¿Puede mi gato sentir frío?
Al observar a su gato disfrutar del exterior durante un día de invierno, usted se pregunta sobre un punto: ¿puede tener frío? Porque sí, se trata de una pregunta legítima que uno puede hacerse durante la temporada invernal, donde su felino no duda en salir a pesar de que las temperaturas que se sienten invitan más a quedarse en casa. ¿No sería mejor que estuviera bien calentito en un hogar calefaccionado? ¡Respuesta en este artículo!
La respuesta es, obviamente, ¡sí! Al igual que los humanos, los gatos pueden sentir el frío, pero no de la misma manera. Su organismo es más resistente que el nuestro, pero siempre y cuando estén previamente acostumbrados a las salidas exteriores, en toda temporada.
En efecto, tienen un pelaje con un subpelo que les ofrece una mejor aislación así como una mejor robustez frente al fresco. Los gatos de exterior, que están acostumbrados a largo plazo a las salidas regulares, tienen un pelaje protector denso y rico en subpelos. Por supuesto, en el caso de un gato de pelo largo, la resistencia al frío es aún más importante.
La muda otoñal permite a los gatos de exterior tener un pelaje más tupido y más duro en invierno para enfrentar mejor las temperaturas frescas. En el caso de un gato de interior, acostumbrado al ambiente más bien cálido y constante de una vivienda, la muda es menos importante y el pelaje menos espeso. Por lo tanto, es muy importante no sacar bruscamente al exterior a un gato no acostumbrado a las salidas y que no ha tenido una etapa de muda que le permita enfrentar adecuadamente la temporada invernal.
Además, si su gato pasa la mayor parte de su tiempo en el exterior, es importante que pueda tener un lugar donde refugiarse para protegerse del viento y de la humedad. Lo mejor es aún instalar en su puerta un sistema de gatera que le permita decidir sus entradas y salidas sin solicitar su asistencia de portero personal.
En conclusión, tranquilícese, su pequeño felino sabe lo que es bueno para él. Si se aventura al exterior cuando el tiempo le parece un poco fresco, ¡es que realmente no siente frío!
Pero, desde luego, ya sea un perro o un gato, ningún animal debe permanecer continuamente al frío en pleno invierno, especialmente durante una ola de frío intenso. Las salidas al exterior deben ser ocasionales y debe tener la posibilidad de refugiarse cuando lo desee.
Además, las condiciones de vida en el exterior son más difíciles en caso de mucho frío, puede perfectamente aumentar la ración diaria de piensos de su gato y, por supuesto, también debe tener acceso constante a agua limpia.
