Los 7 pecados capitales de los animales
Seguro que se reconocerán en estos 7 vicios familiares, especialmente su mascota, cercana al hombre, que se parece como dos gotas de agua.
1. Avaricia: tacaño como un pez en el agua
Los peces siempre tienen sed en su bello acuario. A la mínima que cae un copo en la superficie del agua, su amigo pez se precipita hacia él, por si sus congéneres se lo quitaran bajo sus escamas.
2. Ira: furioso como un gallo en pasta
El gallo no puede estar más orgulloso de su harén de gallinas obedientes. ¡Cuidado con las que se desvíen de su camino! Algunos picotazos estarán en el programa y algunas plumas volarán en el gallinero.
3. Envidia: envidioso como un perro celoso
El perro siempre estará listo para saltar sobre su correa para un paseo en la naturaleza, suplicándole caricias y abrazos. Su mirada lagrimosa probablemente le hará ceder.
4. Gula: golosa como una hermosa gallina
La gallina picotea en todas partes y devora todo lo que encuentra a su paso, es bien sabido. Golosa de bellas plumas rojas, negras, blancas o grises, la gallina de granja está lejos de preocuparse por su aumento de peso. ¡Vigile el grano!
5. Lujuria: libertino como un pájaro del jardín
Los pájaros del cielo, las golondrinas, los gorriones, los mirlos en particular, están al acecho de tesoros inestimables en su jardín. Gusanos, semillas, migas de pan, briznas de hierba... ¡eso vale oro para un pájaro lujurioso!
6. Orgullo: orgulloso como un guacamayo espléndido
El loro, un poco ruidoso, tiene un fuerte carácter afectuoso y curioso. Guacamayos o cacatúas, esta ave es una excelente imitadora y pasa largas horas admirándose frente a un espejo.
7. Pereza: ocioso como un gato astuto
El gato es el rey de la pereza con sus 18 horas de sueño al día. Tan dormilón como astuto, su felino se acomodará en su lugar preferido para dormir al ritmo de ronroneos agradables e incesantes.
¿Cuáles son los pecados de su mascota? De la avaricia a la pereza, pasando por la gula, su compañero de plumas, pelo o escamas será el más amado a sus ojos, a pesar de sus pequeños defectos.