¿Cómo cepillar un gato?
Practicado infrecuentemente por los propietarios de felinos, a excepción de aquellos que tienen un gato de pelo largo, el cepillado del gato es sin embargo un cuidado esencial que se debe proporcionar a su compañero. Esta guía le propone descubrir los beneficios del cepillado, así como sus etapas claves y el material a utilizar para cuidar bien a su animal.
Índice:
- ¿Cuáles son los beneficios del cepillado del gato?
- ¿Qué accesorios usar para cepillar a su gato?
- Las etapas de un buen cepillado
¿Cuáles son los beneficios del cepillado del gato?
Cuidar su pelaje
Con la llegada de la primavera, todos los gatos inician su período de muda, es decir, pierden su pelo, afinando así su pelaje. Cepillar a su gato permitirá eliminar estos pelos muertos.
Pero, fuera del período de muda, cepillar a su gato también permite alisar su pelaje, haciéndolo brillante e impermeable, lo cual es particularmente apreciado en los gatos que viven al aire libre.
Evitar las bolas de pelo
El gato es ciertamente el animal más limpio, práctica su aseo diariamente lamiéndose. Sin embargo, su lengua áspera atrapa los pelos que, si no se eliminan mediante un cepillado previo, son tragados. Estos pelos forman entonces bolas en el estómago de los gatos, pudiendo causar trastornos digestivos, vómitos o incluso llevar a una oclusión intestinal en el peor de los escenarios.
Fomentar la relación con su animal
El cepillado es un momento de complicidad y de compartir con su gato. Acostúmbrelo desde una edad temprana a ser cepillado, para que aprecie este acto y no lo viva como algo desagradable. Con su mano libre, acarícielo abundantemente: así se dejará hacer mucho más. De esta manera empezará a disfrutar de los mimos proporcionados y podría incluso sorprenderle ronroneando. Durante este momento de relajación, tendrá la oportunidad de inspeccionar su pelo y su piel, para detectar posibles enrojecimientos, parásitos o heridas que necesiten atención.
¿Qué accesorios usar para cepillar a su gato?
Según el tipo de pelo de su gato, el cepillado no se realizará con el mismo material, ni con la misma frecuencia. De hecho, si un gato de pelo largo requiere un desenredado diario, un gato de pelos cortos se conformará con un cepillado semanal.
Las herramientas para un gato de pelos cortos
Para un gato de pelos cortos, de tipo siamés u orientales, opte por un peine de dientes estrechos, que pueda atrapar los pelos muertos. No obstante, puede preferir un guante de caucho o de pelos naturales, utilizado en masajes, mucho más cómodo para su gato que los dientes de un peine que podría sentir en su piel. Finalmente, adapte el material en función del placer que sienta su compañero durante este momento.
El material indispensable para los gatos de pelos largos
Para un gato de pelo medio o largo, como el Persa o el British Longhair, el trabajo es más extenso. Prefiera un cepillo metálico de dientes largos y flexibles, una carda, pero también varios peines cuya distancia entre dientes varía ligeramente. En efecto, deberá alternar entre estos diferentes accesorios para cepillar efectivamente las capas del pelaje.
El cepillado diario es indispensable en estos gatos, para evitar la formación de nudos que, a largo plazo, solo podrán ser retirados con un par de tijeras o una maquinilla.
Finalmente, más allá del material utilizado, elija un lugar tranquilo para proceder con este cuidado en toda tranquilidad y sin generar demasiado estrés a su compañero.
Las etapas de un buen cepillado
El cepillado del gato es un arte que se practica paso a paso, lo importante es ser suave y delicado para no sobresaltar a su gato.
Independientemente del tipo de pelo, el peine se debe utilizar siguiendo la dirección del crecimiento del pelo. El cepillo suave puede, por otro lado, ser utilizado en sentido contrario al crecimiento del pelo, después, para retirar todos los pelos muertos.
En el caso de pelos largos, proceda de lo más ancho a lo más estrecho, utilizando peines de dientes separados para zonas densas como el trasero o la base de la cola, y un peine de dientes más finos para zonas más sensibles como la parte superior de las patas o el vientre de su gato.
Para las zonas sensibles, como detrás de las orejas, en la zona de los pezones o en el mentón, utilice un cepillo suave, menos agresivo que el peine, pero que permite evitar la formación de nudos en esas áreas.
Finalmente, aunque el gato es naturalmente limpio, un baño puede ser beneficioso para luchar contra parásitos o pelaje que tiende a engrasarse. Como en el caso del cepillado, es preferible acostumbrar a su gato, desde su más tierna edad, a tomar una ducha, por lo general dos a tres veces al año. Para ello, utilice un champú adaptado a los animales. Si su gato teme al agua, también es posible utilizar un champú en seco, en forma de espuma para masajear sobre el pelo, para devolver el brillo a su pelaje.
