He encontrado un animal abandonado

Deseas recoger un animal abandonado en un refugio o perro/gato callejero? Un poco de reflexión y algunas reglas son necesarias de antemano, ya que no es una acción menor: vas a elegir darle una segunda oportunidad a un animal.

Primero que nada, si es un animal que has encontrado en la calle, lo primero que debes hacer es verificar que efectivamente no pertenece a nadie. Para ello, revisa las orejas del animal para ver si está tatuado. Si ese es el caso, puedes contactar a la Sociedad Central Canina o a la SC Felina, quienes te proporcionarán el nombre del dueño. Si no está tatuado, puedes llevar al animal a un veterinario, quien verificará si está chipado o no. También puedes mirar los anuncios clasificados en tu barrio o en internet para ver si alguien no ha perdido su animal. También puedes pasar tú mismo un anuncio. Si no deseas/puedes quedarte con el animal que has encontrado, no dudes en publicar anuncios en tu vecindario, en las tiendas locales o en internet. Como último recurso, no dudes en confiar el animal a una estructura de acogida: refugio, SPA, familia de acogida... Hay múltiples opciones, y el animal siempre estará mejor que en la calle!

Tanto si deseas recoger un animal de un refugio como si es un animal callejero, es importante pensar bien en ello con calma, sin dejarse conmover demasiado. De hecho, tener un animal es una responsabilidad que te compromete financieramente, logísticamente y emocionalmente. Debes estar seguro de tener tiempo para cuidarlo, suficiente espacio para que pueda desarrollarse, y dinero para atenderlo en caso de necesidad. ¿Tienes una solución cuando te vas de vacaciones? Estas son algunas preguntas que debes hacerte para saber qué tipo de perro deseas adquirir, por ejemplo:

1)      Utilización y actividades del perro. La primera pregunta que debes hacerte es la siguiente: ¿por qué quieres un perro? ¿Deseas un perro con el que puedas jugar, pasear largas horas, correr? ¿Buscas un perro de trabajo (caza, agility, guía...)? ¿Quieres un perro para compañía en casa? ¿Un perro para tus hijos? Esto influye en el carácter del perro que vas a adquirir.

2)      Vivienda y estilo de vida. El deseo de tener un perro también está relacionado con tu vivienda y estilo de vida. ¿Vives en ciudad o en el campo? ¿En una casa o un apartamento? ¿Permaneces mucho tiempo en casa o por el contrario trabajas de 8 a 20h? ¿Dónde dormirá tu perro: en la casa, en un garaje? ¿Buscas un perro para que haga guardia?

3)      Presupuesto. ¿Qué presupuesto deseas destinar para tu perro? Debes saber que un perro de gran tamaño es más caro: alimentación, cuidados veterinarios, etc... Lo mismo sucede con algunas razas de perros de pelo largo, por ejemplo, que pueden requerir gastos en aseo.

4)      Composición del hogar. ¿Quién vive en tu hogar? ¿Niños, personas mayores? Este factor debe tenerse en cuenta obligatoriamente, para que el temperamento del perro sea adecuado a los miembros de tu familia. Por otra parte, ¿debe tu perro convivir con otros animales?

5)      Preferencias estéticas. ¿Prefieres perros de gran tamaño / pequeño tamaño? ¿Pelo corto o largo? ¿De qué color?

6)      Experiencia. Y finalmente: ¿alguna vez has tenido un perro?

También debes saber que algunos animales, perros o gatos, abandonados presentan un trauma psicológico real, que influye en su comportamiento: por ejemplo, algunos animales temerán quedarse solos y solicitarán compañía. Otros, como aquellos que siempre han vivido en la calle, tendrán problemas para vivir encerrados en un apartamento, con pocas salidas o sin jardín. Generalmente, las asociaciones o refugios no conocen el pasado de los animales que han acogido. No obstante, pasan tiempo con ellos y por lo tanto pueden informarte sobre su comportamiento. Debes saber que algunos animales, especialmente los perros, pueden ser muy difíciles de reeducar y requerir una inversión considerable (en tiempo, en emociones). 

