Cómo enseñar a mi perro a estar solo
El perro es un animal muy sociable que puede llegar a ser particularmente cercano a su familia, puede resultar difícil para él separarse y quedarse solo, incluso por poco tiempo. La soledad es inevitable y a veces mal llevada, por lo que conviene enseñar a su perro a estar solo tanto para su bienestar como para su tranquilidad.
Sumario:
Al igual que caminar con una correa o la limpieza, el aprendizaje de la soledad no es necesariamente innato en el perro. Para el buen equilibrio de tu mascota, es esencial no subestimar su importancia. Si no sabe estar solo, esto puede generar un estado de ansiedad que puede tener numerosas repercusiones y llevar a trastornos de comportamiento más o menos significativos.
Mi perro no tolera la soledad, si, en mi ausencia:
- Ladra excesivamente o aúlla a la muerte
- Tiene comportamientos destructivos
- Se vuelve incontrolado
- Parece deprimido
¿Cuándo enseñar la soledad a mi perro?
No importa la edad, tu fiel compañero debe aprender lo antes posible a estar solo. Si acaba de llegar a tu hogar, es importante no mimarlo demasiado desde los primeros días y ofrecerle una presencia constante, a la que puede acostumbrarse y luego llevar mal tu ausencia abrupta una vez que vuelva a tu ritmo de vida habitual.
Al principio, es crucial actuar de manera progresiva, comenzando con salidas cortas y luego progresivamente más largas.
La soledad del perro: la actitud correcta
Cuando estés a punto de salir, es importante no repetir los mismos gestos de manera mecánica: sacarlo a pasear, coger tus cosas, decirle adiós... Tu perro podría identificar rápidamente estos hábitos y asociarlos con tu partida inminente, lo que puede generarle ansiedad. Tu salida no debe ser un acto destacado y ritualizado, sino algo completamente normal.
También, es importante no darle demasiada atención en los momentos previos a tu partida, ya que podría hacer la separación mucho más difícil después de hermosos momentos de ternura y compartir. Mejor déjalo libre para que haga sus cosas y piensa en proponerle algo con qué entretenerse y descansar: su juguete favorito, su lugar de descanso…
En resumen, lo importante es actuar de manera natural y relajada, y sobre todo, no sentirse culpable por la idea de dejarlo solo.
Marine D.