La obesidad en el perro

Los estudios muestran que al menos el 20 % de los perros vistos en consulta por el veterinario son obesos. Además, muchos propietarios no son conscientes de esto o subestiman el problema. Pero, ¿cómo evaluar el estado de corpulencia de tu perro ? Según la definición en humanos, la obesidad corresponde a un exceso de peso del 15% en comparación con el peso óptimo. Esta definición « matemática » es difícilmente aplicable en el perro. Más simplemente, uno de los criterios utilizados para determinar si tu perro está demasiado gordo es la puntuación de estado corporal (PEC). Esta puntuación subjetiva se determina en función de criterios físicos visibles o palpables fácilmente evaluable. Permite colocar un animal en una escala que va de «delgado » a « obeso ». Por ejemplo, si ya no puedes palpar las costillas de tu perro a través de su piel, o si apenas las sientes, es probablemente demasiado gordo.

Índice :

• ¿Por qué mi perro está demasiado gordo ?
• ¿Cuáles son las consecuencias para su salud ?
• ¿Qué hacer para luchar contra la obesidad ?

¿Por qué mi perro está demasiado gordo ?

La obesidad corresponde a un desequilibrio en los aportes energéticos. Las causas son extremadamente numerosas e interactúan entre ellas.
Si los perros grandes están igual de afectados por la obesidad que sus congéneres de pequeño tamaño, parece que ciertas razas de perro son particularmente predispuestas, tales como el Labrador Retriever, el Boyero de Berna, el Cavalier King Charles o el Beagle. Como en los humanos, el sedentarismo juega un papel importante. Las hembras son más susceptibles a la obesidad que los machos, especialmente si están esterilizadas. En efecto, en el macho como en la hembra, la esterilización elimina la parte del metabolismo relacionada con el mantenimiento de las funciones reproductivas, y el aumento de peso es inevitable si los aportes energéticos no se reducen. Además, las hormonas sexuales tienen un efecto regulador sobre la ingesta alimentaria, y las hembras esterilizadas tienden a comer más.

La calidad de la alimentación es importante : algunos fabricantes incorporan en los piensos aromas o cantidades importantes de materia grasa para hacerlos más apetecibles.
La obesidad puede también ser favorecida por problemas hormonales (hipotiroidismo), o por la toma de ciertos medicamentos.

 

¿Cuáles son las consecuencias para su salud ?

Como en los humanos, la obesidad es una enfermedad potencialmente grave en el perro, cuyas consecuencias van más allá de las consideraciones estéticas. Los perros obesos tienen una esperanza de vida más baja que aquellos cuyo peso es óptimo.

- Problemas osteoarticulares : El sobrepeso provoca una sobrecarga de las articulaciones que predispone a los animales obesos a la artrosis o a rupturas de ligamentos cruzados, por ejemplo. 
- Problemas cardio-respiratorios : Debido al gran espesor de grasa alrededor de la garganta y del tórax del perro, la respiración es más difícil. Además, la masa corporal necesita oxígeno para su mantenimiento y su metabolismo. Por tanto, las necesidades de oxígeno son mayores. El corazón se cansa más rápido, y el perro se vuelve intolerante al esfuerzo. La actividad física se reduce y el perro continúa ganando peso : se instala un verdadero círculo vicioso. Es toda la calidad de vida del perro la que se deteriora progresivamente.

A ello se añade un riesgo aumentado de tumores, diabetes, insuficiencia renal crónica, incontinencia urinaria en la hembra y problemas dermatológicos, así como una disminución de la fertilidad y de la inmunidad. Algunos de estos trastornos pueden ser reversibles, al menos parcialmente, así que nunca es tarde para actuar.

 

¿Qué hacer para luchar contra la obesidad ?

Para ayudar a tu perro a mantener un peso óptimo, es necesario adaptar su ración alimentaria a sus necesidades. Estas deben tener en cuenta su raza, sexo y edad. Su actividad física y el hecho de estar esterilizado o no también deben ser considerados. Finalmente, la ración diaria debe tener en cuenta las necesidades específicas como el crecimiento en el caso de un cachorro, la gestación o la lactancia para una hembra. Puedes pedirle a tu veterinario que calcule las necesidades de tu perro y la cantidad de comida a distribuirle cada día. Los alimentos industriales (piensos, paté) son generalmente equilibrados y prácticos de usar. Es importante pesar la comida de tu perro y tener una idea precisa de la cantidad que le das cada día. Después, utiliza un vaso medidor o cualquier otro recipiente graduado para controlar precisamente lo que tu perro puede comer en un día.

En cuanto a las golosinas distribuidas como recompensa, incluso si parecen insignificantes desde el punto de vista energético, ¡no lo son! Es mejor limitarlas, pero si no puedes hacerlo, entonces debes tenerlo en cuenta y reducir la ración diaria del perro en consecuencia. Debes saber que una caricia o una felicitación pueden tener un efecto igual de positivo en tu animal. Y para los más golosos, existen golosinas específicas con muy pocas calorías diseñadas para ayudar en la educación.

Por otro lado, es fundamental que tu perro tenga una actividad física diaria. ¡Todos los pequeños paseos cuentan! Llévalo a caminar, juega con él o pruébate en actividades deportivas con él, como el agility. Verás que obtendrás tantos beneficios como él !

Finalmente, si tu perro ya es obeso, hable con su veterinario. No intentes hacerlo adelgazar por tu cuenta reduciendo a la mitad su ración de piensos. Esto solo podría ser fuente de frustración y tu perro corre el riesgo de sufrir carencias alimenticias rápidamente. Cualquier régimen debe pasar por un verdadero cambio en la alimentación, la mayoría de las veces hacia un alimento específicamente diseñado para la pérdida de peso, que permite al perro mantener una sensación de saciedad mientras reduce su ingesta calórica.



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