Disfraces caseros de Halloween para gatos: 6 ideas de disfraces

Se acerca Halloween y ¡todos vamos a temblar de miedo! Los niños disfrazados vendrán a tocar nuestras puertas para pedir dulces o echarnos un maleficio. Entonces, ¿por qué no recibirlos con nuestro gato convertido también en un personaje aterrador con un disfraz de Halloween? ¡Eso sí que sería una sorpresa! Pero habrá que tomar algunas precauciones: asegurarnos de que el gatito pueda respirar y oír sin dificultad, ponerle el disfraz suavemente para no asustarlo y no reírse de él, ya que los animales son muy sensibles a las burlas. ¿Estás listo? Aquí tienes algunas ideas de disfraces de Halloween para gato para hacer tú mismo.

1. Gato-Wanda, la bruja roja del universo Marvel
2. Gato-Murciélago Vampiro
3. Gato-Araña gigante
4. Gato-Calabaza | Un clásico
5. Gato-Zorrillo | Terror garantizado
6. Gato - Esqueleto de cuatro patas | Tan real como la vida misma

Disfraces caseros para gato de Halloween: 6 ideas de disfraces

1. Gato-Wanda, la bruja roja del universo Marvel

Tu gato quizás no tenga el pelo (pelaje) flameante de la heroína de los superhéroes, pero con un disfraz bien hecho, el parecido puede ser sorprendente. Lo esencial está en la máscara, que una vez realizada podrás colgar detrás de las orejas de tu pequeño compañero. Necesitarás:

una hoja tamaño A4 de cartón flexible,
un trozo de cinta elástica del tamaño del contorno de la cabeza del gato, añadiendo 1 cm de cada lado para atar,
un tubo o bote pequeño de pintura roja metálica no tóxica,
una grapadora,
un par de tijeras.

Medir el espacio entre las dos orejas, de un lado a otro de la cabeza. Reproduce en el cartón la forma de la máscara (fácilmente encontrable en internet), adaptándola a las medidas tomadas. Recorta y pinta. Corta la cinta en dos y grapa un extremo de cada lado de la máscara. Desliza con cuidado la máscara alrededor de la cabeza. Para completar el conjunto, puedes coser una capa de tela satén rojo, añadiendo una cinta roja para atarla alrededor del cuello. La longitud se calculará entre la base del cuello y la de la cola.

Alternativa muy simple: el disfraz de bruja para gato

Si realmente no tienes tiempo, compra un sombrero de bruja talla XS o XXS (muy fácil de encontrar), añade una cinta para poder atarlo bajo la cabeza de tu gato y ¡listo!

2. Gato-Murciélago Vampiro

Este pequeño disfraz es muy rápido de fabricar y tendrá un gran efecto. Además, como no es muy voluminoso, no molestará a tu gato en sus movimientos. Y si tu minino ya es negro ¡será aún más efectivo! El material necesario:

una gran hoja de cartón flexible,
un tubo o bote de pintura negra no tóxica,
un trozo de cinta elástica negra de unos 3 cm de ancho aproximadamente,
un par de tijeras,
una grapadora.

Mide la longitud de tu minino desde la base del cuello hasta la cola. La parte más larga de las alas debe ser ¾ de esta dimensión, de lo contrario estorbarán a tu gato y él tratará de deshacerse de ellas. Dibuja dos formas de alas en el cartón. Recórtalas y píntalas en ambas caras. Corta un trozo de cinta elástica del tamaño del contorno del cuello del gato. Grapa los dos extremos para formar un círculo. Grapa las dos alas sobre el cierre de este círculo. Ponle el disfraz al gato y ya tienes a un mini vampiro de cuatro patas.

3. Gato-Araña gigante

Este disfraz te requerirá quizá un poco más de trabajo pero el resultado será un éxito garantizado. Una araña tiene 8 patas pero con 6 será suficiente para que parezca muy realista. Consíguete:

un trozo de tela de peluche negra,
un poco de relleno como el utilizado para rellenar cojines,
6 trozos de alambre semirrígido cubiertos de peluche negra de unos 20 cm aproximadamente cada uno,
2 trozos de cinta elástica negra, que rodearán el vientre del animal,
un par de tijeras,
hilo negro y una aguja fuerte.

Corta dos círculos en la tela cuyo diámetro sea la longitud entre la cola y el cuello del gato (más algunos centímetros para la costura). Cóselos juntos y rellénalos de relleno (no demasiado, el cojín debe ser bastante plano). Cose o grapa en cada lado 3 "patas" de alambre, que torcerás para hacerlas más realistas. Cose dos cintas elásticas, por debajo y pónselas con cuidado a tu pequeño monstruo. La alternativa fácil sería atar juntas las patas y colgarlas del arnés del gato (sin el cojín).

4. Gato-Calabaza | Un clásico

No se trata de meter a tu gato en una calabaza. No podría moverse. Consigue una camiseta sin mangas para bebé y tiñela de naranja. Luego, corta en fieltro negro, lo que representará los ojos, la nariz y la boca de la calabaza. Pégalos en la espalda de la prenda. Con fieltro verde, corta un cuello del tamaño del cuello del gato. Ciérralo con un trozo de elástico. Ponle todo y ahí tienes a tu lindo minino transformado en una calabaza original.

5. Gato-Zorrillo | Terror garantizado

Muy sencillo de realizar, este disfraz de zorrillo para gato causará un gran efecto. Está construido sobre una pequeña camiseta negra que sirve de soporte para los demás elementos. El material que necesitarás:

Un trozo de peluche negro,
Un trozo de peluche blanco,
Un trozo de fieltro rosa,
Una pequeña camiseta negra,
Cinta elástica negra,
Pegamento para tela,
Un par de tijeras.

6. Gato - Esqueleto de cuatro patas | Tan real como la vida misma

Si te gustan las plantillas, este disfraz es para ti. Busca en internet un dibujo de esqueleto (o dibújalo tú mismo) y reprodúcelo en un cartón flexible, a las dimensiones de tu gato (siempre como referencia, la longitud entre la base del cuello y la cola). Recorta los huecos para realizar la plantilla. Colócala sobre un body negro (a la talla del gato) del que habrás cortado la parte baja con los botones a presión o una camiseta. Vaporiza nieve artificial (como para los árboles de Navidad) o pintura blanca no tóxica. Deja secar antes de ponérselo a tu minino.

Ahora, ¡es tu turno de jugar! Te vas a divertir, pero no olvides que tu pequeño compañero podría no encontrar eso muy gracioso. Así que, si te lo indica de una forma u otra, no insistas. Las brujas siempre van acompañadas de un gato, ¡piénsalo para tu disfraz!