Sin embargo, los ladridos excesivos pueden causar molestias en el vecindario, lo que podría ocasionarte problemas. No obstante, existen soluciones a este problema, recurriendo a un collar antiladridos que permite mitigar estas molestias sonoras, al mismo tiempo que adiestras a tu perro.
¿En qué casos usar un collar antiladridos?
Cuando estás presente, puedes actuar directamente en el adiestramiento de tu perro cuando comienza a ladrar inesperadamente. Los ladridos pueden ser percibidos a varias decenas de metros por los vecinos, lo que constituye una molestia sonora que debe abordarse. Por supuesto, no se trata de castigar al perro cuando este ladra, ya que para el animal es una forma de comunicarse. Pero cuando los ladridos son anormales, especialmente en tu ausencia, esto puede realmente reflejar un problema de comportamiento.
Varias explicaciones son entonces posibles, el miedo a un elemento externo, un sentimiento de frustración porque no estás presente, la excitación del animal o simplemente su instinto. Aunque es preferible utilizar un método educativo, siempre es difícil actuar cuando el perro adopta este comportamiento en tu ausencia.
Por ello, el uso de un collar antiladridos será perfectamente adecuado para abordar este tipo de problemática. Funcionando a partir de impulsos eléctricos, el collar se activa únicamente cuando el perro emite un ladrido intempestivo e incessante. Su eficacia es realmente significativa, ya que el mal comportamiento del perro puede ser corregido. Gracias a su sistema de alarma y onda eléctrica que puedes ajustar previamente, una pequeña descarga eléctrica es enviada al animal para que se calme y detenga su ladrido.
Que no cunda el pánico, aunque su uso sea controvertido, se trata ante todo de corregir un comportamiento sin que esto genere secuelas ni lesiones. El dispositivo es perfectamente inofensivo para el animal y un sonido preventivo es emitido antes del desencadenamiento de la descarga.
Los beneficios de un collar antiladridos
El uso de un collar antiladridos es una manera rápida de proceder a la educación de su perro. Su eficacia radica en la pequeña onda eléctrica totalmente indolora que se emite cada vez que el animal emite un ladrido intempestivo. Pero también tendrás la opción de orientarte hacia un modelo de ultrasonidos, ya que el perro tiene un oído mucho más sensible que el nuestro. En lugar de enviar una descarga eléctrica, se producen ultrasonidos, que no escuchamos en absoluto, para que el animal se calme inmediatamente.
Otro dispositivo posible es un collar antiladridos químico que emite una sustancia desagradable para el olfato del perro a través de un spray. Una vez más, es un método particularmente eficaz y sin dolor que permitirá a tu animal dejar de ladrar innecesariamente. El único inconveniente es que no se utiliza el principio de la recompensa en este caso, ya que más bien es una función disuasoria para el animal.
Aunque el collar antiladridos no sustituye a la educación de tu perro, a veces es necesario usarlo cuando no puedes intervenir, ya que estás ausente. Es una solución que te permitirá obtener resultados inmediatos para que los vecinos no se vean perturbados y sobre todo para evitarte algunos problemas con la autoridad. Y para una eficacia real, es importante elegir un modelo en función de la constitución física de tu animal. Por lo tanto, debes elegir los mecanismos de funcionamiento en función de su comportamiento y estado emocional.
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Cómo reaccionar frente a un perro que ladra demasiado
Entre las soluciones alternativas al collar antiladridos, la educación es esencial. Quizás hayas notado que en tu presencia, el animal tiende a ladrar inútilmente.
En primer lugar, debes tratar de entender por qué el animal adopta esta actitud y encontrar una forma efectiva de calmarlo. Al identificar la fuente del ladrido, podrás encontrar dispositivos para corregir su actitud.
Es posible que tu animal comience a ladrar porque ve a personas pasar, escucha a otro perro ladrar o simplemente por un objeto en el jardín vecino. Por miedo, excitación o reflejo, simplemente adopta un mal comportamiento. Al determinar y eliminar el factor que lo desencadena, reduces enormemente los riesgos de ladridos.
Cada vez que se calme, no dudes en usar una recompensa como un premio, obtendrás excelentes resultados.
El trabajo de educación y paciencia son absolutamente obligatorios en este tipo de situaciones y no dudes en consultar a un entrenador canino o dirigirte a una consulta veterinaria si el problema persiste.
No es necesario recurrir al collar antiladridos sistemáticamente, se trata de una solución temporal mientras se lleva a cabo la educación del animal. Elevar la voz o golpearlo no son soluciones a considerar y podrías obtener resultados contraproducentes. Si a pesar de tus diferentes intentos, el entrenamiento del animal no funciona, dirígete directamente a un comportamentalista canino que podrá darte opiniones acertadas, para ayudarte mejor en la actitud a adoptar.
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