Cómo cuidar de un gatito no destetado
Cuidar de un gatito no destetado es difícil y toma mucho tiempo. Por lo tanto, deberás armarte de valor. Es muy recomendable que te pongas en contacto con un veterinario, quien te dará consejos adaptados a tu situación. Un examen clínico de los gatitos puede ser necesario para descartar cualquier malformación o problema de salud que pudiera justificar su abandono por la madre. Si el gatito está débil o no está vigoroso, puede necesitar una estancia en la incubadora y una alimentación por sonda, lo cual no podrá ser realizado en tu hogar. Pero si el gatito está sano y decides cuidarlo, entonces tendrás que ofrecerle un ambiente apropiado, encargarte de su alimentación y ocuparte de su educación y socialización.
Índice:
- Asegurarse de la toma de calostro
- Fabricar un nido para un gatito joven
- Alimentar a un gatito no destetado
- La educación del gatito joven
Asegurarse de la toma de calostro
Al nacer, el sistema inmunológico de los gatitos es funcional pero inmaduro. El gatito, que hasta ese momento estaba en un ambiente estéril, llega al contacto con el entorno externo sin anticuerpos. Por lo tanto, se beneficia de los que su madre produce en el calostro, que es la primera secreción de la glándula mamaria después del parto. La ingesta de calostro se realiza en gran parte en las primeras 24 horas de vida y se completa totalmente a las 48 horas.
Si el gatito no puede mamar en absoluto al nacer, o si la madre fallece durante el parto o en las horas siguientes, el gatito no puede recibir calostro y se vuelve muy vulnerable a los gérmenes del entorno. Por lo tanto, es necesario contactar rápidamente con su veterinario para considerar la administración de un calostro artificial (idealmente dentro de las 15 horas siguientes al nacimiento).
Fabricar un nido acogedor para un gatito joven
El gatito joven necesita un nido cómodo, seco, cálido y fácil de limpiar. Lo ideal es una caja de plástico con paredes lo suficientemente altas para que no pueda escapar. Puedes cubrir el fondo con toallas que tendrás que cambiar regularmente. Los recién nacidos son particularmente sensibles al frío, en parte porque están casi inmóviles y no se calientan moviéndose, y por otro lado porque su cuerpo aún es incapaz de temblar para calentarse. Por lo tanto, el nido debe colocarse en una habitación con una temperatura de al menos 22°C. Cuando están juntos, los gatitos se acurrucan unos con otros para estar más calientes. Si está solo, el gatito debe ser colocado cerca de un radiador cuya temperatura se aproxime a los 30°C. Otra posibilidad es colocar en la caja botellas de agua caliente envueltas en una toalla, pero deben cambiarse regularmente para que sea efectivo.
Durante el primer mes, la caja debe colocarse en una habitación tranquila, lejos del ruido y de los niños. En particular, durante las dos primeras semanas de su vida, el gatito pasa el 90% de su tiempo durmiendo y comiendo.
Alimentar a un gatito no destetado
El gatito huérfano debe ser pesado una o dos veces al día, al menos durante las 2 primeras semanas: si no gana peso o si lo pierde, esto no es normal y debe alertarle. A los 2 días, pesa aproximadamente 110 gramos mientras que a los 28 días pesa unos 450. Hacia la edad de 4 semanas, la ganancia de peso es menos significativa: es el comienzo del destete, que se completará alrededor de las 8 semanas.
Antes del destete, los gatitos tienen una alimentación exclusivamente láctea. En ausencia de leche materna, se puede utilizar una leche de sustitución. La mayoría de las veces se trata de leche en polvo, cuya composición es muy similar a la de la leche de gata. Esta es la solución a preferir porque esta leche cubre bien las necesidades nutricionales del gatito y se conserva fácilmente. En todos los casos, la leche de vaca debe evitarse: no proporciona suficiente energía y puede causar trastornos digestivos.
Antes de las 3 semanas, los gatitos no son capaces de lamer, por lo tanto, necesitarás un biberón. La limpieza del biberón y la perfecta conservación de los alimentos son dos puntos muy importantes: es absolutamente necesario evitar la proliferación de bacterias porque el equilibrio digestivo del gatito recién nacido es frágil. La tetina del biberón debe permitir que la leche gotee, sin fluir demasiado rápido. El gatito debe ser colocado sobre su vientre, sin necesidad de estirar demasiado la cabeza para beber. Esta posición es importante para limitar el riesgo de aspiración.
La frecuencia de las comidas disminuye con la edad. Al nacer, el gatito debe ser alimentado en promedio 6 a 8 veces al día. Es importante calentar la leche a una temperatura de aproximadamente 38,5°C.
A partir de las 3 semanas, el gatito debería poder empezar a lamer la leche en un cuenco. Alrededor de las 4-5 semanas, puedes empezar a añadir piensos para gatitos en su leche, para que se acostumbre gradualmente a comer alimentos sólidos. A medida que pase el tiempo, aumenta la cantidad de piensos y disminuye la de leche. Recuerda ofrecer agua fresca al gatito a voluntad.
La educación del gatito joven
Como "madre sustituta", tendrás que enseñar al gatito a ser limpio. Las primeras 3 semanas, los gatitos deben ser estimulados para hacer sus necesidades. Para esto, después de cada comida, masajea la región ano-genital con un algodón empapado en agua templada. Esto puede hacerse sobre un periódico por ejemplo, pero lejos del lugar de descanso, para que el gatito aprenda progresivamente a ser limpio.
Para que pueda convertirse en un gato adulto con un comportamiento normal y psicológicamente equilibrado, el gatito debe aprender a vivir con sus congéneres. Normalmente, la madre les enseña a los pequeños a cazar y a controlar su agresividad. Alejándose de ellos paulatinamente, les enseña independencia. Es por eso que es preferible que el gatito recién nacido se mantenga en contacto con un congénere. Si esto es imposible, de todos modos será necesario presentarle otros gatos a partir de las 4 semanas. También deberás alejarte gradualmente de él, fomentando el juego a distancia, con juguetes que simulan presas. Es preferible no animarlo a jugar con tus manos y morderlas. De esta manera, disminuyes el riesgo de que el gatito desarrolle problemas de comportamiento tales como la agresividad en el futuro.
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