ACTUALIDAD: Perros de la Reina de Inglaterra, fiel amiga de los animales
Si no hubiera sido lo que fue, la Reina Isabel hubiera querido ser una dama que vive en el campo rodeada de sus perros y sus caballos. ¡Un deseo casi concedido! Cuando se retiraba de Buckingham Palace, le encantaba alojarse en Escocia, rodeada de sus eternas pasiones: la caza, los Corgis, los caballos, las carreras ecuestres, los paseos por la propiedad… ¿Cuáles eran los perros de la Reina de Inglaterra? El Welsh Corgi Pembroke, pero no solo... Fueron muchos, reales y sobre todo leales hacia su humana. Además, ella profesaba una admiración inquebrantable por los caballos de carreras y la equitación durante toda su vida. Cabe decir que desde su más tierna edad, Isabel tenía la costumbre de estar cerca de los perros y caballos que sus padres criaban con pasión.
Lejos de las cámaras y los paparazzi, su majestad la Reina disfrutaba pasar su tiempo libre con sus Corgis y sus sementales en el castillo de Windsor, el castillo de Balmoral en Escocia y en Sandringham House en Norfolk, Inglaterra. Zoomalia viaja al pasado para contarles la historia de las mascotas que compartieron la vida de la Reina de Inglaterra, junto a quienes ella seguramente encontró consuelo y amor incondicional.
Los perros de la Reina de Inglaterra: la línea real de los Corgis
El primer Corgi de la familia real fue adoptado por la reina madre y el rey Jorge VI en 1933. Se llamaba Dookie. Para sus 18 años, la reina Isabel adoptó un pequeño cachorro llamado Susan, el welsh Corgi de una larga línea. Fascinada por esta raza de perro auténtica, ella nunca dejó de criarlos, unos treinta para ser exactos, o sea, 14 generaciones de corgis. A la muerte de Susan, la reina conmemoró su recuerdo con una lápida en Sandringham House.
Es importante saber que sus adorables compañeros vivían junto a la Reina en su propia habitación, la Corgi Room. Sus buenos platos eran preparados por un chef y servidos por su majestad ella misma en cuencos de porcelana. Mimados como pequeños príncipes, el público pudo ver a Willow y Holly en pantalla durante un anuncio de las Olimpiadas de Londres en 2012 junto a James Bond alias Daniel Craig. Lo mínimo que se puede decir es que la Reina tenía sentido del humor y de la réplica.
La Reina Isabel sabía cuidar de los animales que la rodeaban y les ofrecía un poco de su tiempo: disponibilidad, buenos cuidados, momentos de juegos y actividad al aire libre y algunos mimos de vez en cuando. Lo que más le gustaba por encima de todo, disfrutar plenamente de sus paseos en su propiedad en agradable compañía. ¿Se entiende, verdad? Sus perros casi nunca la abandonaban. Isabel II viajaba con ellos para ir de vacaciones al castillo de Balmoral.
Aparte de su preferencia por el Corgi Pembroke, la Reina también adoptó otros compañeros de cuatro patas durante su reinado: Labradores, Cocker Spaniels Ingleses... y presenció el nacimiento de una nueva raza de perro entre un Corgi y un Dachshund, el Dorgi real. Siendo parte de la familia real por excelencia, estos perros están inmortalizados en numerosos retratos oficiales de la Reina.
Con motivo de su 95º cumpleaños, la Reina Isabel II recibió del príncipe Andrés un nuevo Welsh Corgi Pembroke llamado Sandy que se une a Muick y Candy. Estos son los últimos Corgis de la Reina que fueron acogidos después de su fallecimiento por el príncipe Andrés en el Royal Lodge de Windsor.
El Dorgi: la nueva raza de perro creada por la Reina Isabel
La Reina estuvo rodeada de alrededor de treinta perros Corgis a lo largo de su vida, que originalmente eran buenos perros de guardia y pastoreo. Si bien su raza de perro favorita es sin duda el Welsh Corgi Pembroke, el Dorgi es un perro híbrido resultante del cruce entre el Teckel y el Corgi.
