Artrosis en el gato: Causas, Síntomas y Tratamiento
Comprender lo que es la artrosis del gato le permitirá hacer frente a esta importante etapa de la vida de su animal de compañía. Esta enfermedad degenerativa afecta frecuentemente a los gatos mayores de 7 años, provocando en particular dolores inflamatorios en los cartílagos y las articulaciones. Estos dolores causan sufrimiento al animal durante sus movimientos. Por lo tanto, no se debe confundir la artrosis con la artritis, que también es una afectación degenerativa. La artritis desarrolla una inflamación significativa del cartílago o de la articulación, provocando un dolor permanente, incluso en reposo. Aunque son similares en muchos aspectos, estas dos enfermedades son distintas y requieren un manejo diferente. ¿Cómo detectar los primeros signos de artrosis en su compañero? ¿Qué soluciones existen para aliviar su malestar y su dolor? En este artículo, aprenderá cómo enfrentar esta enfermedad y aliviar a su gato.
Las causas de la artrosis del gato
En su plena juventud, su gato podía pasar sus días viviendo grandes aventuras con facilidad. Su cuerpo, y más específicamente, sus articulaciones, le permitían saltar, correr, acurrucarse en bola o jugar sin preocuparse realmente por el cansancio o posibles dolores.
Con la edad, al igual que en un ser humano, las cosas cambian. Las articulaciones envejecen, los cartílagos se deterioran y aparecen diversos dolores. Cuando estos están relacionados con la edad del felino, hablamos de artrosis primaria.
La artrosis secundaria se diagnostica cuando los dolores sufridos por el gato provienen de una afección específica o de un traumatismo. También puede desarrollarse como consecuencia de otra enfermedad. Todo aquello que pueda causar una degeneración de los cartílagos, a nivel de las articulaciones, puede desencadenar posteriormente una artrosis:
- actividades físicas intensas,
- sobrepeso no controlado,
- malformación congénita, a nivel del esqueleto,
- fractura no detectada o que ha sido mal tratada.
Síntomas de la artrosis en el gato
No siempre es fácil detectar un problema de salud en el gato. A diferencia del perro, que no duda en buscar la ayuda de su dueño en caso de un problema o dolor, el gato tiende a no mostrar signos de debilidad.
Una movilidad reducida
Necesita estar muy atento porque un gato afectado por la artrosis no podrá ocultarlo indefinidamente. Notará, en primer lugar, una reducción de su movilidad. Poco a poco, su gato ya no podrá escalar su árbol para gatos tan a menudo como antes. Quizás también tenga dificultades para alcanzar el sofá en el que le gusta tomar siestas con regularidad.
Estando atento, también podrá percibir un ligero cojeo cuando su compañero se mueva hacia su cuenco o su cesta. Todos estos signes de disminución de la movilidad deben alertarle y ameritar una visita al veterinario.
Falta de higiene y limpieza
La higiene es un asunto de la mayor importancia para los gatos. La limpieza es un aspecto secundario a considerar. Un gato de más de 7 años que ya no puede pasar por encima de los bordes de su caja de arena claramente tiene un problema de salud. El dolor le impide realizar movimientos amplios y termina por hacer sus necesidades en el suelo, justo al lado de su caja. Cuando esto ocurre, no lo regañe, su cuerpo está expresando su dolor.
Un pelaje que se opaca
La consecuencia de una falta de higiene es, por supuesto, la tendencia de que el pelaje se vuelva opaco. Desde su llegada a su hogar, rápidamente dejó de contar las horas que su compañero pasaba lamiéndose el pelo para mantenerlo limpio, suave y brillante.
La artrosis puede rápidamente obligarlo a dejar de cuidarse. Notará, por lo tanto, que su pelaje ya no es tan hermoso como antes. Hacer su aseo se ha convertido evidentemente en una prueba para su cada vez menos limpio gato.
Un comportamiento que cambia
Una última señal debe alertarle: su comportamiento. Cualquier cambio brusco en el comportamiento de un animal es un indicador confiable que demuestra un problema de salud. La artrosis hará que su gato esté estresado, agresivo y cansado. Poco a poco tenderá a replegarse sobre sí mismo. Sus juegos favoritos ya no despertarán su interés y la apatía comenzará a instaurarse.
Ciertamente, un gato envejeciendo es naturalmente más tranquilo que un gatito, pero la magnitud del cambio y la rapidez de la degradación son buenos indicadores. En caso de duda, no dude en consultar con un veterinario.
Los remedios contra la artrosis felina
Una afección degenerativa tiene una imagen angustiante en la mente de los propietarios de animales. Parece tener un carácter inevitable. Esto no es del todo cierto. Existen soluciones preventivas y una consulta veterinaria programada en el momento adecuado puede realmente cambiar la calidad de vida de su gato.
La prevención
Un excelente estilo de vida es el mejor aliado de su gato. Ofrézcale varias estimulaciones para que lleve a cabo una actividad física regular y moderada. Las sesiones de juegos que compartan con él fortalecerán sus articulaciones y así prevenir o retrasar la aparición de la artrosis felina.
Organizar su entorno
Si, a pesar de todos sus esfuerzos, la artrosis ha comenzado su obra, dispone de varias soluciones para hacer la vida diaria de su gato más agradable:
- instale una rampa hacia su caja de arena,
- proponga un lecho bajo y sin bordes,
- ayúdele con su aseo cepillándolo a menudo,
- masajéelo delicadamente.
Los tratamientos
Para aliviar los dolores de su compañero y ralentizar el avance de la artrosis, su veterinario le aconsejará una o varias de las siguientes soluciones:
- condroprotectores (glucosamina y condroitina),
- sesiones de rehabilitación,
- diversas estimulaciones articulares,
- sesiones de acupuntura,
- tratamiento con antiinflamatorios y/o analgésicos,
- sesiones de osteopatía y/o fisioterapia,
- sesiones de hidroterapia,
- tratamiento homeopático,
- el uso de plantas medicinales, como el Harpagophytum o garra del diablo.
La alimentación
La alimentación juega un papel importante en caso de artrosis felina. Adapte por lo tanto sus hábitos para ayudarle en su día a día. Se puede implementar fácilmente una dieta rica en ácidos grasos esenciales. Sus comidas estarán compuestas de omega 3 y diversas vitaminas recomendadas por su veterinario.
El objetivo principal es reducir los dolores articulares proporcionando al cuerpo de su gato lo necesario para luchar y fortalecerse cada día. Los omega 3 ayudan a mantener una buena musculatura. Los músculos de su gato aliviarán sus articulaciones soportando gran parte de su peso.
Cuando su felino aún es joven, favorecer un estilo de vida activo y sereno le permite protegerlo de los estragos de la artrosis del gato o, en todo caso, retrasar la aparición de los primeros síntomas. A partir de los 7 años, si finalmente se diagnostica la artrosis, dispone de una amplia gama de tratamientos y soluciones prácticas para acompañar a su animal y ofrecerle una calidad de vida óptima. Así, seguirá compartiendo momentos maravillosos juntos durante muchos años, y su gato se lo agradecerá eternamente.