Por lo tanto, es indispensable hacer muestra de mucha paciencia para que el animal recupere la confianza. Se deben adoptar las acciones correctas desde el principio.

 Cuando lleves el animal del refugio, es preferible colocarlo en una caja de transporte, para que esté tranquilo, protegido y pueda familiarizarse con los nuevos sonidos y olores que lo rodean. Al llegar a casa, pide a tus hijos que sean muy tranquilos con él: probablemente estará muy estresado y necesitará calma. Déjale descubrir las diferentes habitaciones de la casa a su propio ritmo. Dale de inmediato una cama/un árbol para gatos, un recipiente para comida y uno para agua. Debe poder contar inmediatamente con un lugar tranquilo para él, donde pueda refugiarse, descansar, solo. En cambio, sé firme desde el principio, prohibiéndole el acceso a las habitaciones, sofás, etc.

 Es importante ser gentil pero firme: no te dejes enternecer, de lo contrario podrías verte superado rápidamente! Sin embargo, aunque algunos lugares puedan estarle prohibidos, no lo apartes de la familia, permítele integrarse a ti. No lo obligues a venir a tu contacto, si es tímido, no lo fuerces, déjale tomar su tiempo.

Para sus primeras comidas, es importante darle la misma comida que tenía en el refugio. Una posible transición alimentaria con un alimento de mejor calidad se podrá realizar más adelante, progresivamente, mezclando la comida antigua y la nueva. Si tu animal no es limpio, no lo regañes, no entendería. La falta de limpieza de un animal abandonado generalmente revela su ansiedad y tiende a desaparecer por sí sola. Para un gato, coloca una bandeja de arena limpia en un rincón tranquilo, lejos del lugar de la comida y del tazón de agua. Si es necesario, prueba varios tipos de arena (virutas, periódico, gravilla...) y varios tipos de bandejas (bandeja abierta o cubierta cerrada). Para un perro, realiza paseos muy regulares. Al principio, no sueltes a tu perro. Acostúmbrale a caminar con correa; llámalo por su nombre y recompénsalo con una voz suave y tranquila y con golosinas.

Los perros recogidos también suelen tener problemas para quedarse solos. Mantén siempre la calma, nunca seas brusco. Es inútil tomar al perro por la piel del cuello y sacudirlo. No lo regañes a posteriori, ya habrá olvidado las travesuras hechas durante la noche. Durante tu ausencia, puedes proporcionarle olores tranquilizantes, por ejemplo, una prenda de ropa antigua que te pertenezca, que actuará como un "doudou" o consolador como con los niños. También puedes usar un difusor de feromonas tranquilizantes para el perro - normalmente secretada por la madre unos días después del parto, que lo calmará y tranquilizará (difusor Adaptil). También es posible colocar a tu perro en una caja de transporte. De hecho, algunos perros se sienten perdidos en un espacio grande y prefieren sentirse confinados. No obstante, cuidado, no debe ser un castigo! El perro debe acostumbrarse gradualmente a la caja de transporte, que siempre debe dejarse abierta.

 También es recomendable hacerle hacer ejercicio antes de tu ausencia: un gran paseo lo cansará y será más propenso a dormirse. Hacer agility o nadar también son buenos medios para cansarlo. Poner música durante tu ausencia también puede calmar a tu perro. También es posible consultar a tu veterinario, quien podrá prescribir tratamiento al perro. Los gatos también a veces tienen problemas con la soledad o tienden a destruir su entorno (sofá, papel tapiz...). Se debe pensar en enriquecer su hábitat (árbol para gatos, rascadores...). También puedes usar difusores de feromonas (Feliway) o consultar a tu veterinario para un tratamiento.

Si has elegido un animal de un refugio, generalmente ha sido tratado por un veterinario y está vacunado, desparasitado y a menudo esterilizado. Si no es así, o si has encontrado al animal en la calle, es indispensable llevarlo al veterinario, quien realizará un chequeo de control completo. Tu veterinario también podrá ayudarte en caso de problemas de comportamiento persistentes. 

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