Borreliosis: Tratar la enfermedad de Lyme en el perro

La borreliosis, también denominada enfermedad de Lyme en el perro, es una enfermedad transmitida por las garrapatas que es causada por la bacteria borrelia burgdoferi. Es una enfermedad que afecta tanto a humanos como a animales, sin embargo no es transmisible de perro a perro.
En las personas, la borreliosis de Lyme se manifiesta con fiebre, fatiga, erupciones cutáneas, dolores musculares o articulares frecuentes y ganglios inflamados. Los perros, los caballos y más raramente los gatos solo pueden ser afectados por esta patología por picaduras frecuentes de garrapatas infectadas.

Uno de los problemas principales de la enfermedad de Lyme en el perro es que la incubación es muy larga. Es decir, que incluso si un perro está contaminado, los síntomas pueden aparecer mucho después. Son las garrapatas ixodes ricinus más comúnmente conocidas como las garrapatas de los bosques las que transmiten la enfermedad de Lyme por la saliva después de una mordedura.

Cuando la garrapata "muerde", se inserta bajo la piel para alimentarse de la sangre del perro. Al alimentarse, es ahí cuando puede contaminar la sangre.

La garrapata infectada por la borrelia burgdorferi puede contaminar al perro si el contacto dura al menos 48 horas. Durante la mordedura, la bacteria entra en la sangre del perro. Esta bacteria es parte de los espiroquetas, responsables de numerosas infecciones. Tiene un alto poder patógeno.

Es por esto que es absolutamente necesario vigilar regularmente al perro para verificar que no tenga garrapatas en él.

Las garrapatas de los bosques están, como su nombre indica, más ubicadas en las zonas boscosas. Es especialmente en primavera y otoño, es decir de mayo a octubre, que estos pequeños insectos chupadores de sangre están más presentes. 

Por lo tanto, hay que ser particularmente vigilante durante los paseos por el bosque durante estos periodos.

Los síntomas de la enfermedad de Lyme pueden pasar totalmente inadvertidos, lo que la hace aún más alarmante. De hecho, la mayoría de los perros infectados no muestran síntomas cuando están infectados.

El problema es que el período de incubación dura entre 2 y 5 meses, lo cual es muy largo. Por lo tanto, es peligroso, porque es mejor tratar la enfermedad rápidamente.

Los síntomas de la enfermedad cuando está bien establecida son, por otro lado, bien visibles. La enfermedad aguda se manifiesta en forma de cojera. El perro comienza a cojear bruscamente. Esto puede ser extremadamente doloroso para algunos perros. Este dolor es causado por el desarrollo de una artritis que generalmente se desarrolla en la muñeca o en el tarso. 

Algunos perros son afectados por la poliartritis, lo cual se manifiesta con dolores en varias articulaciones. Esto es extremadamente doloroso e incapacitante para el perro. Estas cojeras pueden estar acompañadas de fiebre, fatiga, ganglios inflamados y a veces de vómitos. El perro parece estar sufriendo y en extrema fatiga.

Cuando la enfermedad de Lyme es crónica, el perro cojea menos severamente. Sin embargo, puede tener otros síntomas. Puede sufrir de miopatía, problemas cardíacos o nerviosos, problemas renales, pero también de dolores difusos en todo el cuerpo. Es por lo tanto una enfermedad extremadamente molesta e incapacitante para el perro.

Diagnosticar la enfermedad de Lyme en el perro puede resultar complicado. El diagnóstico puede establecerse según el estado del perro, su modo de vida y si ha sido picado por garrapatas o si presenta garrapatas en él. 

Exámenes como un análisis de sangre en laboratorio veterinario, un análisis de orina o una punción articular pueden realizarse para probar que la enfermedad está instalada. Debido a la dificultad que representa esta enfermedad, es importante prevenir, curar y sobre todo consultar a un veterinario en caso de duda.

Para evitar cualquier riesgo de desarrollo de la borreliosis, la mejor prevención es revisar la piel de su perro después de todos los paseos, especialmente si el perro ha estado en el bosque entre la primavera y el otoño. Si hay presencia de una o varias garrapatas, es imperativo retirarlas con un removedor de garrapatas para que el insecto no tenga tiempo de contaminar al perro. Si no logra retirar la garrapata, no dude en contactar a un profesional. Porque si la cabeza de la garrapata queda bajo la piel, el abdomen de la garrapata puede regenerarse y el ácaro todavía podrá succionar la sangre del perro.

También es posible vacunar a su perro a partir de su duodécima semana. Se deben realizar dos inyecciones con un intervalo de tres semanas. Esto puede ser particularmente pertinente para los perros muy expuestos a las garrapatas como los perros de caza o los animales que viven cerca de un bosque denso. No olvide el refuerzo de vacunación cada año. Se pueden utilizar productos antiparasitarios externos como tabletas o pipetas, un collar o un spray, pero pueden estar contraindicados con la edad. Entonces, prefiera con muchas precauciones los antiparasitarios naturales con aceites esenciales: lavanda, verbena y eucalipto limonero, citronela de Ceilán, árbol de té.

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Afortunadamente para nuestros amigos los perros, es posible tratar la enfermedad con antibióticos y antiinflamatorios. Sin embargo, hay que tener cuidado y solo comenzar el tratamiento con antibióticos si previamente se ha establecido un diagnóstico.

Los antiinflamatorios van a permitir aliviar los dolores en las articulaciones. Esto ayuda al perro a soportar mejor los dolores. Incluso cuando el perro está tratado y curado, sigue siendo portador de la bacteria durante algunos meses. ¡Así que hay que tener cuidado!

Si tiene alguna duda sobre la presencia de una garrapata en la piel de su perro, puede consultar a un veterinario para confirmar o no que se trata de este ácaro. Si su perro presenta síntomas de la enfermedad de Lyme, o si una garrapata ha permanecido adherida más de 48 horas en la piel de su perro, es absolutamente necesario contactar lo más pronto posible a un veterinario para tratar a su perro y encontrar un tratamiento adecuado.

La enfermedad de Lyme puede deteriorar gravemente el estado de su perro si no se ha detectado a tiempo. Por lo tanto, es imprescindible consultar a un veterinario a tiempo.

Hay que ser vigilante cuando se va de paseo por el bosque con su perro. La garrapata puede transmitir la bacteria borrelia al humano. Por lo tanto, hay que tener cuidado tanto con su perro como con uno mismo. Antes del paseo, hay que asegurarse de llevar ropa larga y zapatos altos para protegerse bien. También es necesario examinar a su perro después de cada paseo. Zoomalia recomienda el removedor de garrapatas y los antiparasitarios naturales en su botiquín. Para más detalles, es necesario pedir consejo a su veterinario.

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