El padda

El padda, también conocido como padda de Java, es particularmente apreciado por su plumaje en tonos grises, a excepción de su vientre que es más bien rosado. El conjunto forma una armonía porque las patas también son de un rosa oscuro. Su canto es igualmente muy característico, ya que estos pájaros alternan notas profundas y sonidos particulares que enriquecen las melodías.

Una dieta variada

El padda disfruta enormemente los granos de arroz que consumen habitualmente en estado salvaje. Por lo tanto, no hay que dudar en ofrecérselos porque los harán muy felices a la vez que proporcionan una importante proporción de carbohidratos lentos. Les gustan especialmente las semillas de la pasionaria o del bambú. Las mezclas disponibles en las tiendas de animales permitirán proporcionarles todas las semillas que prefieren. En cuanto a su contenido en proteínas, es importante darles todo tipo de insectos porque aprecian su sabor. Este aporte les permitirá mantener su energía en todas las estaciones.

También disfrutan de frutas cortadas en trozos, incluyendo manzanas y plátanos. Como complemento alimenticio, se pueden colocar huesos de sepia en el fondo de la jaula para ofrecer una fuente de calcio. Consultar con el veterinario permitirá saber si hay que introducir otros complementos alimenticios en su dieta para asegurar su correcto desarrollo y garantizar una salud fuerte.

Adaptar su jaula

El padda solo mide quince centímetros pero es bastante grueso, por lo que será necesario pensar en encontrar una jaula lo suficientemente larga como para permitirle volar y tener suficiente espacio. La mejor opción sigue siendo la voladera que permite más movimientos y no lo limita. Al igual que las aves pequeñas, disfruta encontrar perchas altas, por lo que será interesante instalar varias para que pueda cambiar de lugar según su estado de ánimo. Les gusta tener ramas y follaje en su jaula, por lo que será posible arreglarle un lindo espacio.

El padda es fácil de adoptar ya que se puede satisfacer tanto de una vida solitaria como de estar con sus congéneres o una hembra. Esta particularidad explica su gran popularidad entre las personas que buscan un pájaro ideal para vivir en jaula o voladera. Tiene la ventaja de no sufrir demasiado los cambios climáticos, aunque será necesario reservarle un lugar para las frías noches de invierno. Siempre se debe evitar dejarlo en corrientes de aire porque podría enfermarse rápidamente.

Particularidades a conocer

Para las personas que desean adoptar una pareja para que no se sienta sola y pueda reproducirse, es importante saber que el dimorfismo sexual de estas aves hace difícil la identificación. Las tiendas de animales ofrecerán con gusto el truco para reconocerlos porque solo el macho canta. Esta información también será muy útil para las personas que quieren disfrutar del dulce canto de su padda o, por el contrario, aquellos que desean tener un pájaro bastante tranquilo y silencioso para simplemente disfrutar de su encantadora compañía. 

Los especialistas que están acostumbrados a vender este tipo de aves también podrán indicar que el padda disfruta comer verduras varias veces a la semana además de su alimentación habitual. El mijo en racimos sigue siendo su favorito, por lo que será interesante ofrecérselo de manera regular. Algunos criadores, en el momento de la venta, especificarán que a menudo ofrecen vegetales y semillas germinadas a los paddas y que es importante continuar con esta costumbre para diversificar al máximo sus aportes nutricionales. De esta manera, no aparecerá ninguna deficiencia y el animal siempre estará en buen estado de salud durante su vida que puede durar entre cinco y ocho años.

Una relación de cercanía

Será interesante adoptar varios paddas al mismo tiempo porque aprecian estar juntos. Tienen la costumbre de acicalarse mutuamente el plumaje. Cuando su afecto es importante, les gusta acurrucarse unos con otros. Este espectáculo es muy conmovedor porque los paddas criados juntos se convierten rápidamente en compañeros de vida que toman la costumbre de evolucionar juntos. Los lazos familiares también son muy fuertes y será posible asistir a escenas muy cariñosas entre los hijos y sus padres a lo largo de su vida.

En ausencia de un nido ya realizado o de elementos útiles para la reproducción, es raro que las parejas se apareen. Evitar poner un nido permitirá mantener una pareja sin tener que manejar bebés. Si el propietario de los paddas decide permitir una nidada para ampliar la familia, deberá asegurarse de retirar rápidamente el nido después de la incubación porque el macho es muy prolífico y deja poco descanso a la hembra entre dos nidadas. Los jóvenes machos cantan lo más pronto posible, generando una hermosa música en su nuevo hogar.