Entrevista a Sandrine Bouquet Kraemer, osteópata animal
Apasionada de los animales y preocupada por su bienestar, Sandrine Bouquet Kraemer no dudó en abandonar su carrera como profesora de escuela para reconvertirse y dedicarse a su pasión convirtiéndose en osteópata animal. Ejerce en Saint-Rémy-de-Provence, en el departamento de Bouches-du-Rhône, con animales domésticos como caballos o perros en el contexto de seguimiento de patologías o incluso de rehabilitación.
¡Conozcámonos!
¿Puede presentarse y contarnos un poco más sobre usted?
Hola, mi nombre es Sandrine Bouquet Kraemer y soy osteópata animal.
¿Cuál ha sido su trayectoria?
Tengo una formación universitaria inicial en inglés (licenciatura). Fui profesora de escuela durante 11 años, luego retomé estudios de osteopatía animal en una escuela especializada, con el fin de ejercer una profesión de pasión, de cuidado y de contacto con los animales.
Usted es osteópata animal, ¿en qué consiste su trabajo?
La osteopatía busca devolver/mantener un movimiento óptimo. Como con los humanos, el osteópata animal va a recoger toda la información necesaria sobre su paciente (enfermedades anteriores, tratamiento en curso, caídas, lesiones, alimentación, etc.), observará cómo se mueve el animal y detectará zonas que le llaman la atención, luego procederá a una palpación minuciosa para encontrar zonas de tensión, de calor/frío, contracturas musculares, edema, asimetría, etc.
Después de recoger esa información, realizará pruebas articulares de todo el cuerpo para detectar posibles restricciones de movimiento, y procederá si es necesario a lo que llamamos una "normalización": se trata de una técnica que consiste en devolver la movilidad óptima a la estructura en disfunción. Existen varias técnicas para ello (directa, indirecta, tisular, miotensiva, fascial, estructural, visceral...), y cada practicante decide lo que le parece más apropiado en función del animal, su edad, antecedentes y también en función de sí mismo. No existe una osteopatía, sino osteópatas, con una diversidad de práctica que refleja la riqueza de esta profesión y su adaptabilidad a cada situación.
¿En qué casos los propietarios de animales acuden a usted? ¿Cuáles son sus consultas "típicas"?
Aunque cada vez más propietarios de animales son conscientes de que un seguimiento regular preventivo siempre será más efectivo (una consulta anual o más frecuente, según cada caso), los propietarios me contactan a menudo por un problema particular: cojera, artrosis, displasia, dolor manifiesto, alteración de la marcha, dificultad para realizar un movimiento, tic reciente, comportamiento modificado,... Cuando el acto no requiere de un veterinario, y puede ser llevado a cabo, ¡la sesión puede comenzar!
El desarrollo de la consulta será el mismo ya sea para un caballo, un perro o cualquier otro animal, pero la duración de la sesión variará según cada situación: algunos animales necesitan más tiempo para "entrar en el cuidado" y lograr la relajación muscular necesaria. Para otros, tendré que masajear una zona muy contraída antes de cualquier manipulación. Incluso a veces, es el animal quien me guía en el cuidado: no es raro (sobre todo con los caballos) que durante una manipulación, el animal sienta la necesidad de estirar una extremidad, o reaccione "mostrando" la zona a trabajar con la punta de su hocico, o con su mirada hacia el practicante durante un trabajo tisular o una escucha visceral, por ejemplo, o incluso dejando escapar un largo suspiro y relajando su cabeza... Cada sesión es diferente, y es eso lo que hace la riqueza de nuestra práctica: ¡cada intercambio es único!
El bienestar animal
¿Por qué es importante para usted el bienestar animal?
Los animales de compañía son, como sugiere su nombre, compañeros de vida para sus dueños. Debemos cuidar de ellos como tales. El bienestar es contagioso (al igual que el malestar, por otra parte): todos podemos experimentarlo... Parece por tanto prudente optar por un bienestar común y compartido, hombre/animal. ¡El intercambio solo se fortalecerá entre ellos!
¿Qué hace usted en este sentido?
Priorizo el diálogo con el dueño, porque la dimensión emocional a veces está muy presente, y descuidarla sería como descuidar (para darle una imagen) la importancia de los cimientos o de un muro de carga en un edificio: ¡un error con graves consecuencias! Además, para los animales cuyo seguimiento debe ser regular, ofrezco una tarifa reducida, lo que permite al dueño ofrecer más comodidad a su animal.
También ofrezco una tarifa reducida para los dueños que poseen y hacen seguimiento de varios animales, o incluso quienes se agrupan durante una visita.
Sus animales y usted
La esencia de su trabajo supone que usted ama a los animales, ¿tiene usted también?
Sí, tengo dos.
¿Podría describírnoslos?
Tengo un perro (cruce de labrador) de 3 años y medio, Léo, y un caballo (lusitano gris) de 11 años, llamado Cidrao.
¿Qué evoca para usted la noción de amistad hombre/animal?
Es ante todo una comunicación intuitiva, profunda, que pasa por el contacto, la mirada, el lenguaje corporal. Un lenguaje primario que a veces falta en los humanos. Por eso los animales nos enseñan tanto, nos ayudan a reconectar con nuestra naturaleza animal básica, que tendemos a desatender si no somos cuidadosos.
Tengo la suerte, por mi profesión, de vivir este tipo de intercambio a diario.
¿Considera vivir una? ¿Por qué?
Sí, actualmente vivo dos, con mi caballo y mi perro. Cada una es única y me brinda algo diferente: sus necesidades son diferentes y la relación también. Pero sobre todo, cada uno me ayuda a ser una mejor persona a su manera: los animales tienen esa capacidad de enseñarnos lecciones de vida, sin pretensiones de ningún tipo. Lo menos que podemos hacer a cambio es aprender de ellos.
¿Qué es lo que más le gusta de su animal/sus animales?
Mi caballo me ofrece momentos mágicos y majestuosos. Para que funcione con él, hay que ser convencida y convincente, justa y alentadora. Montar en su lomo es un privilegio que merece cuestionarse constantemente... ¡pero qué felicidad cuando compartimos esos instantes!
Con mi perro, es una relación diaria, una proximidad en cada momento. Es mi compañero de vida, busca mi presencia y le gusta salir a pasear a mi lado.
¿Cuáles son sus momentos favoritos con ellos?
Con mi caballo, galopar libremente en la naturaleza, o lograr realizar un nuevo ejercicio que le exija superarse, ¡mostrarle que puede hacerlo! Me encantan esos momentos...
Con mi perro, me gusta ir a nadar: ¡no hay nada que le guste más en el mundo!
¿Cree que se parecen a usted?
Son un reflejo de diferentes facetas de mi personalidad, en efecto.
¿En qué sentido son parte de su familia?
Mi perro vive en la casa, es una parte integral de la vida familiar. Mi caballo representa mi sueño de niña, lo considero como una parte de mí misma, aunque sea un ser por sí mismo.
Su actualidad
¿Dónde podemos seguir su actualidad?
En mi cuenta de Facebook profesional: facebook.com/sandrinebouquetkraemer/ o buscando "Sandrine Bouquet Kraemer, Osteópata animal".
Marine D.
