¿Cómo acostumbrar a mi perro al cepillado?
Normalmente, el cepillado de un perro por su dueño es un momento extraordinario de bienestar y complicidad. También es muy importante para la higiene y la belleza del pelo. Sin embargo, puede ocurrir que, para algunos animales, el momento de aseo sea sinónimo de tortura. Descubre nuestros trucos para acostumbrar, suavemente, a un perro que se niega a ser cepillado.
¿Por qué es importante cepillar a su perro?
Al elegir una, o varias, herramientas adaptadas a su pelo, el cepillado permite eliminar los nudos, eliminar el pelo muerto, desenredar, ordenar y hacer que su pelaje brille. Ante el rechazo categórico de su perro al ver su cepillo, es completamente normal querer darse por vencido. Sin embargo, el cepillado es un paso ineludible, incluso obligatorio, especialmente para los animales de pelo largo. Por lo tanto, es necesario armar de paciencia y saber cómo reaccionar correctamente ante el comportamiento negativo de su animal para hacerle entender que está haciendo esto por su bien.
¿Qué métodos usar para poder cepillarlo?
Cuando sea posible, es importante acostumbrar al perro al cepillado desde su más tierna edad, para que entienda que el cepillo es un objeto inofensivo, solo ahí para su bienestar.
Una vez adulto, para que le guste el cepillado a un perro renuente, puede recurrir al refuerzo positivo recompensándolo con un juguete o un premio cuando se deje cepillar.
Si nota que su perro está asustado al ver el cepillo, primero debe familiarizarlo con su presencia. Acérqueselo suavemente, déle una primera y ligera pasada con el cepillo y felicítelo. Continúe cepillándolo mientras se detiene para felicitarlo. Si nota que su perro está realmente demasiado incómodo, interrumpa la sesión y vuelva más tarde en el día. Este trabajo no es simple y no va a desvanecer sus miedos en una sola sesión, pero es importante ser suave, tranquilo, y paciente e ir paso a paso, hasta el día en que las felicitaciones vendrán solo al final del cepillado.
Si su perro tiende a atacar el cepillo y quiere jugar más que ser aseado, espere a que se calme o acuéstelo de lado para poder cepillarlo suavemente.
Finalmente, es importante saber elegir el momento adecuado, tanto para él como para usted. Él debe estar tranquilo y buscando su atención y usted debe estar perfectamente sereno y dispuesto a ser muy, muy paciente.
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