Cómo educar a mi gato
Perro y gato, dos caracteres completamente diferentes hasta el punto de que incluso las expresiones populares se han apoderado de estas oposiciones. A partir de ahí, se derivan dos maneras de vivir con su mascota: el gato es apreciado por su lado cariñoso y por su independencia, mientras que el perro será más apreciado por su lado de "compañero". El perro es más expansivo y su dependencia al ser humano probablemente lo hace más apreciado porque es más fácil de manejar. Todo es una cuestión de carácter.
Su gato no estará siempre a su lado, incluso si algunas razas son más caseras que aventureras. ¡Pero su hogar también será el suyo y para vivir en buena armonía, humano y animal deben respetarse un mínimo de reglas!
Con la descripción de tal carácter, uno tiene derecho a preguntarse si un gato puede obedecer: ¿deberíamos hablar de entrenamiento o más simplemente de educación?
Enseñar la higiene a su gato
Si no tiene jardín, debe enseñar a su gato a usar su arenero. Normalmente, es su madre quien le enseña este comportamiento desde muy temprana edad. Si este no es el caso, enciérrelo regularmente en la habitación donde se encuentra su caja de arena y muéstrele que es el lugar para sus necesidades. Poco a poco, su gato entenderá que este accesorio está allí para su comodidad.
Si alguna vez sorprende o descubre que su gato ha dejado excrementos en otro lugar, puede, elevando el tono de su voz, explicarle que debe hacerlo en su arenero. Recoja los excrementos, colóquelos en la arena para mostrarle dónde debe hacer.
Su gato debe reaccionar al llamado de su nombre
Es la repetición de su nombre y la asociación del sonido que representa con algo agradable (una comida, un premio...) lo que llevará a su gato a responder. Sin embargo, tenga cuidado de que su nombre no esté sistemáticamente vinculado a una recompensa en forma de alimento. También puede ser simplemente caricias.
De una forma más general, su gato debe acostumbrarse a responder al sonido de su voz, ya sea cuando lo llama o cuando emite una "orden" breve.
Su gato y su entorno
Al hablar de entorno, es especialmente importante abordar el tema de los niños. Para estos, la pequeña bola de pelos suave puede volverse muy agresiva por un simple reflejo defensivo. El gato es un animal independiente y, cuando considera que se le molesta en sus ocupaciones o su descanso, se expresará moviendo la cola y dando golpes de patas. Frente a tal comportamiento, un adulto lo dejará en paz, pero los niños pequeños no verán en ello un signo de irritación. La educación debe ser para ambas partes: hacerle entender al gato que es un juego, pero sobre todo hacer entender al niño que una cola que se mueve no es para agarrar. Además, nunca tendrá la garantía del comportamiento de su gato, por lo tanto, es importante nunca dejar a un niño pequeño solo con un gato.
Su gato y el juego
El gato es juguetón, pero esto puede ser en detrimento de la decoración de su hogar. Es vigilándolo que podrá evitarle hacer travesuras: aquí también un tono de voz más fuerte y un leve golpe le harán entender que lo que acaba de hacer le atrae problemas en lugar de caricias.
También, para evitar que su gato se desahogue en sus sofás, cortinas y a veces también en sus plantas, proporcionele juguetes. ¿Quién no ha visto con diversión a un gato correr tras una pelota a golpes de patas? Lo interesante es que las garras de su gato puedan engancharse sin herirlo y también ayudar a desarrollar su instinto de cazador atrapando un objeto. No le reproche este instinto, nunca lo educará en este tema.
Sea consciente de que su gato siempre permanecerá independiente en su interior. Al educar a su gato, habrá hecho un compromiso para que se sienta bien en el ambiente que le ofrece y que puedan pasar buenos momentos juntos. Es esta aceptación común de los "límites" la que permitirá a su gato encontrar su confort al vivir a su lado.
