Mantener a su Gato caliente: 7 Consejos para este invierno
Todos saben que el gato prefiere mantener sus patas bien secas en invierno. Un gato caliente necesita atención para asegurarnos de que no le falte de nada para calentarse y conservar así su calor corporal. Eso no significa que vaya a detener sus paseos diarios en busca de compañía, para cazar o marcar su territorio. Incluso la lluvia no lo detendrá. Entonces, cuando regresa todo empapado a casa, es mejor secarlo y ofrecerle un buen descanso compensatorio. Aquí están nuestros mejores consejos calurosamente dedicados a su felino para pasar el invierno en plena forma, sin riesgo de resfriarse o enfermar.
- 1. Elegir una cama confortable para un gato caliente
- 2. Colocar la cama en alto y cerca de una fuente de calor
- 3. Mantener su pelaje naturalmente aislante
- 4. Mantener una buena temperatura en el interior de la casa
- 5. Instalar una caseta para gato al exterior
- 6. Proteger las patas y las almohadillas de su gato
- 7. Ajustar la alimentación del gato en invierno
1. Elegir una cama confortable para un gato caliente
¿Le encanta acurrucarse en su sofá con una manta polar y calcetines de lana gruesos? Su gato casi no puede hacer lo mismo... Entre los camas para gatos, puede ofrecerle una cesta, un cojín, una casa interior, una casita para el exterior, e incluso un sofá cama. Tiene una amplia gama de productos adaptados a todos los gatos, lo importante es tener en cuenta las preferencias de su animal y considerar su presupuesto y espacio disponible.
De hecho, las cestas acogedoras o las casas iglú ofrecen excelentes refugios que calientan a su gato y le brindan consuelo inmediato. La espuma con memoria de forma tiene como objetivo aliviar las articulaciones y el cuerpo del animal, especialmente si es mayor o está enfermo. Por último, la alfombra calentadora, ideal para protegerse del frío, tiene un papel ortopédico cuyo objetivo es aliviar a los gatos que sufren o envejecen.
2. Colocar la cama en alto y cerca de una fuente de calor
Una cama colocada directamente en el suelo puede perder comodidad, enfriarse y molestar a su gato friolero. Sentir el suelo frío bajo su cuerpo no es muy agradable, por lo que es adecuado elevar la cama de su gato y protegerla de las corrientes de aire. Algunos materiales aislantes son suficientes por sí mismos, para otros, puede poner una alfombra debajo de la cama para una mejor aislación.
También existen hamacas para gatos que no tocan el suelo y permiten siestas suspendidas muy beneficiosas y reparadoras. Los sofás también son perfectos dormitorios para gatos. ¡Si además coloca la cama al lado de la chimenea, una estufa o un radiador, su gato estará en el paraíso!
3. Mantener su pelaje naturalmente aislante
Su gato está acostumbrado a salir todos los días por la gatera, incluso si llueve o sopla el viento fuerte. No se preocupe, el pelaje de los felinos es conocido por su grosor y su resistencia al frío. Sin embargo, es muy recomendable secar el pelo mojado de su gato cuando regresa de su paseo diario. Cuando un gato está mojado, pierde su aislamiento natural. Además, también es importante desenredar los nudos de pelo y cepillar regularmente el pelaje de su gato.
4. Mantener una buena temperatura en el interior de la casa
La temperatura ambiente de su casa debe estar alrededor de 22° en invierno. En las habitaciones, conviene bajar ligeramente la temperatura unos grados. Su gato, por su parte, adora el calor y se frota regularmente en la calefacción eléctrica. No apague calefacción durante el día si ese es el caso.
5. Instalar una caseta para gato al exterior
Un gato que tiene frío buscará automáticamente calor. Puede refugiarse debajo de un coche o contra un neumático para calentarse. Antes de arrancar su vehículo, verifique si su gato no se encuentra allí. Además, no le ponga un jersey a un gato como podríamos hacerlo con un perro. Durante su paseo, podría engancharse en una valla o una reja y herirse al intentar quitárselo.
Para evitar estas situaciones particulares, ofrezca a su felino una caseta para el exterior a resguardo de las inclemencias del tiempo (viento, lluvia, nieve, tormentas...) así como una manta polar. Los días húmedos y fríos se hacen largos en invierno y usted ayudará a su gato a refugiarse para una máxima seguridad.
6. Proteger las patas y las almohadillas de su gato
Las excursiones de su gato nómada lo llevan a desgastar sus garras, especialmente sus almohadillas que deben preservarse del deshidratamiento causado por el frío, el hielo, la nieve, las heladas matinales...
En estas condiciones invernales a veces extremas, la piel seca o agrietada, las grietas o las fisuras debilitan dolorosamente las patas de su gato. Enjuague con agua tibia sus patas sucias antes de hidratarlas con un tratamiento.
Aplique un bálsamo reparador adecuado al cuidado de las almohadillas de su gato y no use productos para perros, ya que su sensibilidad no es la misma.
7. Ajustar la alimentación del gato en invierno
La dieta de un gato de interior no es similar a la de un gato de exterior. Los gatos de exterior son más activos que los gatos de interior y su gasto energético aumenta con el frío. Por lo tanto, se aconseja aumentar un poco la ración de piensos.
Por el contrario, un gato de interior puede mantener su ración habitual ya que se mueve menos. Permítale desahogarse de todas formas en un árbol de gato para hacer un poco de actividad al mínimo. Finalmente, controle que el agua dejada a su disposición en su jardín no esté congelada. La hidratación sigue siendo esencial, así como una alimentación sana y equilibrada en cada estación.
¡En resumen! Es muy sencillo mantener a su gato caliente. Basta con compartir su sala de estar con su gato y dedicarle un lugar solo para él. Se van a mantener calientes con gusto durante largas siestas, viendo la televisión o junto al fuego. Debe poder refugiarse afuera gracias a una caseta y cobijarse en una manta. Si puede entrar a su casa cuando quiera, es incluso mejor encontrarlo en su cojín favorito después de su jornada laboral. ¡Hogar, dulce hogar!
