Cómo hacer YOGA con tu Gato: 7 Posturas de Cat Yoga

En los Estados Unidos, donde nació, se le llama Cat Yoga. Hoy en día, muchos franceses lo practican y hacer yoga con su gato se ha convertido en una actividad de moda. Beneficioso tanto para el cuerpo como para el espíritu, es una excelente forma de relajarse y centrarse. Los gatos son conocidos por su flexibilidad y agilidad, los profesionales del yoga los han visto como maravillosos compañeros de juego. Aquí tienes 7 posturas de yoga para compartir con tu gato para una sesión de relajación agradable e intensa.

Este ejercicio es fácil, consiste en imitar a tu gato cuando se estira.

Versión inicial: ponte a cuatro patas y asegúrate de que tus manos estén bien alineadas con tus hombros. Tus rodillas deben estar alineadas con tus caderas. Toma una gran inspiración y arquea la parte trasera de tu espalda, como tu gato cuando se estira.

Luego en la exhalación, puedes levantar las rodillas del suelo y estirar tus piernas, de modo que empujes con tus talones bajando tu tórax. Mantente unos segundos arriba, luego regresa a tu posición inicial para tomar una nueva inspiración.

Hay versiones complementarias que podrás aprender cuando domines bien esta postura básica. Puedes invitar a tu gato a estirarse contigo, es muy probable que después de algunos ejercicios lo haga por imitación.

Esta postura de yoga puede parecer fácil, pero requiere resistencia, flexibilidad y equilibrio. Si al principio no te sientes muy cómodo con este ejercicio, es normal, el dominio de la postura del árbol vendrá con la práctica.

Toma a tu gato en tus manos y ponte de pie juntando los dos pies. Mantén a tu gato en tus brazos o ponlo sobre tu hombro, si está acostumbrado a ser llevado de esta manera. Levanta un pie y colócalo contra la parte interna de la otra pierna, asegurándote de mantener tu equilibrio. Puedes mantener una mano en tu gato para ayudarlo a permanecer cómodamente en tu hombro.

Idealmente, debes subir tu pie hasta el interior del muslo, pero puedes comenzar por el interior de la pantorrilla y subir progresivamente. En la postura básica, las manos están posicionadas con las palmas en oración sobre la cabeza. Si sostienes a tu felino con una de tus manos, puedes usar la otra para ayudarte a conservar un buen equilibrio.

Si tu gato participa en el juego, os ofreceréis un hermoso momento de conexión con él, mientras fortalece tu musculatura, tu flexibilidad y tu equilibrio. El comportamiento de tu gato puede sorprenderte gratamente.

Hacer yoga con tu gato es antes que nada inspirarse en numerosas posturas inspiradas por las deidades indias. El nombre de la posición del guerrero hace referencia a Virabhadra, hijo de Shiva, y permite entrar en acción, mientras se está desapegado de las preocupaciones cotidianas. La postura del guerrero permite estirar la zona lumbar, fortalecer los músculos de los hombros y del cuello, fortificar los músculos abdominales y desarrollar el equilibrio.

Ponte de pie con los pies juntos y tómate el tiempo para respirar profundamente y con calma. Cuando estés listo, da un gran paso hacia adelante con el pie derecho (debes poner una distancia de aproximadamente un metro entre tus dos pies). Tu rodilla derecha está doblada, mientras que tu pierna izquierda está estirada. Inspira al levantar los brazos hacia arriba y exhala al posicionar una mano en la espalda de tu gato, estimulándolo a volverse también derecho y orgulloso como un guerrero.

Para este ejercicio, necesitarás una estera de yoga, de forma que puedas instalarte cómodamente. También existe una posición de la pinza de pie, pero al sentarte en el suelo, tienes más posibilidades de despertar la curiosidad de tu gato, el cual debería unirse a ti rápidamente.

Sentado en posición de loto, toma tiempo para respirar profundamente. Cuando te sientas listo, estira tus piernas delante de ti e intenta agarrar tus dedos de los pies. Si te falta flexibilidad, puedes doblar ligeramente las rodillas y luego extender tus piernas progresivamente. Este ejercicio no está recomendado al inicio de la sesión, es mejor realizarlo cuando los músculos y las articulaciones estén calientes.

Si tu gato se une a ti, podrás disfrutar de un bello momento de complicidad y relajación.

Esta postura de yoga comienza tumbado boca abajo y necesitarás una estera para realizarla. Empieza colocando tus manos debajo de tus hombros y toma una gran inspiración mientras enderezas tus brazos para levantar tu pecho. Intenta imitar la posición de la cobra que se levanta para alzarse al son de la música. Si tu gato es juguetón, hay posibilidades de que se una a ti para deslizarse bajo tu torso y frotarse con tus brazos.

Esta postura permite abrir los hombros y el pecho, flexionar la columna vertebral y estirar las caderas.

También conocida como la postura del loto, es una de las posiciones más estables para hacer yoga con tu gato, aunque requiere cierta flexibilidad. Es un excelente soporte para la meditación, tanto para la atención plena como para las prácticas energizantes o los ejercicios de respiración. También es una de las más antiguas y clásicas, a menudo sirve como base para otras posturas complejas, como el loto oculto o el pez en loto.

Sientate en posición de loto sobre tu estera de yoga, piernas extendidas delante de ti. Comienza doblando la pierna derecha y colocando tu pie derecho sobre tu muslo izquierdo, la planta del pie mirando hacia arriba. Luego dobla la pierna izquierda y coloca el pie izquierdo sobre la espinilla derecha. Si puedes, tira de tu pie izquierdo para colocarlo sobre tu muslo derecho, planta del pie mirando hacia arriba. Levanta a tu gato y colócalo contra tu pecho para disfrutar plenamente de este momento de compartir y de meditación.

Verás que su presencia es calmante, puedes cerrar los ojos para aprovechar completamente de este instante mágico con tu mascota.

También llamada la postura del cadáver, esta posición es perfecta para terminar con suavidad una buena sesión de yoga con tu gato. A menudo es elegida por los profesionales del yoga y permite relajarse completamente antes de volver a la realidad.

Para esta postura, necesitarás una estera de yoga. Comienza acostándote cómodamente sobre la espalda y colocando tus piernas ligeramente separadas. Para aprovechar mejor este momento, se recomienda realizar este ejercicio con los ojos cerrados. Toma a tu gato y colócalo sobre tu vientre o a tu lado y disfruta de este momento de complicidad y relajación con tu mascota.

Hacer yoga te permite relajar tus músculos y deshacerte de las tensiones en tu mente y tu cuerpo. Al asociar a tu gato a este ejercicio, los beneficios son aún más profundos e importantes. 

¡En resumen! Hacer yoga con tu gato es una experiencia genial con miles de virtudes. Además de beneficiarte, los ejercicios permiten que tu gato se distraiga, lo cual es ventajoso, especialmente para los felinos que viven en apartamentos. Luego, durante la sesión de yoga, se crea un vínculo especial con tu mascota y cada participante disfruta de la presencia y la disponibilidad del otro. Hacer yoga con tu gato es excelente para la salud, con beneficios múltiples, tanto física como psicológicamente.