Vulcan y Candy fueron los primeros Dorgis de la Reina. Es una raza canina reciente creada especialmente por la Reina de Inglaterra, pero el Dorgi no está oficialmente reconocido por la FCI (Federación Cinológica Internacional). ¡Sin embargo, sigue siendo popular en el corazón de los británicos!
Se dice que heredó el fuerte carácter del Teckel y el Corgi, muy cariñosos y cercanos a su dueño. Puede ser particularmente testarudo, por lo que la educación canina es indispensable desde muy pequeño. Físicamente, se asemeja más al Teckel, como una larga salchicha, pero su cabeza es idéntica a la del Corgi. Mide hasta un máximo de 30 cm y pesa entre 6 y 13 kg.
Este perro juguetón y sociable generalmente se lleva bien con los niños si estos lo respetan. No es adecuado para personas sedentarias o poco activas y se desaconseja si vives en un apartamento o si no tienes mucho tiempo para él. Le gusta la compañía de los humanos y es fácil de mantener gracias a su pelo corto.
El Dorgi sigue siendo un perro enérgico e inteligente que requiere una educación canina basada en el refuerzo positivo. Debido a su avanzada edad, la Reina dejó de criar sus Corgis por temor a tropezarse con estos ágiles perros de patas cortas.
Los caballos pura sangre: otra pasión por la equitación y las carreras de caballos
Su pasión por los caballos proviene de su padre el rey Jorge VI. Los padres de Isabel II ya poseían muchos caballos de carrera y transmitieron a sus hijas Isabel y Margaret una pasión común por las carreras de caballos. De hecho, a la muerte del Rey, Isabel II heredó no solo la corona sino también su cuadra real.
Así, siempre mostró un gran interés por la equitación y la cría de caballos de carrera, llegando a ser la propietaria del hipódromo de Ascot en Inglaterra, ubicado cerca del castillo de Windsor. Durante años, asistió a las carreras de caballos más famosas de Inglaterra, las legendarias carreras del Royal Ascot.
Amante de la naturaleza y los grandes espacios verdes, Isabel II venía a recargarse regularmente con sus monturas. Jineteadora experta, se involucró en el bienestar de los caballos de carrera y se comprometió en la protección de los ponis en Gran Bretaña, particularmente los ponis Highland. A lo largo de su reinado, Isabel II montó a caballo acompañada de su marido, sus hijos, nietos y bisnietos. De madre a hija, transmitió a su vez esta pasión por la equitación a su hija Anne, campeona de Europa en 1971, y a su nieta Zara Phillips, campeona de Europa en 2005.
Muchos aficionados a los caballos, jockeys y entrenadores a menudo notaron la presencia de su Majestad en las gradas en los partidos de polo: observaba de cerca, a veces con binoculares, la competición y las actuaciones de su caballo. Ha tenido una cría de treinta pura sangre ingleses durante sus 70 años de reinado.
Jineteadora de corazón, la reina Isabel visitó en varias ocasiones los criaderos franceses en Normandía, incluyendo el haras nacional du Pin en Orne. En honor a su jubileo de platino, Emmanuel Macron le obsequió a la Reina un caballo pura sangre del Regimiento de Caballería de la Guardia Republicana francesa. Fabuleu de Maucour es un caballo de silla francés de 7 años y con un hermoso pelaje gris, el color favorito de su Majestad.
Finalmente, para celebrar sus 96 años, Isabel II posó entre sus dos ponis Bybeck Katie y Bybeck Nightingale en los hermosos jardines del castillo de Windsor. Con alegría montaba su caballo negro de pequeño tamaño Emma en sus últimos años. Ahora, su hermoso poni negro reside en las caballerizas de Windsor y permanece en buenas manos de expertos.
En Resumen! La Reina Isabel y toda su familia crecieron desde la infancia con la dulce presencia de mascotas, especialmente los Corgis y los caballos pura sangre. El día del funeral de la soberana en Windsor, una multitud inmensa vino a rendirle un último homenaje. Varias generaciones, algunas acompañadas de sus mascotas, estuvieron presentes para saludar el cortejo fúnebre de la Reina Isabel II. Con emoción se pudo ver a la familia real reunida, los perros de la reina de Inglaterra y los animales fieles : sus últimos Corgis Muick y Sandy, así como su bella poni Emma.
