Acné del gato: causas, síntomas y tratamiento eficaz

El acné del gato es un problema difícilmente identificable por el solo hecho del tamaño de las marcas que provoca en la piel. A menudo oculto por un pelaje espeso, sigue siendo una molestia para tu gato de compañía.
Concretamente, se trata de una inflamación clásica a nivel de las glándulas pilo-sebáceas. Aunque discreta, esta dermatopatología puede detectarse en zonas muy localizadas, como por ejemplo, debajo de la barbilla. Afectando a los felinos sin distinción de sexo o edad, el acné felino puede provocar un verdadero inconveniente para el animal que va a rascarse y arrancarse los pelos. Este gesto puede llevar a diversas complicaciones, comenzando por sangrados, sobreinfección y al final, un edema.
¿Cuáles son los factores desencadenantes de esta inflamación cutánea? ¿Cuáles son los síntomas a vigilar? ¿Existen remedios eficaces? Interesémonos de cerca a esta enfermedad que muchos gatos experimentan, muy a su pesar, cada año.

Si se consulta a diversos veterinarios y especialistas sobre la cuestión del acné del gato, son pocos los que coinciden en sus opiniones. Desafortunadamente, las causas de esta inflamación no siempre están claramente establecidas. Sin embargo, es posible vigilar ciertos factores desencadenantes.

Como suele ser el caso con otros problemas dermatológicos, la falta de higiene es un elemento clave en la aparición y desarrollo del acné felino. No se trata necesariamente de cuestionar el entorno del gato. La arena puede ser cambiada regularmente. El animal puede evolucionar en un entorno muy ordenado y limpio. Incluso puede dormir en una cama impoluta y desarrollar acné. ¿Por qué? Simplemente porque no consigue limpiar correctamente ciertas zonas de su cuerpo.

Las reacciones alérgicas del gato no responden a los mismos estímulos que aquellas de las que son víctimas los seres humanos. La mayoría de las veces, el gato puede mostrar sensibilidad a ciertos materiales plásticos. Cuando esto ocurre, se traduce invariablemente por la aparición de granos y rojeces. Por lo tanto, se debe ser prudente al introducir un nuevo comedero para gato o cuando el animal ha elegido un objeto de plástico cotidiano como puesto de observación o zona de siesta. Un contacto prolongado puede ser el origen de un principio de acné felino.

Al igual que en el humano, el estrés tiene consecuencias directas sobre el estado de salud de un gato. Esto puede traducirse en un trastorno del comportamiento, un trastorno alimentario o una inflamación cutánea. Cuando un evento estresante aparece en la vida de un gato doméstico, su dueño debe mostrar especial atención y vigilar la aparición de granos, pústulas o cualquier otra marca sospechosa.

Todo propietario de gato ya ha observado este comportamiento por parte de su animal de compañía. Los felinos tienden a frotar su barbilla por todo su espacio de vida para marcar su territorio. Este comportamiento es totalmente normal y natural. Sin embargo, cuando se lleva a cabo de manera excesiva, estos roces repetidos pueden irritar la zona bajo la barbilla y provocar una inflamación.

Ya sea después de una enfermedad, al envejecer o simplemente porque el gato posee un patrimonio genético débil, un sistema inmunitario poco eficiente conduce inevitablemente a ciertos inconvenientes más o menos serios. La inflamación cutánea forma parte de estas posibles complicaciones.

Conocer los factores desencadenantes es un buen comienzo. En la práctica, es importante tener en cuenta que el acné felino es un problema que puede pasar fácilmente desapercibido, al menos al principio. Detectar pequeños granos en zonas de difícil acceso no es tan sencillo como parece. El pelaje espeso de la mayoría de los gatos impide un diagnóstico precoz. Es por eso que los propietarios deben, de vez en cuando, verificar la ausencia de síntomas y lograr comprender diferentes signos reveladores.

Ante la menor duda, es muy recomendable optar por una consulta veterinaria. El profesional realizará entonces un examen detallado. Si es necesario, hará análisis específicos para confirmar o completar su diagnóstico.

En el transcurso de la consulta veterinaria, el profesional evaluará la gravedad de la inflamación. Cuando se constatan lesiones profundas, el mejor tratamiento consiste en administrar antibióticos. No obstante, un dueño atento puede esperar llevar a su animal al veterinario suficientemente pronto y así evitar tratamientos pesados, largos o complejos.

Cuando la inflamación aún no está muy extendida, es posible desinfectar localmente, gracias a una simple crema antiséptica o una crema antiinflamatoria. La aplicación es sencilla y rápida. Renovada hasta la desaparición total del acné, este método es muy poco exigente.

¡Lo que hay que recordar! El acné es un problema aparentemente leve, pero que puede llevar a complicaciones, debido especialmente a una sobreinfección, si no se trata a tiempo. Por ello, es importante vigilar la aparición de cualquier síntoma. Atender el acné del gato es una operación delicada que requiere una consulta veterinaria lo antes posible. Actuando desde las primeras señales, es posible un mejor proceso de curación. El dueño del felino también puede actuar de forma preventiva manteniendo el entorno del animal lo más limpio posible y asegurándose de proporcionarle una alimentación sana y equilibrada. La bi-nutrición es una buena opción para ofrecer al gato todo lo que necesita.

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