¿Por qué maúlla el gato?
- Generalidades sobre el maullido
- Los diferentes tipos de maullidos
- Otros elementos de lenguaje para interpretar
Generalidades sobre el maullido
Primero que todo, hay que saber que en estado salvaje, los gatos adultos maúllan muy poco. El maullido generalmente está estrictamente reservado para la pelea o la reproducción. Se cree que hoy en día el maullido de los gatos está reservado para los humanos, ya sea porque escuchan hablar al Hombre y quieren comunicarse de la misma manera con él, o porque los gatos domésticos dependen del Hombre como los gatitos y se comunican con su dueño como lo harían con su madre.
Además, la frecuencia e intensidad de los maullidos pueden variar de una raza a otra. Por ejemplo, el siamés es conocido por ser hablador y expresivo, por lo tanto maúlla mucho. Algunas razas como el abisinio son por el contrario bastante calmados y silenciosos. La frecuencia e intensidad de los maullidos también varían con la edad de su gato, con el lugar donde vive y sus posibles compañeros, y por supuesto con su estado de ánimo.
Los diferentes tipos de maullidos
Los maullidos más reconocibles están relacionados con la actividad sexual. Así, la gata en celo tiene un maullido muy largo, arrastrado y repetitivo. Estos maullidos, asociados a la postura típica en lordosis, no engañan ¡y más cuando duran hasta tarde en la noche! En el gato macho, un maullido ronco, asociado con borborigmos y una especie de aullidos es una llamada sexual destinada a las hembras y una amenaza para los machos cercanos que quieran avanzar en su territorio.
El tipo de maullido más común en casa es una especie de lloro quejumbroso, característico del gato que busca atención. Es un maullido prolongado, que se debilita. Debe ser interpretado en su contexto: si su gato deambula por la cocina, es que tiene hambre y te está solicitando que le des de comer. Si maúlla, con la cola recta, cuando regresas a casa, es un maullido de "saludo": probablemente está simplemente feliz de volver a verte y desea ser acariciado o llevado. Si los maullidos son agudos y repetidos, acompañados de una mirada fija, tu gato está pidiendo algo insistentemente: quiere salir al jardín o pide mimos... Si el maullido y la mirada se hacen más insistente aún, tu gato tiene una necesidad urgente: tiene hambre, sed o bien su arena está sucia. En este caso, los maullidos irán en crescendo hasta que no haya obtenido satisfacción.
El maullido similar a un "arrullo" es un maullido de excitación, ya sea durante el juego o cuando quiere atrapar una presa.
La madre también tiene un maullido muy particular para llamar a sus pequeños: son maullidos cortos y agudos, como gorjeos.
Si los maullidos son cortos, entrecortados y espaciados de largos silencios, es una señal de malestar o dolor. En casos de dolores intensos, los maullidos también pueden ser largas quejas de agonía. Tu gato te está llamando a la ayuda: está en una mala postura y lanza una llamada de socorro. Si tu gato maúlla en su arenero, es señal de dolor al orinar: hay que consultar a tu veterinario.
Otros elementos de lenguaje para interpretar
El maullido también debe ser interpretado en función de la postura de tu gato (lenguaje corporal). Por ejemplo, una cola vertical expresa la alegría y la confianza; si se balancea de izquierda a derecha, el gato está molesto y podría atacar; si los pelos se erizan y la cola se vuelve esponjosa, atención, tu gato está sorprendido o enojado; si esconde su cola entre las patas, es que tiene miedo. La posición de las orejas también es informativa: si apuntan hacia adelante, está al acecho; si se bajan, se está volviendo amenazante; finalmente, si están pegadas hacia atrás, tiene miedo.
Además, el lenguaje verbal no está constituido únicamente por los maullidos. Los gruñidos, los bufidos , escupidas, son signos de agresividad: tu gato tiene miedo o quiere defenderse. Los ronroneos, por otro lado, son más bien sinónimos de calma, placer y bienestar (cariño, comida). También pueden significar que tu gato está pidiendo algo, como comida, por ejemplo. Sin embargo, a veces, cuando un gato sufre mucho (por ejemplo, después de un accidente o una cirugía) o cuando está estresado (durante una consulta veterinaria, por ejemplo), puede ronronear muy fuerte también; este ronroneo no significa alegría en el gato, al contrario: le permite calmarse, tranquilizarse en una situación estresante o dolorosa.
A veces, los gatos hacen un chasquido con los dientes, haciendo temblar su mandíbula, mientras emiten un maullido breve. Se trata de un comportamiento típico de excitación ante la perspectiva de capturar una presa o de aparearse (en el macho solamente). Este chasquido está generalmente relacionado con la frustración (de no poder atrapar la presa o de no poder aparearse).
Para concluir, es bueno notar que si tienes un gato discreto que de repente empieza a maullar, o un gato conversador que de pronto se detiene, esto puede indicar que tu gato está enfermo. Presta especial atención a los gatos que maúllan constantemente cuando usan su arenero, se asean o comen. Este tipo de señal podría indicar que tu gato tiene dolor en algún lugar.
Es viviendo en compañía de tu gato y prestando mucha atención a sus necesidades y pequeños placeres que lograrás tejer un vínculo de complicidad y a interpretar de manera precisa sus maullidos. Porque cada gato es único, así como la relación que lo une a su dueño, y los maullidos son únicos también. Claro está, algunos maullidos siempre permanecerán desconocidos, porque tu gato a veces tiene pequeñas manías que solo él conoce ¡y nadie más!
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