Hacia el fin de la vida en cautividad de los delfines y las orcas en Francia
En favor de la defensa de la causa animal, en lo concerniente especialmente a los cetáceos, se ha tomado una decisión importante por parte de la ministra de Ecología Ségolène Royal y publicada en el boletín oficial este sábado 6 de mayo de 2017.
Esta orden interministerial prohibe "la tenencia en cautividad de ejemplares de cetáceos en Francia, con la excepción de las orcas y los delfines ya en posesión de algunos establecimientos autorizados a la fecha de entrada en vigor de la orden".
En otros términos, para los delfinarios, esto anuncia el fin de la reproducción de delfines y orcas en cautividad, de las importaciones, así como de los intercambios.
Desde hace 2 años, una discusión estaba abierta entre el gobierno, los establecimientos poseedores de delfines y orcas, así como asociaciones, con el objetivo de establecer normas más estrictas concernientes a las condiciones de vida y la garantía del bienestar de estos animales en cautividad.
En un principio, la orden tenía que referirse únicamente a la prohibición de la reproducción de las orcas, mientras que la de los delfines estaría controlada de manera estricta.
Antes de la publicación, el texto fue revisado por Ségolène Royal y modificado de manera más radical.
Por lo tanto, es con sorpresa y alegría que los defensores de la causa animal han tomado conocimiento de la orden. Celebran “esta victoria” que promete, a medio o largo plazo, el fin del cautiverio de estos animales en circos marinos y saludan unánimemente este “avance histórico” y la “valentía” de la Sra. Royal.
Los profesionales del sector animal, por su parte, expresan su enfado frente a la modificación “sin consulta previa” y la firma de esta orden de manera inesperada después de meses de estancamiento en las discusiones.
Así, la orden atañe el fin de la reproducción de delfines y orcas mantenidos en cautividad, pero también prevé la mejora de las condiciones de detención de los animales.
Esto implica el aumento del tamaño y la profundidad de los estanques que ahora tiene un nuevo mínimo reglamentario revisado al alza en más del 150%, así como la instalación de nuevos equipos para enriquecer el medio ambiente, como la creación de corrientes, olas, cascadas y zonas sombreadas.
Además, la orden concierne la prohibición del uso de cloro en el agua de los estanques y regula también los espectáculos: las representaciones nocturnas están ahora prohibidas, también el uso de sonidos y luces que puedan generar estrés, así como los contactos directos con el público o inmersión.
Estas nuevas reglas deberán ser aplicadas en 6 meses y en un plazo de 3 años en cuanto a la nueva puesta a normas de los estanques.
Marine D.