Mucho más que un simple lugar de descanso, el lugar de dormitorio del perro funciona para él tanto cómo un nido acogedor como un refugio, como puede serlo la guarida para su primo el lobo. Es un territorio completamente prohibido para los demás. Además, indica su estatus jerárquico en el hogar. Es un lugar que se debe elegir con cuidado y es preferible mantener el mismo a lo largo de su vida.

Índice :

• En un lugar tranquilo, alejado de pasillos
• ¿Y el cachorro?

En un lugar tranquilo, alejado de pasillos

Es muy importante colocar su canasta o cojín en el suelo, y sobre todo no en alto como en una silla, un sofá o una cama. Esto permitirá establecer desde el principio una jerarquía entre el animal y sus dueños. En caso contrario, el perro se encontraría en una situación de dominio. En la misma línea de pensamiento, evite también colocar su lugar de descanso en medio de una habitación, ya que podría entonces vigilar las idas y venidas de todos y sentirse como el jefe de la familia.

Por lo tanto, hay que colocar su cama en un lugar un poco apartado y tranquilo para que su sueño sea pacífico. Pero cuidado con no excluirlo o confinarlo en un lugar demasiado lejano y de difícil acceso: el perro podría sentirse rechazado y castigado y negarse a ir. Lo ideal, es alojarlo en una esquina tranquila pero lo suficientemente animada, lejos de puertas y salidas. Por ejemplo, en el ángulo de una sala de estar pero siempre fuera de las zonas de paso como una entrada, un pasillo, arriba o abajo de una escalera. Aleje si es posible la canasta de las ventanas y puertas porque su perro debe estar protegido del sol y de las corrientes de aire.

El salón o el comedor pueden ser una buena opción, siempre que no coloque su lugar de descanso entre la televisión y el sofá. La cocina no es un lugar recomendado por razones de higiene y porque el tránsito es demasiado frecuente. Finalmente, evite que su perro duerma en un lugar cerrado como un armario, debajo de una mesa o debajo de una cama, ya que así aislado, podría volverse agresivo contra cualquier "intruso" que invadiera su espacio personal.

Recuerde que su perro nunca debe ser molestado cuando está en su refugio. Incluso si ha hecho una travesura, nunca lo regañe cuando esté "en casa". Espere siempre a que salga para acariciarlo, administrarle medicamentos o ponerle la correa bajo riesgo de ser mordido. Y sobre todo, ¡nunca deje que los niños se acerquen cuando esté allí!

¿Y el cachorro?

Una vez adoptado, el cachorro llega completamente desorientado a un entorno desconocido para él, lejos de su madre, hermanos y sus costumbres: aúlla y gime todo su malestar. Por lo tanto, es importante tranquilizarlo durante sus primeras noches en su nuevo hogar.

Si su perro tiene entre dos y tres meses, puede hacerlo dormir en su habitación, instalando una canasta o una manta cómoda al pie de la cama. La proximidad de sus dueños tendrá un efecto calmante sobre el joven perro. Por razones de higiene, evite dejarlo subir a su cama, especialmente porque rápidamente podría convertirse en un hábito difícil de perder. Sin embargo, esta situación no debe perpetuarse y deberá expulsarlo de la habitación en dos o tres semanas.

Por otro lado, si su perro tiene tres meses o más, es preferible mantenerlo solo unos días en su habitación y luego trasladar su canasta fuera.

Artículos relacionados :

• Alfombra o cojín: ¿qué elegir para mi perro?
• ¿Cómo elegir el tamaño de su cojín para perros?
• Canasta, cojín, alfombra... ¿qué tipo de tejido privilegiar para mi perro?
• ¿Qué cojines y alfombras para el aislamiento de su caseta?
• ¿Qué canasta o cama elegir para mi perro?