Lanzar un palo a tu perro puede costarle la vida

Lanzar un palo a su perro puede ser una actividad divertida pero según los expertos, los riesgos de que tu mascota sufra lesiones graves o incluso mortales deberían hacer que lo pienses dos veces.

Esta semana, Grace Webster, presidenta de la sucursal escocesa de la Asociación Veterinaria Británica, informó al Times que lanzar palos puede ser “peligroso y causar lesiones terribles” para tu perro, luego de que un collie atrapara en el aire un palo de diez centímetros que se alojó en su garganta y dañó su laringe.

“Los veterinarios han observado lesiones muy graves, amenazando la vida y, en algunos casos, fatales ocurridas después de que un perro atrapara un palo”, informa Sean Wensley, presidente de la BVA. Según él, hay dos tipos de problemas.

“El primero es que el palo es lanzado y aterriza en el suelo como un jabalina. El perro intentando atraparlo no puede detenerse a tiempo y se abalanza sobre el palo, lo que le causa terribles lesiones penetrantes en la boca, el cuello y a veces en la médula espinal, llevando a la parálisis. A veces esto perfora un vaso sanguíneo importante y causa una pérdida de sangre fatal. Luego hay casos en los que fragmentos del palo se alojan en la boca y en la garganta. Dado que la propia madera está sucia y que la boca está llena de bacteria, esto puede provocar una infección grave”. Si bien hacer ejercicio y jugar es extremadamente beneficioso para los perros y sus dueños, juguetes para perros como los de goma o los frisbees deberían usarse en lugar de palos de madera.

Las lesiones difíciles de detectar

Runa Hanaghan, directora veterinaria adjunta de la asociación benéfica Dog’s Trust, también ha observado algunas lesiones horribles resultantes de perros que han atrapado un palo, y no todas son detectables de inmediato. Un perro desarrolló agujeros en su cabeza después de que un trozo de palo se atascara en sus molares traseros y erosionara el paladar óseo. En otro perro, perteneciente a una dueña concienzuda que también era enfermera veterinaria, se descubrió una astilla en el lado de su lengua, que solo fue revelada después de una anestesia. Un examen realizado unas semanas antes había fallado en detectarla, lo que muestra cuán difíciles de percibir pueden ser las lesiones relacionadas con el palo. “He visto lesiones que habían estado allí por mucho tiempo y el perro se había acostumbrado, pero nadie había notado”, observa Runa Hanaghan.

Además, los perros no necesariamente ven los palos como juguetes - somos nosotros quienes les hemos enseñado a jugar con ellos. “Sugerimos a los dueños acostumbrar a sus perros a disfrutar de otros juguetes; hay muchas cosas que se les puede lanzar que son más seguras que los palos”.

Stan Rawlinson, un comportamentalista canino, ha estado advirtiendo a la gente durante veinte años sobre los peligros del lanzamiento de palos. Él también ha visto cosas horribles, como un perro que se empaló la cabeza con un palo de madera. Dice que es posible usar técnicas de adiestramiento para asegurarse de que su perro nunca más recoja un palo en su camino. La más sencilla es la técnica del refuerzo positivo, que consiste en entrenar a un perro para que reconozca cuándo quieres que deje de hacer algo dándole golosinas o no.